
por IRMA IDALIA CERDA
Ya lo estaban esperando. La comunidad intelectual regiomontana se preparaba para recibir la visita del premio Nobel de Literatura 2010 Mario Vargas Llosa, quien llegó primero a la ciudad de México.
El presidente Felipe Calderón le entregó la orden Águila Azteca en el Grado de Insignia y sorprendió como actor en “Las Mil y Una Noches” en el Palacio de Bellas Artes.
Pero Vargas Llosa tenía una cita con Monterrey. El escritor peruano nacionalizado español, vino a recibir el premio internacional Alfonso Reyes , convocado por los Consejos Conarte, Conaculta a través del INBA, la Sociedad Internacional Alfonsina, la UANL, la UdeM, la UR y el Tecnológico de Monterrey.
El pasado miércoles 9 de marzo por la tarde, el autor de “La Ciudad y los Perros”, “Conversación en la Catedral”, “La Fiesta del Chivo”, por mencionar algunas, y su más reciente : “El Sueño del Celta”, tuvo un encuentro con jóvenes de las cuatro principales universidades de Nuevo León que se congregaron en el Teatro de la Ciudad.
Hubo mucha demanda para este evento, tanto por parte del alumnado como del público en general, pero los que no alcanzaron boletos, pudieron seguir la charla a través de una transmisión especial por TV Nuevo León .
En forma simultánea, Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz 1992, dictaba su conferencia “La Lucha por los derechos de los indígenas” en el Aula Magna del Colegio Civil, Centro Cultural Universitario, donde también recibió el premio Flama Vida y Mujer, en manos del rector de la UANL, Jesús Áncer.
En este caso, la entrada fue libre y la exposición de la guatemalteca despertó también interés en otro sector de la población que no quiso perder la oportunidad de escuchar a la activista social, quien también tuvo un alto poder de convocatoria con la prensa local.
ESTUDIANTES LO ACLAMAN
Mario Vargas Llosa sostuvo un ameno diálogo con los estudiantes, en el que abordó varios aspectos en torno a la literatura. Cuatro representantes de las respectivas instituciones de educación superior le hicieron una pregunta al novelista.
De ahí se desprendió una especie de cátedra intensiva, en la que dejó claro la importancia sobre seguir la voz de la vocación, y en base a su experiencia personal, aconsejó dedicarse a lo que uno desea y la recompensa será sentir algo muy parecido a la felicidad.
Destacó que hace falta buena crítica para el gran público, porque –consideró- sólo hay crítica para los críticos; también asegura larga vida a los libros de papel, aunque reconoció el auge de la tecnología digital y concluyó : no importa la temática sobre la que decida tratar el escritor, siempre y cuando haga buena literatura.
Cabe mencionar que el novelista no firmó libros ni autógrafos. Durante su estancia estuvo todo el tiempo custodiado por razones de seguridad, pero siempre se mostró tranquilo y sonriente.
El jueves 10 de marzo, Vargas Llosa fue el protagonista principal de la agenda citadina : por la mañana fue a develar la placa conmemorativa en la Capilla Alfonsina, donde recordó que había leído “Visión Anáhuac” de Alfonso Reyes cuando cursaba la secundaria.
PREMIO ALFONSO REYES
Más tarde, se trasladó al Palacio de Gobierno donde recibió en manos del gobernador Rodrigo Medina de la Cruz el premio Internacional Alfonso Reyes que cuenta con un monto de 600 mil pesos, un diploma y la placa conmemorativa que da fe de la distinción entregada.
En el acto de premiación, acompañaron al escritor: Jesús Áncer de la UANL; Rodrigo Guerra Botello de la UR; Antonio Dieck Assad de la UdeM y David Noel Ramírez Padilla, del Tecnológico de Monterrey .
Estuvieron presentes también el secretario de Educación, José Antonio González; Teresa Vicencio, directora del INBA; Carmen Junco, presidenta de Conarte y Jaime Labastida , presidente de la Sociedad Alfonsina Internacional.
“Recibir este premio me incorpora a un grupo de escritores admirables, mexicanos, americanos y europeos que lo han recibido antes que yo. Todo esto implica un mandato de rigor, de honestidad, de consecuencia a la hora de escribir.
“Alfonso Reyes fue alguien quien asumió su vocación desde muy joven, se entregó a ella con extraordinario rigor, con talento y dejó al final de su vida una obra fecunda que ha mantenido a lo largo de los años ”, expresó el escritor peruano nacionalizado español, acreedor a la edición número 34 de este reconocimiento entregado desde 1973.