Estricta, precisa y justa pueden ser los adjetivos que mejor describen a Nancy Prieto García, una de las ampayers amateurs más reconocidas en Nuevo León y el país, pero sin lugar a dudas el concepto que mejor la define es el de pionera.
Y es que desde los 11 años, sin saberlo, esta regiomontana comenzó a romper los estándares y modelos establecidos en su más grande pasión: el beisbol; deporte que le ha permitido escribir en su libro de la vida un sinfín de historias llenas de satisfacción, a lo largo de más de 30 años de trayectoria.
Pero en 2011, el capítulo más deseado en la carrera de Prieto García se escribirá, ya que su tenacidad y esfuerzo la llevarán hasta Williamsport, Pensilvania, Estados Unidos, para participar como ampayer en la afamada Serie Mundial de Ligas Pequeñas, hazaña que hasta la fecha ningún mexicano había logrado, por lo que Nancy se colgará un nuevo título, al ser la primera connacional en ampayear este evento internacional.
Ya sea como ampayer, entrenadora o coordinadora de liga, Nancy Prieto se ha creado un nombre en el mundo del también llamado Rey de los Deportes, gracias a su pasión por el diamante que inició en la década de los setenta.
LO TRAE EN LA SANGRE
Proveniente de una familia amante del beisbol y similares, la infancia de Nancy estuvo íntimamente ligado a los bats, bolas, primeras, segundas y terceras bases, ya que su padre fue durante mucho tiempo directivo de ligas pequeñas.
Desde niña su gusto por el deporte nació, acompañando a su padre a los juegos de beisbol, pero fue hasta los 11 años de edad cuando tomó la decisión de dejar de apreciarlo y comenzar a practicarlo, lo que evidentemente le arrojó un rotundo no por parte de su papá, pues el juego era considerado sólo para varones en ese momento. Sin embargo, su insistencia logró que su padre cambiara de parecer.
“La verdad es que desde muy chica yo jugué ligas pequeñas. Mi papá toda la vida ha sido directivo de las ligas pequeñas y en mi casa somos puras mujeres y mi papá estaba dentro del programa de ligas pequeñas por gusto, en realidad ninguna jugaba.Yo era la que más me le pegaba a ir a los campos. Un día yo le dije que quería jugar y me dijo que no que porque jugaban puros hombres, pero fue tanto el ‘gorro’ que le puse que empecé a jugar. Empecé a los 11 años jugando en la Liga Independencia”, mencionó sonriente Prieto García.
Al lograr ingresar, Nancy no sólo cumplió un anhelo; también, sin buscarlo, se convirtió en la primer mujer en entrar al programa de ligas pequeñas de Nuevo León.
Los años pasaron, al igual que las sonrisas y las agradables historias que este deporte deja grabadas en la mente. Prieto Salinas creció y la liga ya no contaba con una categoría para su edad, por lo que su camino en el beisbol quedó interte por un año hasta que cierto día leyendo el periódico se encontró con la favorecedora noticia de que existía una liga de softbol juvenil en la que podía participar, por lo que de inmediato logró colarse a ella.
El enrolarse a esa liga le permitió ganar mayor experiencia y madurez. Ahora con 17 años Nancy ya había aprendido a relacionarse con más ligas e incluso ser seleccionada estatal en contiendas deportivas, pero una nueva faceta estaba a punto de ser descubierta, la de ampayer.
Invitada por Benito Flores y Jesús Valtier, Prieto García participó en clínicas de ampayeo junto a otras chicas; algunas desistieron, pero no así Nancy, quien sabía exactamente hacia dónde estaría dedicado su trabajo: ligas pequeñas.
