
Como el mejor promotor de deportes en México, o como un impulsor del desarrollo humano, así es como algunos que lo conocieron recuerdan al empresario regiomontano Carlos Manuel Bremer Gutiérrez, quien pasó gran parte de su vida no sólo en los negocios, sino ayudando a deportistas, artistas y estudiantes, entre otros.
Para ellos, hablar de Carlos Bremer es hablar de un filántropo que desembolsaba dinero única y exclusivamente por el placer de ayudar a quien realmente lo merecía.
Por eso auxilió a cientos de personas a lo largo de su vida de manera personal o como una responsabilidad social de su empresa, pues sabía que devolver un poco de lo mucho que le dieron lo dejaría en el corazón y recuerdo de las personas.
Y es así como todo aquel que lo conoció lo recuerda: un desarrollador de carreras, pero sobre todo un desarrollador de personas dispuestas a superarse.
Y aunque ayudó mucho en diversos sectores, había uno especial: el deporte.
Pero ¿quién fue Carlos Bremer?
SU HISTORIA
Nació en 1960 en San Pedro Garza García, fue socio y director del Grupo Financiero Value hasta su muerte, el pasado 5 de enero de 2024.
Desde niño siempre mostró habilidad para los negocios, desde vender calculadoras digitales a los amigos de su padre, hasta organizar viajes a Disneyland fungiendo como una agencia para sus compañeros del colegio.
Según sus amigos ese espíritu negociador lo heredó de su abuelo y su padre.
Su abuelo, Eduardo Bremer, fue un médico migrante alemán que radicó por muchos años entre Matamoros, Tamaulipas y Brownsville, Texas; ahí tuvo varios negocios de boticas, hoy conocidas como farmacias.
En 1986 se mudó a la ciudad de Monterrey para abrir la Botica del León; años después su hijo Guillermo abriría la conocida tienda: Deportes Bremer.
Guillermo Bremer se casó con Sarita Gutiérrez y tuvieron cinco hijos: Guillermo Rodrigo, Bernardo, Carlos y Alberto.
Carlos fue quien resultó más habilidoso para los negocios, y a decir de quien lo conocía, no sólo poseía el dinero para respaldar a quien hiciera tratos con él, sino tenía un gran carisma y don de gente.
Después de vender calculadoras y organizar viajes, decidió incursionar en el negocio de los video juegos, pero por la limitación de su mercado: sus amigos, no tuvo el éxito deseado y fracasó.
Aunque para Carlos no fue precisamente un fracaso, sino una experiencia que lo marcó para después implementar un plan de contingencia.
Su amor por los negocios creció de tal manera que para los 15 años ya daba consejos a los amigos de su padre.
Posteriormente estudio contaduría en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
A los 19 años, en septiembre de 1979, daría uno de sus mejores golpes en el sector financiero, pues en ese año ingresó a laborar al Grupo Banpaís, una empresa que estaba por cerrar operaciones debido a problemas financieros.
Sin embargo Carlos no llegó solo, arribó con su encanto, inteligencia y habilidad para atraer nuevos clientes, evitando no sólo el cierre de la empresa, sino colocándola como la casa de bolsa líder de la ciudad.
En 1985, junto a el empresario Jorge Lankenau, fundó la casa de bolsa Ábaco, que después de unos años cerró operaciones. Para 1993 creó el Grupo Financiero Value junto a Javier Benítez Gómez.
PROMOTOR DEL DESARROLLO
Para el doble medallista olímpico Raúl González, “El Matemático”, más que promotor del deporte Carlos Bremer fue un promotor del desarrollo de las personas, pues sin importar el área de desempeño, siempre les ayudaba a crecer.
“En este perfil multifacético siempre se movió con un espíritu que para mí es de las cosas más valiosas que podemos rescatar de él, pero especialmente ese convencimiento y decisión personal de querer impulsar a los demás.
