Conscientes del esfuerzo económico que representa a las familias de un niño con cáncer llegar a sus quimioterapias, un grupo de conductores de plataformas digitales realizan una dinámica donde ofrecen a estas personas viajes gratuitos. Cada vez son más quienes decidieron unirse a esta idea.
Tener un familiar con cáncer es complicado, desde la perspectiva emocional hasta la económica. Entre los múltiples problemas que sobrellevan las familias con niños que padecen esta enfermedad es el gasto promedio de 4 mil pesos mensuales en traslados hacia hospitales.
Eso es sin contar el desabasto de medicinas, problemática que persiste a nivel nacional. De acuerdo a testimonios de madres de familia afectadas por esta situación, hay quienes desembolsan de 900 hasta 5 mil pesos semanalmente.
Gerardo Zavala Rivera, presidente de la organización “Conductores de Apps Monterrey” (CAM), es un ciudadano de Monterrey consciente de la realidad que viven los menores y ha tomado cartas en el asunto. En conjunto con las asociaciones “Ciudadano Empoderado” y “Servir con Amor”, lanzaron una iniciativa que consiste en proporcionar traslados gratuitos a niños con cáncer.
Egresado del Centro de Estudios Superiores de Diseño de Monterrey (CEDIM), ha ejercido como publicista y diseñador gráfico desde hace más de 7 años. Debido a la situación de inseguridad en el país, tuvo que cerrar su negocio.
Tras este abrupto suceso decidió buscar un trabajo adicional. Optó por volverse conductor de plataformas digitales como Uber o Didi con el fin de generar un ingreso extra. Fue a partir de ahí, que en conjunto con otros choferes crearon “Conductores de Apps Monterrey”.
“El programa que desarrollamos es ayudar a todos los niños que padezcan de cualquier tipo de cáncer, especialmente con la leucemia; el más común en los pequeños. Consiste en trasladarlos desde sus casas a los centros médicos donde reciben sus quimioterapias.
“Hoy en día estamos enfocados al 100 por ciento en los pequeños para combatir la problemática que acontece tanto en Nuevo León como en el país del desabasto de medicamentos. Si todo sale bien tras esta primera fase, nos gustaría apoyar también a jóvenes y adultos con enfermedades graves,” explica.
Actualmente el grupo presidido por Gerardo cuenta con 33 miembros activos. Indirectamente, conductores particulares se han sumado a la causa y prestado sus servicios por el bien de los menores.
Expone también que ya establecieron contacto en Guadalajara y la Ciudad de México, donde han mostrado interés en darle continuidad al proyecto.
Por medio de la aplicación de frecuencia radiofónica “Zello”, los colaboradores se alertan de operativos, tráfico, asesorías, apoyo mecánico, así como monitoreo de familias de niños con cáncer que necesiten de los traslados.
“Necesitamos mucha ayuda por parte de los ciudadanos, ya que es difícil atender a todos los pequeños. Se estima que hay 4 mil niños que padecen cáncer en Nuevo León y queremos cubrir toda esa necesidad.
“Gastan aproximadamente entre 300 y 400 pesos diarios en ida y vuelta, esto porque a las horas que asisten a las clínicas la tarifa dinámica de las aplicaciones se eleva hasta casi el doble. Súmale que son 10 veces al mes que reciben sus quimioterapias, mínimo ya son 3 mil. Hacen un esfuerzo inhumano por pagar la salud de los hijos, pero ya ahorrarles ese gasto sería un plus para las familias”, reafirma.
SU GUSTO POR SERVIR
Gerardo comenta que desde joven comenzó su pasión ayudar a los demás. Relata que fue su madre quien le inculcó el gusto por servir al prójimo.
“Mi mamá trabajó por mucho tiempo como trabajadora social del DIF Nuevo León. Desde chiquito me enseñó a ayudar a personas que se encontraran en situaciones adversas, además gracias a que la acompañaba, presencié todo tipo de situaciones, desde enfermos de gravedad hasta a quienes les faltaban partes del cuerpo.
