La industria de la construcción está registrando una recuperación tras la contingencia por la pandemia de Covid-19, sin embargo este crecimiento urbano está afectando la flora y fauna nativa de Nuevo León.
Manuel Múzquiz Ortiz, jefe de Inspección y Vigilancia de Parques Nuevo León, afirmó que esta acelerada urbanización se registra especialmente al poniente de la zona metropolitana, en los municipios de Monterrey y García, en las faldas del Cerro de las Mitras.
El funcionario explicó que esta es un área natural que alberga una gran cantidad de fauna como osos negros, coyotes, zorras grises, cacomixtle, tlacuaches, tejón norteño, jabalí, ardillas y hasta venados de cola blanca.
Además, hay insectos como arañas “viuda negra” y la tipo “violinista”.
El funcionario recordó que en Nuevo León también hay una importante población de murciélagos, pues en la cueva ubicada en la Presa de la Boca se encuentra una de las colonias más grande de Latinoamérica con más de 3 millones de estos ejemplares los cuales consumen toneladas de insectos que generalmente serian nocivos, como los mosquitos.
Explicó que cuando hay un desmonte o un cambio de suelo para la construcción de casas o comercios, la fauna que vive en estos predios quedan atrapados.
“Muchas veces dejan manchones de vegetación y esta fauna no tiene forma de retirarse, lo ideal sería que fueran retirándose hacia zonas naturales, es decir por todo el corredor del Cerro de las Mitras, pero quedan atrapados dentro de un área urbana.
“Una vez que se establece la zona urbana, la gente comienza a generar desechos, entonces estas especies comienzan aprovechar este alimento y es más difícil que se retiren hacia su hábitat”, comentó.
Agregó que otro de los problemas que ocasiona la gente es cuando dejan alimento en las banquetas para los perros callejeros, un gesto de buena intención que tiene un efecto contraproducente.
“Es más negativo que positivo, no dudo que la gente tenga buena voluntad, pero la verdad no soluciona nada dejar alimento en la calle. El alimento está expuesto a contaminación, es decir, si llega un perro o un animal de fauna y consume una parte puede estar salivando, no sabemos qué condiciones físicas tenga y entonces es un foco de contagio para otros animales callejeros”, dijo Múzquiz Ortiz.
En cuanto a los insectos el funcionario recomendó dejarlos en el jardín y en caso de encontrar una araña o tarántula al interior del hogar, se puede retirar de la casa con una escoba suave deslizándola hacia afuera.
Y aunque algunos arácnidos tienen algo de veneno, lo utilizan para alimentarse y no para atacar, sin embargo, advirtió que ningún insecto puede ser tomado con la mano.
Otra forma de ayudar a los insectos es generar jardines con especies nativas para polinizadores, y si se va a construir en una zona que colinde con un área natural, se tienen que tomar medidas que disminuyan impacto ecológico, como plantando vegetación de la zona y permitir que la presencia de especies como ardillas, mapaches o tlacuaches, mismos que pueden ser controlados por medio de cercas.
Cuando sí se debe de llamar a las autoridades de Protección Civil o Parques y Vida Silvestre de Nuevo León es cuando se encuentren ante un panal de abejas o una víboras peligrosa como cascabel o coralillo.
LOS DEVASTADORES
Las empresas constructoras han jugado un papel muy importante en la invasión de zonas naturales, sin embargo, tienen compromisos al momento de realizar un desmonte.
El funcionario explicó que al momento de solicitar un permiso de cambio de uso de suelo, tienen que utilizar un plan de reubicación de fauna silvestre, que, desafortunadamente se queda en el papel.
Y es que al iniciar la construcción de, por ejemplo, un fraccionamiento, los constructores tienen la obligación de reubicar toda la fauna que quede contenida en la zona.
En caso de incumplimiento se puede hacer una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).
Múzquiz Ortiz dijo que es importante que no acostumbrar a los animales silvestres al alimento fácil, por lo que es necesario tener un contenedor de basura con tapa a prueba de fauna, además de evitar dejarlos expuestos por las noches.
Agregó que no se debe de alimentar a estos animales, ya que existen estudios que revelan que esta fauna tiene 70 por ciento de probabilidades de morir si no se retira a zonas sin urbanización.
“Un animal de vida libre que es alimentado tiene una gran posibilidad de morir ya sea atropellado, por comer bolsas de plástico o comer alimento procesado que no es lo óptimo para ellos entonces son múltiples causas que los ponen en peligro”, dijo.
Incluso alimentar animales salvajes en la vía publica puede considerarse como maltrato animal.
“En Nuevo León tenemos una Ley de Bienestar Protección Animal, el estar alimentando fauna silvestre es considerado como maltrato y se sanciona por parte de la PROFEPA tanto a nivel federal como estatal y puede haber una sanción.
“Es maltrato animal porque se está sometiendo al ejemplar alimento que no es óptimo y también lo estas sometiendo a que permanezca en la zona urbana”, dijo.
En el caso de Nuevo León, el Artículo 445 del Código Penal marca que quien cometa actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier especie animal causándole lesiones, se le impondrá de tres días a un mes de prisión y multa de tres a cinco cuotas.
CASAS DONDE NO DEBEN DE ESTAR
La diputada del Partido Verde, Ivonne Bustos Paredes, comentó que la invasión al hábitat de las especies animales en el estado se debe a la desproporcionada autorización de permisos de cambio de uso de suelo a zonas habitacionales, mismos que se están otorgando en lugares en donde no debería, como son áreas naturales protegidas o lugares de alto riesgo.
“Recordemos que hace 15 años o más todos los temas de desarrollo urbano municipal y los permisos consecuentes tenían que hacerse con base en la verificación de riesgos de cada ciudad y en el estado, ahora ya no”, comentó.
La legisladora mencionó que se está invadiendo con construcciones el hábitat natural de especies naturales que habitan en toda la sierra, por lo que existen reportes de avistamientos de osos y coyotes en el poniente de la ciudad.
“El problema que cada día estamos robándole más terreno y mas áreas verde a las zonas naturales y lo que estamos haciendo es poner en riesgo el hábitat de las especies”, dijo.
Enfatizó que los municipios están priorizando el desarrollo urbano por encima de la preservación del sistema natural.
Ante esta situación desde el Congreso local se ha hecho algunas leyes que ya se concretaron, como el catálogo de delitos ambientales donde se especificó como delito grave los daños ambientales, además de que se solicitó a la Fiscalía General que aprovechando el presupuesto que se le será otorgado, aproveche para crear una fiscalía especializada en delitos ambientales.
Además, en la comisión de Desarrollo Urbano existe la iniciativa de Ciudades Poblacionales.
“Es una propuesta de la cámara de la construcción para tratar rectificar a la zona centro de las ciudades y evitar la expansión desmedida de la mancha urbana.
Por otro lado hemos realizado diferentes modificaciones a ley de medio ambiente para que sean respetadas santuarios naturales y que sean sancionados grafitis o el mal uso de las áreas”, afirmó.
Reconoció que se tiene que hacer acciones más contundentes, sobre todo en la ejecución de la ley, pues existen autoridades que no supervisan y sancionan.
“Hay diversas sanciones pero lo más importante es que se revisen bien los permisos de construcción porque ahí esta el grave problema”, agregó
Por último pidió a las constructoras que regeneren las zonas afectadas con sus obras, además de reubicar fauna y hacer una plantación de arboles de acuerdo al área.