“No importaba en qué rol o actividad se desempeñaran, él los impulsaba a crecer para desarrollarse y alcanzar niveles de grandeza, eso lo hizo en el deporte, en el sector empresarial, en el mundo del espectáculo, en el sector estudiantil y en instituciones de beneficio social relacionadas con la niñez y la juventud”, contó a Hora Cero.
Sin embargo no bastaba con tener las posibilidades económicas para poder ayudar. Bremer también contaba con un carisma para involucrar a quien le presentaba un proyecto.
Ese perfil multifacético, carisma, entusiasmo y don de gente fue lo que lo llevó ser un hombre muy reconocido dentro y fuera del país.
EL APOYO
González, además de ser campeón olímpico en marcha en Los Ángeles 84, también estuvo al frente de varias instituciones deportivas como la Comisión Nacional del Deporte y el Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte de Nuevo León, donde conoció el apoyo incondicional de Bremer.
Incluso ese apoyo muchas veces se convirtió en el principal sustento para los proyectos, más allá de las instituciones financieras o dependencias que realmente estaban de cierta manera obligadas a responder por los deportistas.
Pero el involucramiento no era sólo monetario, pues a Bremer lo que realmente le interesaba era poner en alto el nombre de México.
“Tuve muchas experiencias de colaboración, trabajo y de compartir tiempo con Carlos Bremer, y recuerdo cosas muy tangibles. Por ejemplo, cuando me desempeñé como dirigente deportivo en el Estado y en al Comisión Nacional del Deporte, siempre tuve un amigo en Carlos.
“Siempre me preguntaba en qué me podía apoyar. Me manifestó un reconocimiento por mí trayectoria deportiva y eso te lo digo porque en mi última responsabilidad al frente del INDE Nuevo León, fue mi mejor colaborador más allá del Gobierno del Estado”, platicó.
Entre uno de los tantos proyectos que financió está haber donado un millón 600 mil pesos a 16 atletas de Nuevo León que calificaron para los Juegos Olímpicos de Río.
“Como empresario fue mi mejor colaborador para sacar adelante las tareas del INDE y los compromisos que asumimos a nivel nacional, apoyo para los deportistas y otras cuestiones.
“En un acuerdo que tuvimos él y yo decidimos que todos los deportistas que calificaran a los Juegos Olímpicos de Río les otorgaríamos un estímulo de 100 mil pesos. Algo que nunca se ha había hecho ni a nivel nacional, pero a los de Nuevo León, gracias a Carlos Bremer, pudimos entregarle un estímulo económico”, rememoró.
Dijo que el Programa Estatal de Deporte, que en su tiempo desarrollaron, tuvo en Carlos Bremer y Value el mayor apoyo de la iniciativa privada.
“Cuando hablo de apoyo no hablo de tres pesos, hablo de cantidades importantes para impulsar a las delegaciones de Nuevo León, los eventos que organizábamos y las participaciones a nivel nacional o internacional”, dijo.
Con tristeza, reconoció que incluso ante la falta de la apatía de las autoridades de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, también le entró al quite apoyando a los deportistas.
“Un día Carlos me dice: ‘Raúl, ¿qué necesitas?’ Yo le respondí que teníamos poca ayuda de la institución responsable y estábamos de cara a los Juegos Olímpicos.
“Él me contestó que no me preocupara que contaba con su apoyo, y te lo digo clarito, fue él quién me ayudó, me financió todo el programa de preparación para los Juegos Olímpicos de los marchistas en Tokio”, contó.
Lo anterior a pesar de que la ayuda implicaba campamentos en Bolivia, competencias en Europa, diverso trabajo y una beca para los atletas.
“Eso lo hizo Carlos y lo hizo por amor al deporte y el interés de impulsar el desarrollo y el crecimiento de las personas, no se diga de los deportistas.
“El siempre quería que los deportistas tuvieran todo para alcanzar su sueño y que fueran triunfadores. Que representaran a México le daba mucho orgullo y que pusieran muy en alto el nombre del país, era algo que le apasionaba”, resaltó.