“En toda mi vida he tratado de compartir este pensamiento, pero sobre todo impartirlo. Considero que debemos estar agradecidos porque Dios siempre sabe ponernos en el lugar de quien sirve y no en el lugar de quien necesita la ayuda”, expresa con alegría.
Gerardo cuenta que otro de los motivantes que tuvo en su vida fue una situación adversa: su madre padeció cáncer de mama. Gracias a que salió adelante, la experiencia de su figura materna reforzó su pasión por servir.
“Tuvo sus quimioterapias y más de 36 radioterapias. Lo superó y es por ello que en mi caso particular descubrí que no necesito de grandes sumas de dinero para ayudar al prójimo, me siento agradecido y más que pagado con Dios en haberme ayudado a mantener viva a mi mamá”, expone entre lágrimas.
El “mayor pago” que alguien puede tener en la vida es mantener a sus padres sanos. Añade que en todo momento mantuvo la fe en alto y pedía por la salud y pronta recuperación de su madre.
“Estamos en deuda, necesitamos hacer mil acciones. Siempre he creído que la salvación de cualquier ser humano es el servir al prójimo aquí en la Tierra, y con todo respeto, no en una iglesia”, sostiene.
APOYO DE SUS ALIADOS
Gerardo demuestra agradecimiento con las asociaciones que lo han acompañado para impulsar esta iniciativa: “Ciudadano Empoderado” y “Servir con Amor”, de las cuales detalla la sinergia que han hecho para atender la necesidad de los niños con cáncer.
“Servir con Amor nos proporciona los contactos de todos los niños que padezcan cáncer en la ciudad, revisan la situación económica de cada paciente y nos asignan los casos de acuerdo a la mayor urgencia de necesidad.
“Estoy eternamente agradecido con Nelly Eguía y Mayra Pérez, fundadoras de la asociación. Afortunadamente hicieron contacto con nosotros para poder servir a todos los niños que ayudan. Ellas son dos mujeres que, si bien no poseen muchos recursos económicos, su voluntad y amor por servir las convierten en excelentes personas”, comenta.
Gerardo revela que todos los niños atendidos por la asociación son de muy bajos recursos. Agrega que los casos que más lo han sorprendido son aquellos que viven en condiciones precarias.
“La verdad muchos de ellos ni tienen para comer, mucho menos para trasladarse. Y es por eso que nosotros quisimos contribuir, donando los viajes a los hospitales. La verdad me siento muy orgulloso que existan personas como Nelly, que piensen primero en el prójimo que, en ellos”, relata.
Por otra parte, comenta que detrás de “Ciudadano Empoderado” se encuentra Pedro Alejo, quien se ha encargado de conseguir medicamentos para quimioterapia en colaboración con los ciudadanos.
“Tengo la fortuna de conocerlo y más allá de su presencia en redes sociales, se encarga de administrar un banco de alimentos. Además, nos ha anexado a automovilistas para que nos ayuden en los traslados.
“Entre los tres hemos hecho un muy buen trabajo en equipo, hemos podido solventar la gran necesidad que hay de los niños con cáncer. Con voluntad de todos los ciudadanos hemos podido actuar rápidamente, y si otras organizaciones o fundaciones desean unirse con nosotros, son bienvenidas”, añade.
EL VIDEO EN FACEBOOK
El pasado 14 de noviembre Gerardo publicó un video con duración de 10 minutos en la página de Facebook del CAM en el que mientras hacia un traslado a un niño con cáncer, explicó en lo que consistía la iniciativa.
“La verdad estoy muy sorprendido de la respuesta de toda le gente que vio y compartió la publicación. Mucha gente nos contactó con el deseo de unirse a esta labor, en especial madres de familia, quienes conocen el dolor de ver a un hijo enfermo, fueron solidarias y se unieron a la causa.
“Además, la publicación rebasó fronteras, ya que tuvo un alcance a ciudades como Bogotá y Lima. Incluso se contactaron desde dichos países para adaptar el sistema de ayuda, eso nos dejó una sonrisa durante todo el día.
