Para Amalia Andrade, un corazón roto sana tarde o temprano. En las páginas de un libro que es una especie de diario público titulado: “Uno siempre cambia el amor de su vida, por otro amor o por otra vida”, comparte algunas ideas sobre esta etapa del desamor que cualquier ser humano pasa en algún momento.
Esta guía -cuaderno editado por Planeta- tiene la particularidad en su presentación: la tipografía está en manuscrito, lo cual fue una idea original de Amalia respaldada por su editor.
“A mí se me ocurrió hacerlo a mano, la verdad es que mi proceso creativo es muy manual y creo que es un poco como esta idea romántica de escribir, porque yo me enamoré de la escritura desde cuando era chiquita.
“Recuerdo que mi parte favorita de cuando era estudiante -yo soy muy nerd-, entonces me encantaba estudiar, pero mi parte favorita de la época del colegio era cuando tenía que comprar los cuadernos: me enloquecía entrar en las papelerías porque para mí son como mi ida al cielo”, confesó la autora de 30 años originaria de Cali, Colombia.
Señaló que su proceso de escritura es muy manual y que acostumbra a escribir sus textos, notas o artículos de esta forma.
“Yo todo lo escribo mano, incluso cuando hago artículos para revistas yo comienzo siempre primero a escribir a mano y luego llega un punto en que me duele o me cansa y necesito usar la computadora”, reveló.
Ya desde hace tiempo Amalia había visualizado y deseado publicar un libro que estuviera escrito a mano con dibujos incluidos como es el caso de “Uno siempre cambia el amor de su vida por otro amor, o por otra vida”.
“Es que yo quería reflexionar sobre el proceso de la escritura y si tú te das cuenta, el libro está lleno de errores, entonces quería evidenciar que la escritura no es perfecta, quise ser honesta y demostrar que así es como escribimos”, argumentó.
Además, porque el tema que trata en su libro es acerca de los corazones rotos y necesitaba crear una relación un tanto íntima entre ella y sus lectores y este formato era ideal para este propósito.
Amalia Andrade se considera afortunada porque su editor la apoyó y creyó en esta propuesta que “per se” llama la atención y es atractiva para quien lo tenga en sus manos.
“Es un libro muy difícil de hacer, porque lo diagramamos página por página, es decir, es un trabajo muy manual, pero mi editor conocía mi trabajo y me llamó para que hiciéramos algo juntos”, indicó.
AMOR Y DESAMOR
El libro también podría pasar por una especie de recetario, pues además de tips, ejercicios y playlist, incluye recetas de cocina especiales para “sobrevivir a un corazón roto”.
Sobre un análisis de la música latinoamericana, la autora pone como ejemplo a varios temas interpretados por cantantes mexicanos, en su mayoría como Vicente Fernández, Juan Gabriel, Paulina Rubio, entre otros.
“Todo el mundo aprende a amar de manera cultural y nosotros -los latinoamericanos- somos una cultura en la que el desamor está muy presente, como estas grandes historias de dolor están muy presentes en los géneros musicales y que esas canciones forman parte de nuestra educación sentimental.
“Es decir que nosotros de alguna manera u otra aprendemos a amar con el patrocinio de estas canciones , con el patrocinio de telenovelas o con el patrocinio de muchas otras cosas que nos hacen tener ideas a veces que no necesariamente son muy dramáticas, porque en Latinoamérica somos esencialmente melodramáticos”, apuntó.
Sobre cómo sobrevivir a un corazón roto, Amalia Andrade opina que basada en su experiencia personal, más allá del drama, este evento en la vida hace que las personas se fortalezcan y crezcan.
“A mí me han roto el corazón un montón de veces y creo que las rupturas del corazón son una oportunidad increíble para conocernos a nosotros mismos, porque cuando uno está en crisis surgen muchas preguntas.
“Cuando uno está en crisis, se replantea muchas cosas de la vida, y siento que sucede ahí un proceso emocional y creativo muy interesante que fue lo que me hizo a mí hacer este libro”.
La joven escritora, quien dijo ser admiradora de Sor Juana Inés de la Cruz- porque tiene un particular interés en la escritura conventual-, consideró que los diarios pueden servir como una terapia, porque en ellos las personas pueden analizar sus emociones, y de esta forma conocer cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
“Los diarios son curativos, porque en primer lugar son un espacio solo para uno; funciona un poco como una terapia, en la terapia pagas una hora para tener un espacio donde exploras emocionalmente tus sentires, y el diario funciona así.
“El diario es un espacio privado donde uno puede explorar desde percepciones del mundo hasta emociones, como a lo mejor uno no se anima a decir, así porque pienso que en el proceso de la escritura sucede un proceso pisco emocional muy fuerte cuando tú tratas de organizar tus emociones con palabras o con dibujos, creo que tiene altos poderes terapéuticos y por eso yo siempre he llevado diarios”, afirmó la colombiana.