RECORDAR ES VIVIR
Habían pasado cuarenta años desde aquel 20 de agosto de 1984 y Raúl González revivió esos momentos de gloria cuando ganó su medalla de oro en marcha de 50 kilómetros, acompañado de Carlos Bremer.
Y es que en una propuesta que nació del empresario sólo porque de alguna manera quería revivir la gloria de “El Matemático”, viajaron a Los Ángeles para vivir en carne propia lo sucedido, sólo por amor al deporte.
“Un día, en un tema muy personal, me dice: ‘Raúl ¿por qué no vamos a Los Ángeles al estadio donde tu ganaste tus medallas y revivimos esos momentos?’”, me lo dijo un buen día de abril en 2021.
“Lo planeamos y nos fuimos a Los Ángeles y ahí recorrimos los dos caminando el circuito olímpico en donde gané las medallas, la entrada al estadio, platicamos, conversamos, entramos en el túnel.
“Le compartí mi vivencia en ese momento de las competencias, dentro del estadio y vivimos un día que a mí se me salían hasta las lágrimas de revivir con él esos momentos de hace casi 40 años”, rememoró.
Dijo que al platicar con Bremer, sentía que platicaba con un hermano, con alguien que conocía desde hace muchos años y eso tal vez era por su conexión deportiva, por eso no reparó en compartirle sus sentimientos y vivencias de aquella majestuosa mañana de agosto de 1984.
Después de revivir esos momentos, Bremer se fue al aeropuerto no sin antes pasar a comer unas hamburguesas recomendadas en el FiveGuys, hamburguesas que estaban enormes y deliciosas.
“Luego de eso me dice: ‘váyanse a ver a los Dodgers hoy en la noche’, y no se cómo pero él ya tenía los boletos para que fuéramos esa noche al Dodger Stadium. Ese era Carlos, un extraordinario y sencillo ser humano.
“Y esto lo quiero dejar bien claro: con nadie recordé mis vivencias olímpicas más que con Carlos Bremer, recorrimos el bulevar exposición, todo el recorrido como fue la competencia, entramos por el túnel y todo”, precisó.
APASIONADO DEL DEPORTE
Para Raúl González, Bremer fue un genuino apasionado de los deportes, no importaba la disciplina, pero sin duda el beisbol y el basquetbol guardaban un lugar especial en su corazón.
“Muchas veces fuimos juntos a ver los campeonatos de Fuerza Regia, con Sergio Ganem al frente. Y se apasionaba enormemente con el basquetbol, pero también hacía lo mismo con otros deportes.
“Apoyó a los Sultanes, a las ligas pequeñas y participó en los grandes eventos del beisbol profesional. En el basquetbol el fue el gran impulsor de la selección nacional en su mejores momentos. No era apasionado de uno solo”, platicó.
Sin embargo González piensa que más que apasionarse por el deporte, se apasionaba con el desarrollo de las personas para que pusieran en alto el nombre de México.
“Así como se apasionaba de los deportes, yo siento que lo que más le apasionaba era ese interés sin condiciones de impulsar a la gente a que alcanzara sus metas”, opinó.
Por todo eso, considera que Bremer está a la cabeza de cualquier empresario regiomontano, sin dementar lo que otros han hecho y hacen por el deporte.
“Nosotros sabemos cómo somos los de Nuevo León y sabemos cómo es la clase empresarial, tenemos gente maravillosa, extraordinaria, constructora de la grandeza de Nuevo León a través de generaciones. Es un perfil de la gente del Estado.
“Ahora es cierto, no todos están sensibilizados con el deporte, pero en este caso Carlos está a la cabeza de cualquier otro empresario de Nuevo León que sí lo esté.
“Carlos estaba muy por encima inclusive a nivel nacional. Si algo faltaba a la selección nacional, por ejemplo en los Panamericanos o Juegos Olímpicos, siempre estaba en primera fila para ver cómo podía apoyar”, precisó.
SE VA UN GRANDE
A González le dolió profundamente la partida de su amigo: “En este momento muchas personas como yo nos sentimos profundamente tristes. Se fue una extraordinaria persona, multifacética, pero sobre todo un extraordinario ser humano”.