“Empecé a ampayar juegos de las líneas pequeñas cuando yo tenía 18 o 19 años, bajo las bases y las reglas que me daba Benito Flores. En el lapso de que yo jugaba y empecé a ampayar yo entrenaba niños en la liga pequeña de la del Valle, allá en San Pedro y a mí no me parecía que de repente en los juegos que llevaba a esos niños, se notaba mucho la parcialidad de los ampayers. Entonces, yo lo primero que pensaba era que no se valía que les hicieran eso a los niños. El ser leal, el hacer las cosas bien, es un ejemplo que le estás dando a los niños. A mí me molestaba, me mortificaba que los niños llegaran al ‘dog out’ y que estuvieran tristes porque les habían marcado algo equivocado, a mí esas cosas me hicieron empezar a ampayar”, mencionó la regiomontana de 48 años.
Participar en ligas pequeñas no es una tarea sencilla, el ampayer debe estar atento a cualquier tipo de detalle, pues finalmente los jugadores son menores con los que se tiene que tener más cuidado, tanto a nivel deportivo como personal. Es una labor dura, pero sumamente gratificante para Prieto García, quien desde su inicio como ampayer ya contabiliza más de 30 campeonatos nacionales, 12 latinoamericanos y dos mundiales.
Quizá uno de los juegos mejor tatuados en su memoria es el primer latinoamericano, pues apenas iniciaba su faceta como ampayer y ya tenía la responsabilidad de cantar las bolas y los strikes de un torneo internacional.
“Yo creo que tenía como un año o dos años ampayando, tuvimos en Monterrey un campeonato latinoamericano, me dijo que ya estaba lista para participar, la verdad a mí sí me entraba un poquito el nervio porque estás hablando de que vienen de diferentes países, pero esto así es, hay que aventarse y pues trabajé. A prtir de ahí, todos los años empecé a trabajar todos los torneos de todas las categorías de Monterrey, en NL, distritales, regionales, si teníamos cualquiero otro torneo nacional, le seguíamos y hasta ahorita”, comentó Nancy.
Cada juego, cada equipo, cada jugador está registrado en la memoria de Nancy, sus más de tres décadas en el mundo del beisbol le han dado como resultado un número impresionante de anécdotas, dignas de contar, entre ellas el cercano contacto que tuvo con los niños campeones de la Linda Vista en 1997.
“Un recuerdo grato es cuando los niños campeones de la Linda Vista, me tocó de casualidad ampayarles un juego en el distrital, después uno en el regional, fueron al lationamiericano a Puerto Rico, no los amapayée ahí obviamente porque yo era de México, pero como que en esa temporada les ampayée yo todos los juegos y pues luego quedan campeones mundiales, no sé son tantos años, tantos cosas que he vivdo, pero definitivamente todos los recuerdos son buenos”, mencionó con agrado la ampayer.
Su enérgico carácter conocido por todos y odiado por algunos la han convertido en una mujer que difícilmente puede ser olvidada, prueba de ello es el actual pitcher de los Cardenales de San Luis, Misuri, Jaime García, quien la conoció durante una eliminatoria y la recuerda como “la ampayita”.
“Fíjate que tengo un juego muy presente aquí en Monterrey, fue una inauguración. Yo todavía no estaba como coordinadora de ampayers. Iba ser un juego entre la Treviño Kelly de Reynosa y la Olmeca del DF. Los dos traían unos pitchers grandotes, iba ser un juego muy bueno. Y a mí me programaron en base, pero a la mera hora yo ampayé ese juego. Fue un juego muy bueno y resulta que el pitcher de ese juego de la Treviño Kelly era Jaime García, el pitcher zurdo que anda ahorita con los Cardenales, él lanzó ese juego. Cuando se acababa de ir a Ligas Mayores, yo fui a Reynosa y su mamá me fui a recoger a la central y en el camino ella iba hablando con él, en eso me lo pasó y yo pensé que ni se iba a acordar de mí, pero mi sorpresa fue que cuando le dije mi nombre me dice ‘la ampayita, cómo no me voy a acordar, ¿cómo estás Nancy?’ y mi primer comentario fue ‘¿y ya no lloras cuando pierdes?’, porque en el juego que lo ampayé lloró”, platicó entre risas la ampayer regiomontana.
