
Año nuevo, lugar nuevo, pero misma tradición.
Un par de meses después de que por cuestiones legales cerró sus puertas, el Café Nuevo Brasil, como el “ave fénix”, resurgió de las cenizas para iniciar un nuevo capítulo en sus 55 años de historia en un nuevo lugar.
Ahora ubicado en la esquina de Valentín Gómez Farías y Juan Ignacio Ramón, en el Barrio Antiguo, el espacio cultural busca reinventarse y dejar atrás el trago amargo que vivió en septiembre pasado, al ser desalojados del local que ocuparon por más de cinco décadas.
“Nos estamos ‘vistiendo’, adaptando al espacio y tratando de reinventarnos, pero con el pasado que todo el mundo sabe de nosotros”, comentó Moani Compeán, propietario del café.
Desde hace un par de días este espacio está funcionando a manera de prueba y será formalmente abierto al público en general a mediados de enero.
“Estamos como en los periódicos, en los números cero”, bromeó el encargado.
Por cuestiones de recursos no habrá una inauguración como tal, pero no se descarta si llegase a haber algún “padrino valiente” que se apunte para la celebración.
De acuerdo con el encargado, la esperada reapertura será de forma gradual, pues no se cuenta con el capital suficiente para sostener el Nuevo Brasil como se hacía anteriormente.
Por ejemplo, de momento sólo se ofrecerá a los comensales un 25 por ciento del ya tradicional “menú democrático” que lo caracterizó por años. Entre los platillos están los huevos al gusto, lonches, sándwiches, tacos, café y refrescos.
“No hay billete así como los que entran con toda la infraestructura, todo el personal… esto todavía es un rollo familiar. A ver cómo se va dando el espacio”, mencionó.
Además, no estará las 24 horas abierto, como en sus mejores años.
“Para empezar, estaremos de 8 o 9 de la mañana a las 12 de la noche, ese va a ser el horario a continuar. Posteriormente, si los tiempo se van dando, le vamos a dar espacio al turno completo”, indicó Compeán, quien ha estado al frente del café por más casi 20 años.
En cuanto al ambiente bohemio y el bar, también tendrá que esperar hasta ver cómo funciona el lugar.
LUGAR NUEVO,
IMAGEN NUEVA
Frente al monumento a Alberto del Canto, justo en la esquina de Valentín Gómez Farías y Juan Ignacio Ramón, se encuentra el nuevo Café Nuevo Brasil, en el número 1102.
Este lugar fue localizado por Compeán mientras caminaba por el Barrio Antiguo durante la disputa legal que mantenía por el viejo local.
Su fachada color verde pistache no muestra señal alguna de que se trate del espacio cultural de gran tradición.
Esto es porque, como parte de su nueva etapa se renovó el logo del lugar a algo más apegado al estilo del Barrio Antiguo, mismo que será colocado en forma de bandera como anuncio.
Al fondo del local de 70 metros cuadrados se ubica el popular y distintivo vitral que diseño el monero regio Polo Jasso, el cual adornó la fachada del Brasil en su anterior ubicación por 18 años.
Siete mesas y con sus respectivas sillas son parte del inmobiliario. Sobre la barra ya no está el espejo con la quiniela de las elecciones y el televisor fue cambiado por uno más actual.
Los recuerdos se hacen presentes en el refrigerador, que está adornado con cientos de viejas fotografías de las personalidades que visitaron el café en su anterior locación.
“La verdad estamos con un espacio mucho menor que nos permite tener a 37 personas bien sentadas, como máximo 43 personas”, indicó el arrendatario.
Apenas el local abra sus puertas de manera formal, las lecturas, obras y hasta presentaciones de grupos regresarán.
Una de las principales quejas sobre el antiguo local era el deplorable estado de los sanitarios, pero esa es cosa del pasado, motivo de orgullo de Compeán. Ahora los baños son dignos de presumirse por su diseño y limpieza.
No sólo los recuerdos y fotografías son lo único presente del viejo café, sino también alguno de los muebles, aparatos eléctricos y hasta el personal que por años ha trabajado en el espacio cultural.
Quienes también siguieron a Compeán al nuevo local fueron sus clientes frecuentes.
“Nos está siguiendo la banda, la gente que ha crecido con nosotros, nuestros amigos, los fans y por el Facebook la gente nos ve, nos sigue y no nos perdona que nos distraigamos”, dijo.
Para este 2016, Compeán espera que “sigamos coincidiendo gente positiva, gente que coincida con nosotros en nuestras charlas, en nuestra formación de opinión; que compañeros de los medios y artistas sigan viniendo aquí con nosotros”.
EL ADIÓS A ZARAGOZA
Por más de 55 años, el Café Nuevo Brasil fue juez y parte de la vida cultural de la entidad.
Desde su apertura, el café-bar estuvo ubicado en Zaragoza, casi esquina con Washington, y fue un referente de la expresión cultural por cuya puerta desfilaron los más diversos personajes, entre políticos, artistas, activistas y promotores culturales.
La crisis de inseguridad que se vivió en la entidad en años anteriores fue un duro golpe en sus ingresos.
Los problemas económicos del café duraron por años y las deudas aumentaron, los dueños del local reclamaban un adeudo de alrededor de 300 mil pesos.
Pese a que los clientes incondicionales del café, entre los que se encontraban artistas, promotores culturales y comunicadores de la entidad, respondieron al grito de ayuda lanzado por el administrador del lugar, los esfuerzos fueron en vano.
Las subastas y obras a beneficio no lograron recaudar el dinero necesitado para saldar las deudas y por decisión del tribunal que llevaba el caso, el 10 de septiembre del 2015 el establecimiento fue desalojado.
Será este primer mes del 2016 cuando un nuevo capítulo en la historia del Café Nuevo Brasil comience a escribirse.