Dijo que por esa grandeza y espíritu de ayuda, es que Carlos Bremer le hará falta no sólo al deporte de Nuevo León, sino al deporte nacional e internacional.
“Para muchos deportes no profesionales que le tocaron la puerta y pidieron apoyo, él siempre tenía una mano generosa y una actitud echada para adelante. Su visión era como apoyar a los deportistas para que fueran mejores”, resaltó.
González, quien ha vivido en al cúpula deportiva desde hace muchos años, se ha dado cuenta que no todas las personas cuentan con esas ganas de impulsar a las personas, por eso Bremer se distinguía del resto.
“Pocos seres humanos pocas personas en nuestro país piensan en cómo impulsar a los demás. Es muy difícil, ese es un rasgo muy valioso que muy pocas personas tienen, porque normalmente pensamos en nosotros.
“Él decía que quería tener muchos campeones en México; quería mucho al país y quería a muchos como yo.
“Más allá de los proyectos, hablo del amigo que se fue pero que se quedó con nosotros, gracias a su enorme valor como ser humano”, apuntó.
ERA EL MEJOR
Otro de los reconocidos personajes de Nuevo León y que también tuvo la fortuna de contar con el apoyo de Carlos Bremer fue don José “Pepe” Maiz, quien lo conoció desde niño en las ligas pequeñas.
Don Pepe primero conoció al papá de Bremer, don Guillermo Bremer, quien tenía una reconocida tienda de deportes en Zaragoza en el centro de Monterrey, Deportes Bremer, donde se surtían con todo lo necesario para el beisbol.
Carlos creció y se hizo habilidoso para las finanzas y fue ahí cuando don Pepe no dudó en invertir una fuerte cantidad de dinero en una casa de bolsa para la que trabajaba aquel muchacho entusiasta.
“Fui, si no el primero, de los primeritos en trabajar con él. Incluso desde antes de que trabajara en ABACO, fui de los que apoyé depositando una cantidad en la casa de bolsa anterior en la que estaba.
“A mi me tocó jugar con él cuando tenía unos 16 años. Estaba jovencito, luego entró a ABACO y formó un equipo y ahí jugué”, contó.
Don Pepe cree que el amor por los deportes en Carlos Bremer, fue heredado por su padre, quien por un tiempo fue jugador de basquetbol de los Diablos Rojos del Círculo Mercantil.
“Su papá siempre fue deportista y creo que de ahí le nació la tienda de deportes que fue de las primeras en Monterrey”, recordó.
Al rememorar esa historia don Pepe se muestra consternado no sólo por la ayuda que le dio en los Sultanes de Monterrey, sino por el amigo que se fue dejando un lugar irremplazable.
“Estamos todos muy consternados por lo que pasó; todos los que hemos sido deportistas y que fuimos beneficiados por él también estamos sumamente agradecidos por lo que hizo.
Para don Pepe Maiz, Carlos Bremer fue el mejor promotor de México no sólo en lo deportivo, sino en otras áreas como el espectáculo y educación.
“Para mí el es el mejor promotor deportivo en toda la historia de México, porque promovió el beisbol, futbol, boxeo, artistas y a medio mundo.
“No sé cómo lo hacía pero le pedías ayuda y el veía la forma; a nosotros nos apoyó muchísimo en el 2006 en el beisbol y estuvo pegado con nosotros todo ese año. Nos apoyó muchísimo a que el equipo Sultanes estuviera fuerte”, narró.
AYUDÓ A SULTANES
El 2006 fue un año muy difícil para los Sultanes en las finanzas, por eso la ayuda de Carlos Bremer fue fundamental para levantar al equipo, incluso estuvieron a punto de ganar el campeonato.
“Él le entendía muy bien a las finanzas y andaba siempre buscando a quién apoyar. Recuerdo que hace muchos años andábamos un poco apurados de flujo y nos prestó dinero contra facturas; nos ayudó muchísimo tanto en el deporte como en la constructora”, señalo don Pepe.
