
Xilitla, un paraíso ubicado en la huasteca potosina, es también el escenario donde surge “El Misterio de la Orquídea Calavera”, la más reciente novela del escritor Élmer Mendoza, que “parió” a un nuevo personaje al que bautizó como “El Capi” Garay, quien inicia a partir de este libro su propia saga, al igual como lo hizo el detective “El Zurdo” Mendieta.
En Xilitla se encuentran Las Pozas un jardín construido por Edwad James, el personaje coestrella de esta novela, ya que se entrelazan las historias de un chico sinaloense y el poeta inglés que formó parte del movimiento surrealista en México.
“Primero vi en fotos un reportaje y fui; es muy atractivo el sitio, muy estimulante y a la vez muy perturbador. Todas las veces que volví, nunca sentí que había estado antes ahí. Mi relación concreta con las piezas siempre es distinta y ahora que regrese otra vez, a ver qué experiencia tengo.
“Xilitla es alucinante, te transporta; es muy curioso porque a mí no me gusta perder el control de mis emociones y ahí hay que soltarse, hay que soltarse, porque creo que esa es la gran herencia que Edward James dejó al mundo: a los mexicanos, a los de San Luis Potosí y a los de Xilitla”.
Subrayó que es un lugar fascinante para encontrarse a sí mismo, para advertir las propias limitaciones y grandezas.
“Es decir, todo puede aparecer ahí y uno puede salir bastante perturbado de esa visita que es rara pues depende de dónde entres. Hay una entrada principal, pero los que hemos ido varias veces entramos por otras partes, porque allá hay muchas escaleritas, entonces la experiencia es diferente”, mencionó.
Consideró que este sitio es importante para tener una introspección, para hacer un recuento de lo que se ha hecho a lo largo de la existencia.
“El espacio es importante porque está ahí, pero siempre va sobre uno mismo. Entonces uno se pregunta: ¿en qué me he convertido en estos años? ¿Qué opciones tengo? ¿Qué posibilidades tengo?, y desde la primera vez que tuve contacto dije: voy a hacer una novela sobre eso.
“Pero luego pensé que una novela sobre Edward James escrita por mí no podía ir sola y creo que fue providencial que yo estuviera interesado en escribir una historia con ‘El Capi’ para juntarlas y conseguir lo que establecí”.
“EL MISTERIO DE LA ORQUÍDEA”
La novela lleva por título “El Misterio de la Orquídea Calavera” y es otro de los personajes. Mucho de lo que acontece gira en torno a la orquídea.
La orquídea necesita todos los cuidados de su hábitat. Pero después ella protege; o sea se regresa. Es una cosa muy íntima que alguien te cuide y alguien a quien tú puedas cuidar. Por ejemplo, las personas que tienen hijos tienen que cuidarlos, y se supone que cuando los hijos crecen les toca cuidar a los padres cuando éstos no estén en condiciones de hacerlo por sí mismos.
“Es un poco como ese principio. La orquídea requiere de muchísimos cuidados; tiene un sentido de como lo que es el equilibrio entre los seres humanos, las cosas justas, las cosas no exageradas. Ella lo que procura es eso: lo que tiene que ver con ella que representa la bondad, la justicia y es por eso que no lo permiten porque siempre el mal es mayor”, aseveró el también autor de “El amante de Janis Joplin”, “La prueba del ácido”, “Balas de Plata”, por mencionar algunos.
Añadió que el misterio se traduce en que si queremos que prevalezca la bondad, se debe buscar la unión entre los individuos.
“Hay que unirnos y siempre va a haber alguien que nos proteja y que nos cuide. Hay principios como religiosos dentro de ‘El Misterio de la Orquídea Calavera’ que no está contada para eso, está contada para darle mensaje a los lectores de que hay ciertos asuntos en los que debemos estar unidos”, recalcó.
“EL CAPI” GARAY
El detective Edgar “El Zurdo” Mendieta le pasó mucha información para escribir , “Balas de Plata”, “La prueba del ácido” , “Nombre de Perro”, pero ahora aparece “El Capi”, un joven de 18 años, el protagonista de “El Misterio de la Orquídea Calavera” con quien espera hacer otra mancuerna exitosa.
Élmer Mendoza imparte talleres y una de las principales lecciones que les da a sus alumnos, es que el lenguaje tiene mucho que ver en la construcción de los personajes, así como el diseño de su personalidad, de su identidad geográfica y cultural, por lo que sus novelas siempre tienen el sello norteño.
“Siempre lo quiero dejar (el sello). En primer lugar porque me da mucha comodidad, porque es un lenguaje que conozco, un lenguaje que uso. Entonces poderlo convertir en un discurso literario creo que consigo mejores resultados que si fuera en un lenguaje que no nos corresponde, es decir, aunque se trate de nuestro mismo idioma, pero hablado como los argentinos o españoles.
“Así consigo darles el perfil a los personajes que pretendo: el lenguaje siempre ayuda a indicar a los lectores qué clase de personaje están encontrando en la novela que están leyendo, por eso me gusta mucho nuestro lenguaje.
“Y la opinión que se tiene de sus propios personajes que se expresan en los libros, es también muy importante y se nota por la pertenencia. Eso se lo aprendí a Alejandro Dumas, porque en ‘Los Tres Mosqueteros’ cuando él hace aparecer a D´Artagnan dice es que es gascón y los gascones son muy tercos, muy obstinados, entonces es una forma muy efectiva de mostrar a los personajes”, refirió.
Indicó que al “Capi” lo inventó poco a poco, y resultó ser de Culiacán, porque para él es mucho más fácil diseñar un personaje que tenga un perfil muy conocido, cuyas características le sean muy familiares.
Dentro de la novela, “El Capi” se encuentra el libro en el hotel donde se encuentra hospedado, y de alguna manera le sirve como guía en los días de mayor incertidumbre, ya que está tratando de negociar con quienes secuestraron a su papá.
Y una de las lecturas que ofrece “El Misterio de la Orquídea Calavera” es que “El Capi” Garay es un joven de 18 años y encuentra en un libro muchas respuestas y sabiduría. En cierto modo es un mensaje entre líneas para fomentar la lectura en las nuevas generaciones, independientemente si quieren dedicarse a la literatura o no.
“En mi novela ‘El Capi’ pasa por un proceso de mucho sufrimiento pero que lo hace madurar. Y madurar no es fácil, el transformarse no es nada fácil y me gustaría que los jóvenes quieran saber qué pasa con el personaje, lean el libro y que en un momento dado yo pueda conversar con algunos jóvenes y ver qué fue lo que pasó”, concluyó el escritor sinaloense.