“No contaba con tanta trascendencia por parte del video, a lo mucho esperaba que unos cuantos lo vieran, pero al ver que llegó a miles de personas, me quedé sorprendido. Esto no tuvo precedentes y sean los que tengan que ser aquellos que se conmueven con la causa es más que suficiente”, afirma.
Sin embargo el “volverse viral” tuvo sus consecuencias. El mismo día que subió el video a Facebook, su cuenta personal fue bloqueada, lo que le impidió interactuar más allá de checar su perfil hasta el domingo y frenó la difusión de la publicación. Asume que fue el gobierno quien tomó acciones en contra de él.
“La verdad da mucha impotencia que las buenas ideas sean bloqueadas. Es triste que este tipo de situaciones sucedan, hasta parece que les cala el ver que la gente tenga iniciativa y haga más que las autoridades ante problemas de semejante magnitud.
“El gobierno se da cuenta que no están haciendo bien su trabajo, luego ven que los critican y tupen en las redes, por lo que obviamente van a tomar cartas en el asunto. Ya sea si ayudamos niños, gente de la tercera edad o exhibimos un problema grave, la vía fácil es bloquear a los detractores,” comenta con descontento.
Tras su experiencia, Gerardo invita a los ciudadanos a compartir toda iniciativa, proyecto o causa noble a pesar de las consecuencias que puedan enfrentar. Además, reitera su compromiso con difundir todo aquello que beneficie a la sociedad.
POR LOS NIÑOS
Con el fin de hacer el viaje más ameno y placentero para los niños, los choferes del CAM les regalan juguetes. Gerardo revela que esta medida es apoyada por los ciudadanos, quienes realizan donaciones para “sacarles una sonrisa”.
“No los culpo, entiendo porque no les gusta ir al hospital a tan temprana edad, si a nosotros como adultos tampoco nos encanta. Imagínense a un niño que no entiende el porqué de su enfermedad o que no pueda realizar las actividades que los demás niños sí, es bastante difícil la verdad.
“La sonrisa que ponen al recibir un juguete es una imagen imborrable y así se olvidan de un momento de su presente y se divierten”, relata.
Gerardo explica que el único requisito para donar es que los juguetes sean nuevos, esto debido a la vulnerabilidad de los niños a cualquier tipo de infección.
“Si les damos un juguete de medio uso, no sabemos dónde estuvo o por cuantas manos pasó y pueden contener varias bacterias en ellos.
“También ocupan utensilios como pañales, toallitas húmedas, agujas para catéter apport y parches tegaderm, estos últimos para sujetar los catéteres. Aquí van más gastos para las familias, es bastante complicados solventarlos y si nosotros podemos proporcionarlos, les haríamos más que un favor”, puntualiza.
Gerardo hace un llamado a todos aquellos que vean la estampa que los distingue, presentada en la parte trasera de los automóviles, ya que representa a los prestadores del servicio de traslado para los niños con cáncer. Pide que sean comprensivos más por los pequeños que por los conductores, debido a distintos factores en torno a los menores.
“Desafortunadamente, tras las quimioterapias la mayoría sale con náuseas y mareos, por lo que no podemos manejar a una velocidad promedio.
Debido al tráfico y el estilo de manejo de los automovilistas que impera en la ciudad, nos pitan y nos dicen hasta de lo que nos vamos a morir, lo que provoca que los niños se asusten. “Ante las emociones fuertes, sus probabilidades de recaer son altas debido a su fragilidad tanto emocional como de salud.
“Quiero aprovechar para extender mi mensaje a policías, tránsitos y elementos de la Agencia Estatal de Transporte. De verdad espero que sean conscientes al ver nuestro emblema. A muchos de mis colegas los han detenido en operativos contra choferes de plataformas digitales. De todo corazón, permítanos dejar a los niños donde les corresponde y ya después lidien con nosotros”, finaliza.v