Su apoyo estuvo a punto de culminar con broche de oro como a Bremer le gustaba, lamentablemente en el último juego contra Yucatán sucumbieron ante los de la Península.
Don Pepe Maiz recordó cómo a lado de Carlos Bremer visitaban patrocinadores, incluso algunos los contactaba sin su ayuda convenciéndolos de apoyar al equipo.
“Me decía: ‘vamos a ver a fulano; con este no necesitas ir tú, yo me lo echo y él hablaba y hablaba’”, rememoró.
Contó que hacía lo mismo para conseguir jugadores, pues se ponía a contactar patrocinadores para conseguir dinero y poder traerlos.
“Me preguntaba: ‘oye Pepe ¿qué se necesita para traer a tal pelotero?’ Le explicaba lo que se tenía que hacer y lo conseguía.
“Me decía: ‘¿a quién necesitas?, tráetelo yo consigo la lana’, y así lo hacía”, platicó.
Así fue como Carlos Bremer los ayudó a salir del bache en que estaban, sobre todo trabajando arduamente hasta horas de la madrugada, demostrando que el interés no era sólo financiero, sino deportivo.
APOYO PARA TODOS
Su labor no se limitaba para ayudar sólo en lo profesional, pues también a las Ligas Pequeñas inyectó un gran capital para su desarrollo.
“También apoyó muchísimo al beisbol de ligas pequeñas desde su padre. Su papá, en 1960 fue director de Ligas Pequeñas, cargo que yo ocupo desde hace 15 años.
“Incluso él salió de ligas pequeñas y cuando nosotros estábamos chiquillos su papá nos surtía de bates y guantes en Deportes Bremer. Ellos están metidos en el deporte de toda la vida.
“Apoyó a los muchachitos de la “Mala” Torres cuando fueron a Williamsport; a otro grupo de muchachos que fueron a Europa, al “Canelo”, al “Chihuas”, a Andy Ruiz… Apoyó tenistas, jugadores de golf, a un montón”, señaló.
Además, a decir de don Pepe, sabía a quién ponerle el ojo y si alguien mostraba tan solo un poco de desinterés simplemente no se desgastaba.
“Carlos siempre fue una persona muy preocupada por ver a quién podía apoyar y sabía a quién ponerle el ojo; quien no le echaba ganas simplemente dejaba de apoyarlo. Él apoyaba a la gente que le echara ganas en el deporte que fuera.
“Todavía ahorita Value patrocina a muchos equipos en la Liga del Pacífico, incluidos los Sultanes. Creo que lo que hizo fue algo muy grande, además de lo que aportó al espectáculo porque realmente él fue quien revivió a Luis Miguel cuando estaba emproblemado, le aventó una gira y lo promocionó” resaltó
Dijo que la ayuda no se limitaba a lo económico, sino en consejos para cuidar su patrimonio y sus carreras.
“Y no sólo los apoyó con el dinero, sino los orientó para cuidarlo. Yo te aseguro que mucho del dinero de “El Canelo” está guardado gracias a los consejos de Carlos Bremer y Luis Miguel, pues ahí está abriéndose paso otra vez gracias a Bremer.
“Y así fueron muchas personas. En el golf patrocinó a Gaby López. Me acuerdo desde que patrocinó a Mélody Falcó para que se fuera a jugar tenis a Estados Unidos y ahorita es la mera mera del deporte por tercera ocasión. Cuántos no fueron a pedirle consejos”, comentó.
En 2005 se acercaron a él unos estadounidenses para realizar una película sobre un equipo de beisbol de Monterrey, y a pesar de que Carlos fue aconsejado de que no invirtiera su dinero, aceptó y años después más de tres millones de personas vieron The Perfect Game.
“Él hizo la película de El Juego Perfecto. Fue productor”, dijo don Pepe.
MEDALLISTAS
Gracias al trabajo colaborativo entre Melody Falcó, al frente del Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte, Carlos Bremer y otros empresarios se dieron apoyos a deportistas que posteriormente ganaron medallas olímpicas en la máxima justa del deporte mundial.