Pero en la lista de logros de Prieto García aún queda un espacio vacío, un lugar en blanco que está listo para ser llenado con tan sólo 12 letras: Williamsport, lugar en donde cada agosto se lleva a cabo la Serie Mundial de Ligas Pequeñas.
EL CAMINO A WILLIAMSPORT
A principio de año, en el mes de febrero, Nancy Prieto García recibió la mejor noticia que pudo desear, fue nominada como ampayer para participar en el mundial de beisbol en Williamsport, Pensilvania, el sueño de todo personaje involucrado en Ligas Pequeñas.
Pero ser seleccionada para participar en esta competencia internacional, representó una largo camino que involucró sonrisas, tristeza, decepciones y una larga espera de más de 15 años.
Para ser considerado ampayer en Williamsport, los interesados deben de meter una solicitud para ser considerados, pasos que Nancy siguió al pie de la letra y que derivaron en una respuesta positiva, pero no precisamente la que ella esperaba.
“Se fueron dando las cosas poco hasta que yo metí mi papelería a Williamsport para ver si me nominaban para algún torneo. Meto la papelería y efectivamente a los dos años me llega una nominación pero para trabajar en un mundial, también dentro del programa de Ligas Pequeñas de Williamsport, pero en Taylor, Michigan, sede de los torneos mundiales de 13 y 14 años”, indicó.
Su experiencia en Taylor, Michigan, fue bastante afortunada. El trato que los organizadores tienen con cada uno de los que participan en el campeonato dejó asombrada a Nancy, quien la cataloga como una experiencia inolvidable.
“Me llega la nominación para ahí, voy al mundial ese, no puedo decir que no, voy a Tylor, participo en el mundial, es una experiencia completamente diferente, las personas organizadoras tiene un trato súper especial tanto para con los jugadores, como con los ampayers, son unas atenciones que no te imaginas, ya estando allá te das cuenta de la organización de lo que implica llevar a cabo un torneo de esos y que se les pasen ese tipo de detalles de atención a los ampayers, atención a los jugadores, atención a los papás de los jugadores. La verdad es una experiencia que no se te olvida nunca”, mencionó la regiomontana.
Pero Prieto García continuaba con la “espinita” de asistir a Williamsport, por lo que nuevamente envió solicitud y por segunda ocasión es nomiada, pero otra vez fuera del mundial de Pensilvania.
“Dejo pasar otros dos años, vuelvo a meter solicitud y me vuelve a llegar nominación, pero para ampayar un mundial de softbol femenil, categioría 17-18, dentro del programa de ligas pequeñas que ese siempre se realoza en Kalamazoo, Michigan”, dijo Nancy, quien agregó que el campeonato, realizado en el 2000, le dejó mucho aprendizaje como ampayer y entrenadora.
Ese se convirtió en el segundo mundial para la regiomontana; sin embargo, en su mente la idea de participar en Williamsport aún no decaía, es por eso que por tercera ocasión intentó colarse a la Serie Mundial.
La tercera fue la vencida, ya que en el 2004 Nancy logró la nominación para ampayer en el afamado evento deportivo, pero antes de que el sueño se concretara una norma del reglamento llegó para echar abajo la oportunidad y de paso arrasar con sus ilusiones.
“Participo en mi segundo mundial, me espero otros dos años y vuelvo a meter papelería, me llega mi nominación para Williamsport y me piden muchos requisitos y que tengo que mandar y dentro de eso me pidieron un currículum que va a aparecer dentro del anuario y entonces yo lo mando y obviamente pongo los dos mundiales en los que había participado y a la semana me mandan una contestación y me dicen que hay una regla en Williamsport que dice que no puedo tener más de dos mundiales y ya no puedo participar. Se vino todo abajo y la verdad yo sí me sentí mal porque era lo que yo esperaba, quería, mi máximo como ampayer de ligas pequeñas, pero pues bueno no quedó de otra y yo seguí trabajando aquí”, mencionó Prieto García.
Nancy continuó trabajando, finalmente los dos mundiales previos le habían regalado grandes experiencias y en México continuaba al frente de ligas, entrenando y por supuesto ampayando.
