por Rubí Leija
En la ciudad de Monterrey existen diferentes tipos de restaurantes y establecimientos de comida rápida, pero la mayoría maneja el concepto básico: un lugar solamente para comer y pasar un momento agradable con familia o amigos.
Los nuevos negocios de comida ahora manejan una idea diferente, y ofrecen un lugar para comer pero también para apreciar una obra de arte, conferencias o simplemente disfrutar un libro mientras se consume un platillo o una bebida.
Estos establecimientos se encuentran en el centro de Monterrey y unos ejemplos claros son El Quinto Sol, Tierra Libre y Kúndul. Cada uno maneja un estilo propio, de acuerdo a sus administradores.
En El Quinto Sol el estilo es artesanal, cultural y creativo. La casona de colorida fachada está ubicada en la calle Abasolo, entre Diego de Montemayor y Doctor Coss, a espaldas de la Catedral, en el corazón del Barrio Antiguo de Monterrey.
Comenzó como un bazar de artesanías, después sus propietarios vieron la necesidad de crear un restaurante-galería, el cual lleva 3 años de estar funcionando.
Mabel Sánchez es la administradora del área del bazar y lleva 6 años en el negocio, donde ofrece ropa, accesorios, adornos para el hogar y diversos objetos, muchos de ellos creaciones propias.
“La mayor parte de la mercancía que se vende aquí es mía y de mi esposo. Hay ropa de Oaxaca, hay otras chicas que pintan cuadros, hay quienes tejen y hay quienes nos traen cosas de piel. Más que nada son de artesanos que andan por acá y dejan un poco de su mercancía”, explicó Mabel.
Al entrar a la casona se aprecia el colorido y la buena vibra que inspiran los artistas y los artesanos en los materiales que dejan a la venta, los cuales también reflejan las costumbres y tradiciones de los diferentes estados de la República.
En cuanto a la parte cultural, El Quinto Sol ha contado con la presencia de conferencistas, cuenta cuentos de Perú y Colombia, funciones de teatro, actuaciones de artistas de circo y en la época de verano programan un grupo musical todos los fines de semana.
El lugar es para toda clase de edades y es un ambiente completamente familiar donde se puede disfrutar de una bebida con o sin alcohol, en un espacio cerrado o en el patio al aire libre.
Gustavo Vázquez es el encargado de la comida y utiliza ingredientes balanceados en cada platillo. La intención es que cada uno contenga todos los elementos de proteínas que son necesarias en nuestros alimentos diarios.
“Hay tacos estilo Sonora, acompañado de una barra de seis tipos diferentes de salsas, hay aguas de frutas naturales, vino tinto, ensaladas, pastas y huaraches de nopal. También tenemos el pesto con albahaca y queso parmesano”, comentó el cocinero de El Quinto Sol, que abre de martes a domingo, de las 10 de la mañana a la medianoche.
KÚNDUL: RINCÓN BUDISTA
En un estilo más oriental, donde predomina una atmósfera budista, el Kúndul es un café y restaurante que ofrece música, libros y comida hindú, tibetana y francesa.
El establecimiento abrió sus puertas en junio del año de 2010 y está a cargo de un grupo de cuatro amigos. Rogelio Jaramillo, uno de ellos, se interesa por inculcar el hábito de la lectura a sus visitantes, quienes tienen a su disposición una amplia variedad de libros para disfrutar junto con sus alimentos.
“La idea es mezclar un poco de Occidente con Oriente, tenemos un toque hindú con algunas cosas como en el menú; hay cosas tibetanas y también hay comida francesa como son las crepas. La idea es fusionarlo todo para que sea un lugar agradable para los sentidos y que sea a través de la comida, de los libros, de música y de talleres de literatura. Es una forma de buscar el desarrollo integral de la persona”, mencionó Jaramillo.
Kúndul se encuentra en la calle Juan Ignacio Ramón, entre Diego de Montemayor y Mina, a espaldas del Museo de Historia Mexicana y a un lado del paseo Santa Lucía, en un ambiente de calles empedradas y atractivos turísticos.
Entrar al local de amplios ventanales es como estar en varios lugares a la vez, debido a sus diferentes estilos en comidas y selección musical, además del mobiliario, pues incluso tienen mesas bajas para que los clientes se sienten sobre cojines en el suelo, al más puro estilo oriental.
La cocina es un punto aparte. Hay platillos, como el “momos”, que es de origen tibetano y sólo se sirve dos días: en año nuevo occidental y en el año nuevo chino. El menú se caracteriza por ser variado y muy nutritivo, pues los platillos contienen ingredientes naturales.
“Cuidamos muchos los alimentos, los elementos que usamos. Los tés que usamos no se consiguen en México, los traemos de India o de otros lugares y queremos que sean los que a nosotros nos gusten”, expresó Rogelio Jaramillo.
Otra de las cartas fuertes son los postres, que se han ganado una merecida reputación entre los comensales, como el “Beso del Diablo”, una mezcla de café caliente con nieve, entre otros.
También cuenta con una vasta extensión de libros para comprar o leer ahí. Se ofrecen diferentes eventos, como talleres de literatura y también actuación de músicos.
Para los propietarios, explica Rogelio Jaramillo, es primordial que los visitantes se cultiven con los libros y los distintos temas que manejan en sus talleres pero, sobre todo, que pasen un rato agradable y se sientan tan cómodos como en sus propias casas.
UN OASIS NATURISTA
El café Tierra Libre quiere darle a sus clientes una alternativa para relajarse antes, durante o después del trabajo. Pasar un momento agradable tomando smoothies (bebidas de sabores en hielo frappé) o un rico café.
Brenda Siller es quien se ha echado a cuestas este compromiso, ella empezó con su establecimiento hace 3 años y desde entonces cada día ha sido un aprendizaje.
“La idea ha sido explotar el lugar al máximo, ofreciendo café, comidas, botanas y además prestando el espacio para la expresión; desde pinturas, fotografía, escultura, danza, hasta música y causas ambientales. Queríamos ofrecer un espacio donde sentirse a gusto y libre”, comentó Siller.
La comida que se vende en el establecimientos está controlada y medida para que el cliente la disfrute y no le ocasione problemas de salud.
“Nuestra especialidad es el café, nuestra mezcla es fresca y molida al momento, para preparar desde expresso hasta capuchinos, frappés y especialidades gourmet; también tenemos smoothies todos de frutas naturales, sandwiches, bagels, tortas y botanas con gran variedad vegetariana y vegana”, dijo Siller.
En Tierra Libre se experimenta con una sensación de tranquilidad y paz, los colores y los muebles están acomodados para hacer pasar al cliente un rato agradable. Mientras se disfruta de un bagel se puede apreciar una exposición de artes plásticas.
Las obras se presentan mensualmente y se pueden mostrar alrededor de 10 a 18 piezas. Los interesados pueden mandar su propuesta a [email protected].
“Además durante su estancia los clientes disfrutan de la selección de libros, las exposiciones temporales, revistas, música, juegos de mesa e internet inalámbrico”, comentó la encargada.
También se ofrecen diversas conferencias los fines de semana, y el café, que se encuentra en la calle Matamoros entre Diego de Montemayor y Mina, en el Barrio Antiguo, y ha sido sede de reuniones de grupos ecologistas. Abre de martes a domingo de las 13:00 a las 22:00 horas. Para más informes se puede visitar la página www.tierralibre.com
A pesar de lo diferentes que son cada uno de estos establecimientos, comparten la misma filosofía de dar a conocer a nuevos artistas e inculcar la cultura, a la par de ofrecer alimentos saludables y de excelente sabor y calidad.