“Conozco a Carlos desde hace aproximadamente 37 años. Desde que yo era deportista como tenista a mi también me apoyó.
“Cuando entré aquí al INDE fue a la primera persona que busqué para plantearle un proyecto de apoyo a los deportistas de Nuevo León, y ahí empezamos este camino.
“El primero que hicimos fue el fideicomiso a escala, junto a otros empresarios de Nuevo León como el ingeniero Pepe Maiz, Chema Garza Ponce y otras empresas, para apoyar a los atletas rumbo a los Juegos Olímpicos”, contó.
Fue en el año 2003 cuando por primera vez Melody Falcó dirigió el INDE, y con la ayuda de Carlos Bremer y otros empresarios lograron posicionar a varios deportistas a nivel mundial.
“De ahí salieron grandes promesas como Mariana Avitia que terminó con una medalla olímpica; la gimnasta Elsa García, Maricela Montemayor de canojate, José Luis Sánchez de tiro deportivo que también fue a Juegos Olímpicos, Paco Serrano y una serie de atletas que pudieron destacar.
“Realmente ese apoyo no sólo fue económico de todo lo que los empresarios aportaban, sino la motivación también para las futuras generaciones”, platicó.
Dijo que la ayuda también la recibieron para las Olimpiadas Nacionales con uniformes, incentivos para los medallistas, regalos como iPads y computadoras, entre otras cosas.
“También nos apoyó en los Panamericanos y en mundiales como natación, boliche, karate; él siempre entraba como patrocinador del Estado. Y alrededor de muchos años como patrocinador de la selección estatal”, comentó.
Señaló que a la par de los apoyos que daba al Estado, de manera personal apoyaba a los atletas.
“Todos los que le presentaban algo y si el veía que valía la pena y que iban a dejar huella, los apoyaba”, apuntó.
Por todo ese acompañamiento que daba a los atletas, para la dirigente estatal Carlos Bremer siempre será el empresario que más apoyó al deporte en el Estado.
“Siempre estaba presente en lo más importante a nivel estatal y federal. En los equipos profesionales de la ciudad era clave para tuvieran todo el impulso no sólo de él sino de otros empresarios”, rememoró.
Incluso ella también recibió el apoyo de Bremer en el inicio de su carrera como tenista, y fue gracias a ese impulso que pudo colocarse como las mejores del mundo.
“Lo conocí gracias a grupo ABACO, cuando apoyaban a los Rayados, el beisbol y a mí, y la persona enlace era Carlos, era como el encargado de mí carrera y de los apoyos para jugar en Estados Unidos.
“Era super positivo, siempre motivándome a dar mi mejor esfuerzo. Mi relación con Carlos fue siempre de amistad, lo admiraba mucho y creo que él sentía mucho cariño por mi y creía en lo que le presentaba”, platicó.
SHARKTANK Y LA CASA DE YE GON
Bremen participó en el programa Shark Tank México de Sony Pictures, junto a empresarios como Arturo Elías Ayub, Rodrigo Herrera, Ana Victoria García y Marcus Dantus.
Estuvo en un total de seis temporadas en donde apoyó decenas de negocios, principalmente con pequeños emprendedores, en donde su interés con los jóvenes ayudó a que se ganara el corazón del público.
Su presencia en el programa lo convirtió en uno de los empresarios más mediáticos carismáticos del país, al quedar en evidencia su apoyo a los emprendedores con propósitos sociales.
En una entrevista con Adela Micha, Bremer dijo que aceptar la propuesta para unirse a Shark Tank México era, de alguna forma, una manera de regresar poco de lo mucho que los negocios le dieron.
Entre los proyectos más recordados de Shark Tank con Carlos Bremer se encuentran Autocinema Coyote; Mitu, una marca dedicada a diseñar y comercializar calzado de dama; Helpo, un spa de bolsillo diseñado y comercializado por Karina Álvarez, entre otros.