Sin embargo, el destino le tenía preparado una sorpresa, su tenacidad y verdaderas ganas de participar en el campeonato mundial surtirían frutos años más tarde. La frase “las reglas cambian” nunca tuvieron mejor sabor para Prieto García que hace un par de años, cuando en un campeonato nacional se enteró de que podría aplicar nuevamente.
“Tuvimos una campeonato nacional hace unos años aquí en Monterrey, vino el director latinoamericano, que es de Puerto Rico y me dice: ‘¿qué crees? Que acaban de cambiar las reglas de Williamsport, vamos a meter papelería otra vez a ver qué pasa’, eso fue como hace tres años. Total yo vuelvo a meter la papelería de solicitud para participar en Williamsport”, mencionó.
Y finalmente el momento tan esperado llegó. La ampayer mexicana resultó nominada para colaborar en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, el próximo agosto, con lo que cumplirá su mayor sueño, por lo que no resulta difícil entender la sonrisa que hoy dibuja su rostro.
“Es un gustazo para mí, era lo que yo estaba esperando desde hace mucho. Yo hubiera querido la verdad que esto se hubiera presentado hace cuatro o cinco años, pero valió la pena la espera, es algo por lo que yo siempre había luchado, lo que siempre había querido y sé que es un súper gusto que le va a dar a mi papá, que él es un amante de las ligas pequeñas. Y la verdad es algo súper especial para mí, pero más especial es que mi papá lo pueda disfrutar”, destacó.
AGRADECE EL APOYO
Aunque aún quedan detalles por afinar, Nancy Prieto García se declara lista para desempeñar el mejor papel de su carrera y representar orgullosamente a Nuevo León y todo México, pues las muestras de felicitación y apoyo que ha recibido provienen de todos los rincones de la república.
“Me declaro lista, pero la verdad es que tengo pendiente una vuelta a Estados Unidos para comprar algo de equipo de ampayer que necesito cambiar, pero sí estoy más que lista, más que puesta para representar a México en Williamsport. Tengo mucha gente que está al pendiente de mi vida deportiva y es algo que me estimula. La verdad es que es un compromiso bien grande, sé a lo que voy, sé las reglas, sé los mecanismos, estoy bien segura de la que voy a hacer, pero sí es un reto y un compromiso bien grande con toda la gente de México que me ha apoyado, ya no digo nada más de Nuevo León y que ha estado al pendiente de mi carrera”, afirmó.
Y aunque sabe que el soporte hacia su trabajo llega de todas direcciones, indiscutiblemente el que la ha llevado a trascender en el sendero del deporte es el de su familia, quien le ha ayudado a avanzar más lejos y más rápido en el “entretenimiento” que certeramente escogió.
“Mi papá, por él estoy aquí porque él fue el que me metió, mis hermanas también me apoyan en todo lo que se necesite, mi mamá le encanta el beisbol, le gusta ir a ver los juegos, no se los pierde, conoce los jugadores. Ni cómo pensarle de donde me sale todo eso, toda mi familia me apoya y me alienta a seguir en esto y pues imagínate el compromiso que yo tengo a que me digan: estamos bien orgullosos de ti”.
Nancy Prieto García demostró que el deporte ya no es cuestión de género, porque cuando se tiene la convicción y verdadera pasión por lo que se hace, las cosas sólo tienen un resultado: excelente.
Sólo es cuestión de meses para que esta ampayer regiomontana dé una cátedra más de dedicación y ponga en alto el nombre de México en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, su logro más importante por ahora, ya que mientras Dios le dé salud la dirección de la mirada de Prieto García siempre será la misma: hacia adelante.
“Todo ha sido para bien, todo ha sido para mejorar y mientras Dios me preste vida y salud para seguir en este le vamos a dar para adelante. Yo había dicho que una vez pasando Williamsport ya, yo me iba a retirar, pero se me hace que no es cierto porque es algo que me gusta, que lo siento y es algo en lo que quiero estar”, puntualizó.a