por Erick Muñiz
Habla con franqueza y con humor no siempre es fácil, y menos cuando el tema a tratar es uno de los tabús más arraigados en nuestro país: el sexo.
Elia Martínez Rodarte lo ha logrado a través de Ivaginaria, la columna sobre sexualidad que lleva 8 años cosechando lectores y hoy se convirtió también en un libro recopilatorio que abre un espacio donde se discute e informa para crear una conciencia de la educación sexual.
Tan importante es el tema de marras, que la escritora y periodista asegura categórica que a México le urge una Secretaría de Educación Sexual, donde el ala médica y la magisterial hagan mancuerna para mejorar la información existente en la sociedad.
“El problema es que hay educación sexual pero no se le da seguimiento, no hay campañas permanentes para decirle a la gente que tome precauciones, preservativos etcétera.
“Debería hablar una dependencia que fuera la Secretaría de Educación Sexual porque es súper importante, estamos hablando de que la gente está aprendiendo en la escuela pero no hay un seguimiento y los maestros tampoco están preparados en ese tema que es muy difícil y cada quien tiene prejuicios.
“Yo digo que si resuelves los problemas de educación sexual resuelves la mitad de los problemas del país, de verdad, así de grueso está el problema”, comentó Martínez Rodarte.
El libro Ivaginaria ha sido presentado en diferentes espacios de Monterrey, como el Centro Cultural Colegio Civil y la Feria del Libro, también en ciudades como Saltillo y Monterrey y la respuesta del público no se deja esperar: el interés, la curiosidad y si se quiere hasta el morbo hacen que acuda la gente y, ya estando ahí, aprovechen para aclarar dudas y preguntar la opinión de la autora.
REGISTRO DE CHARLAS
Consciente de que el tema de la sexualidad no debería quedarse en las charlas que sostenía con sus amistades, Elia Martínez Rodarte decidió darles forma a través de una columna en el periódico donde laboraba y así nació Ivaginaria.
“Yo estaba en un periódico y empecé a escribir la columna porque como las pláticas con mis amigos sobre la onda sexual y las broncas que tiene estaban súper buenas, pues dije las voy a escribir y claro que todo mundo se clavaba.
Por supuesto, yo aclaraba que no era sexóloga y no estoy tratando el sexo como cuestión científica sino anecdótica. Ya luego estudié sexología, pero eso se fue incorporando con el tiempo y con los temas”, explica la joven de ojos expresivos y sonrisa amplia.
Cuando Elia empezó su aventura editorial, en Monterrey no había espacios similares. En la prensa de la ciudad de México sí pero eran simples consultas con médicos que se limitaban a emitir un diagnóstico y un consejo como profesionales pero sin abundar demasiado en el lado humano.
“Cuando empiezo, a nivel nacional había espacios así pero solamente ondas de consulta que escribes y te contestan, pero sin relación directa con la gente.
“Yo desde el principio tuve mucha interacción y siempre cada columna ha tenido retroalimentación, aunque sea nomás para decirme “tiene razón” o “está súper mal”, pero siempre son temas que a todos nos importan: la sexualidad y las relaciones humanas, porque siempre estamos imbuidos en algo así, aunque sea transitorio”, dijo la entrevistada.
Precisamente, más allá del morbo que puede causar una columnista sexy comentando temas sexuales sin empacho, el éxito de Ivaginaria reside en los temas que trata, tan universales e históricos como el mismo ser humano: relaciones afectuosas, amor y desamor, fidelidad e infidelidad.
“El éxito yo creo que viene por el tema porque hablas de amor y desamor, fidelidad e infidelidad y haz de cuenta que llenas un estadio: todo mundo tiene ese tipo de situaciones en su vida. Y bueno, el estilo (para escribir) también tiene que ver porque es sencillo, no es retorcido ni me ando por las ramas y eso le puede dar confianza de acercarse a la gente para platicar de cerca.
“Otros espacios lo tocan desde una aproximación médica y aquí conmigo se acerca la gente porque también es un factor de humor, no que meta chistes pero manejo algo más liviano”.
Los temas saltan por todos lados. En una sobremesa surge la conversación de los “ex” que ya se han casado y deriva en una columna. Otro día alguien habla de lo complicado que le resulta hacer malabares entre su pareja y su amante y también da pie a otra columna.
“El tema más difícil para mí es el de pedófilos y pederastas, porque no lo comprendo, están bien enfermas esas filias. Por cierto, son distintas: la pedofilia es que a un adulto le gustan los niños pero de manera platónica y pederastia es ir sobre la criatura y violentarla.
“Y las que más me gustan generalmente tienen que ver con hombres y penes. Se me hace muy divertida la relación hombre-pene y mujer-pene porque siempre hay una atracción pero a la vez no. Me da mucha risa por la cuestión del folclor, como estamos en un país tan machista para todo te alburean, nada más dices la palabra pene y ya la gente anda sentando a todo mundo”, comenta entre risas Martínez Rodarte.
En general, las penas de amor son las que acarrean más público lector, cuyo rango de edades es desde los adolescentes de 15 años hasta adultos de 80, afirma la columnista del grupo Reforma.
“Los problemas del corazón son bien difíciles y ahí andamos todos pegándonos en las paredes como gallinas descabezadas porque no atinamos a ver claro y resolver nuestra vida. Y te lo digo un dos tres por mí y por todos mis amigos, todos somos muy poco operativos a la hora de resolver nuestras relaciones humanas”.
La entrevistada recuerda que un día estaba en un programa de radio y llamó una joven de 17 años preguntando cuáles eran sus días fértiles y cuáles no.
“Entonces me doy cuenta de algunas cosas ¿qué me está diciendo la chavita? primero que hay práctica sexual; segundo, estamos asumiendo que no está usando el preservativo porque está contando sus días fértiles; tercero: esa niña en un año se embaraza o le pegan una enfermedad de transmisión sexual.
“Así, en lo que no comunicas también dices muchas cosas y ahí yo te voy a decir lo que vas a hacer: primero ponerte condón, ir con un ginecólogo a que te revise y te recomiende anticonceptivos y ya luego cuentas y haces sumas y restas y el número que pensaste se lo descuentas ¡y ya… ¡felicidades!”, cuenta con su tono jocoso la periodista.
El libro recopila cuatro años de columna, mostrando en cinco capítulos lo más representativo de la misma. La intención de Elia en cada texto es educar y lo logra mediante el entretenimiento, el debate, la discusión y sobre todo llamando a las cosas por su nombre.
Y en la cruzada por una mejor educación sexual, le pone el cascabel al gato y demanda de los principales involucrados un rol más activo.
“La familia es el primer contacto de los niños y si no los educas a conocer su cuerpo de manera libre e informada, sin prejuicios ¿cómo lo van a cuidar bien? Las iglesias y diferentes religiones también deberían comprometerse a esto ¡sería fabuloso que las escuelas dominicales incluyeran educación sexual!”, concluyó.
Para contactar a la autora de Ivaginaria se puede escribir a su correo electrónico [email protected], visitar su página: www.ivaginaria.blogspot.com, y a través de facebook (Elia Martinez-Rodarte).