Uno más de los sucesos que colocaron a Carlos Bremer como un impulsor del deporte incansable, fue cuando adquirió la famosa casa del empresario Zhenli Ye Gon.
En esa ocasión los más de 100 millones de pesos que el empresario regiomontano pagó por la mansión, iban a ser destinados para apoyar a los atletas mexicanos.
EL ADIÓS
Tras el fallecimiento del empresario, la comunidad deportiva, periodística, educativa y del espectáculo se pronunciaron en sus respectivas áreas con palabras de aliento, minutos de silencio, condolencias para la familia o simplemente de agradecimiento.
En el Club de Futbol Monterrey, previo al inicio del partido entre Rayadas y Puebla, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del empresario, quien por los años 90 estuvo ligado a la institución.
En Tigres hicieron lo mismo en el encuentro de Tigres Femenil contra el Atlético de San Luis, en donde posterior al minuto de silencio, los asistentes al estadio le brindaron un aplauso.
Saúl “El Canelo” Álvarez también se despidió de su amigo agradeciendo por el apoyo y las enseñanzas: “Te recordaré con cariño y admiración. Buen viaje querido amigo”. Value fue uno de los principales patrocinadores del boxeador.
“Querido amigo, aliado incondicional y generoso como pocos”, fue lo que Fernando Landeros, director del Teletón, escribió después de enterarse de la partida de Bremer.
“Vuela alto amigo Carlos Bremer, un gran ser humano, empresario exitoso, filántropo, impulsor del deporte y de jóvenes emprendedores, que dejó huella en cada persona que conoció”, escribió el periodista financiero Armando Torres.
José Alberto Molina, de El Economista, destacó la habilidad de Bremer para los negocios, comparando como para mientras algunos entender las finanzas es tedioso y complejo, Bremer se desenvolvía como en un juego de Monopoly.
Señaló que otra de las grandes diferencias del empresario era que mientras un niño de 12 años, regularmente, sólo piensa en divertirse, él ya comenzaba a interesarse en la actividad económica (como lo de la calculadoras).
En otros medios como El Emprendedor y El Economista, destacaron los puntos importantes de cómo Bremer navegaba en los negocios.
Responsabilidad de ser emprendedor para ayudar a los demás, el trabajo en equipo, la valuación de una empresa o proyecto para invertir, cómo se debe componer un negocio, cómo enfrentar las crisis y sobre todo tener valores.
Valorar el talento y capacidades de un socio era otra peculiaridad que Bremer destacaba para hacer fructífero un negocio.
Y así muchos empresarios y deportistas se pronunciaron respecto a la muerte del filántropo deportivo y cultural.
No se diga el sábado 6 de enero durante su sepelio. A las capillas de velación Valle de la Paz llegaron decenas de personajes de la vida política y empresarial como el gobernador Samuel García, el ex alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández y el secretario de Gobierno, Javier Navarro, entre otros.
Una de las agradables sorpresas fue el gesto que tuvo Luis Miguel al enviar una corona con rosas claras; era sabido que Bremer fue uno de los principales impulsores para que reiniciara su carrera.
Otro personaje que se despidió en la misa de cuerpo presente fue su amigo Emanuel, el cantante mexicano que entonó ‘Sentirme Vivo’ como le hubiera gustado a Bremer.
Antes expresó su sentir por la pérdida de su gran amigo, a quien describió como un emprendedor inquieto que ayudó a mucha gente y hombre muy importante para México.
Después familiares y amigos cargaron su féretro para llevarlo a su morada final.
Así es como despidieron al empresario filántropo que en cualquier escenario podía ganarse el aplauso de muchos, como aquel 15 de agosto de 2019 cuando fue ovacionado por atletas luego de que adquiriera la mansión de Zhenli Ye Gon gastado 102 millones de pesos que serían destinados al deporte.
En fin, ese era Carlos Bremer, cuyo legado quedará por siempre en cada medalla, cada copa o trofeo que ganaron aquellos a quien apoyó para su desarrollo personal y deportivo, pero sobre todo para poner en alto el nombre de México.