Andrea Catalina es una chica tímida que se transforma a través de sus dibujos. En ellos habita gente feliz, llena de luz, flores multicolores que parecen sonreír y ángeles guardianes que velan por la paz.
Son trazos diseñados para ayudar, pero los realiza con la boca, ya que no puede mover sus manos debido a una parálisis cerebral.
Andrea Catalina Pérez Reséndez tiene 18 años y desde hace 7 vende sus dibujos para comprar sillas de ruedas que después regala a personas con capacidades diferentes.
Es la mayor de cinco hermanos y sus padres Xavier y Antonieta la han apoyado en todo, especialmente en su cruzada para ayudar a los niños que, como ella, no pueden caminar.
“Un día en la televisión pasaban unos spots del Teletón y al ver las cápsulas de unos niños ella me dijo: ´mamá, quiero que me compres muchos cuadros para venderlos y hacer una ´posición´ (exposición) para ayudar a los niños que no tienen una silla de ruedas como yo”, recordó María Antonieta.
Ese noble gesto la conmovió hasta las lágrimas, pues aunque no se podía mover y tampoco podía hacer muchas cosas, la niña ofrecía dibujar a beneficio de los demás, por lo que averiguó de qué manera podía ayudar a lograr el sueño de Andrea Catalina.
Cuando la niña cumplió 11 años, el 30 de noviembre de 2001, realizó su primera exposición en la cochera de su casa.
“Durante un año estuvo trabajando y juntó cerca de 150 cuadros que colocamos en la cochera tal como Andrea quería. Invitamos a conocidos, amigos y compañeros de la escuela a la exposición que inicialmente duraría tres días y la sorpresa que nos llevamos fue que el primer día se vendió el 100 por ciento”, expresó la mamá de la joven artista.
Señaló que en esa ocasión se juntaron cerca de 48 mil pesos, cantidad que fue íntegra para el Teletón, pero ese fue el inició de una cadena de favores que con el tiempo fue creciendo gracias al apoyo de su familia.
“Una de las razones por la que empezamos a trabajar toda la familia en este proyecto es que hace algunos años Andrea tuvo la iniciativa de pintar para vender sus cuadros y juntar dinero para los niños que como ella necesitan una silla de ruedas”, dijo Xavier Pérez, el padre de la pequeña benefactora.
Destacó que entre otras cosas, él y su esposa sintieron también el deseo de continuar una obra avanzada por personas que se preocuparon por las necesidades de otros.
“Cuando Andrea nació y nos dijeron que tenía parálisis cerebral, encontramos que había no una, sino varias instituciones aquí en la ciudad que nos tendieron la mano, nos abrieron la puerta y nos ayudaron. Esas instituciones estaban porque otras personas ya habían trabajado para aquellos que requirieran de una ayuda específica encontraran una solución y entre ellos fuimos nosotros.
“Entonces de alguna forma como pareja y como familia tenemos la necesidad de devolver ese gran favor que nos hicieron y esa ayuda desinteresada que recibimos en aquel momento”, subrayó el señor Pérez.
NACE UNA ARTISTA
Pese a su parálisis, Andrea Catalina se esfor-zaba por trabajar a la par que sus compañeritos de la escuela, así que tanto su maestra como sus papás trataban de auxiliarla en lo que fuera posible.
“Desde que estaba muy pequeñita en el jardín de niños tenía muchas ganas de hacer todas las cosas, pero no tenía la presión para tomar el lápiz con sus manos entonces no-sotros le poníamos unos marcadores pequeños, pegados a su manita con un a cinta y ella con el movimiento del cuerpo se ayudaba para hacer sus dibujos.
“¿Qué te puedo decir? el primer día que hizo un círculo y salió la maestra gritando: ´¡Andrea hizo un círculo!´, y aún con la fila de carros atrás me bajé a abrazarnos y a festejar porque había logrado hacer ese círculo y además lo hizo bien”, relató emocionada la mamá.
Ese círculo bien hecho fue la primer manifestación artística de Andrea, que años más tarde serviría para también desarrollar su vocación de servicio hacia sus semejantes.
“Siempre todos los niños, como cualquier persona, tienen virtudes que algunas veces parecen muy ocultas y hay que tener la paciencia y la fe en que la vamos a encontrar y una vez encontrarda hay que fomentarla cuidar esa virtud para que se desarrolle al máximo.
“En estos casos con los niños con discapacidad es más importante lo que pueden hacer que lo que no pueden hacer. Y mi recomendación sería concentrarse en la parte positiva porque como la parte negativa o de adversidad ya la tienen, entonces no hay que sacrificar una cosa por la otra”, consideró Xavier Pérez.
La obra de la creadora expresa su religiosidad, pero es también un tanto lúdica y en cierta forma autobiográfica, pues algunos pasajes de su vida han quedado plasmados en ella.
“El dibujo que más me ha gustado de lo que ha hecho mi hermana es el de un futbolista, lo hizo para un calendario pero me lo dedicó a mí, de hecho en el dibujo tiene el número que yo usé esa temporada, y es uno de los que más me han gustado”, manifestó Gabriel, el único hijo varón de la familia Pérez Reséndez.
CALENDARIOS Y ACCESORIOS
Los calendarios ideados con el fin de ayudar a los niños con diferentes necesidades, han sido el producto más redituable para esta noble causa, pero también se fabrican imanes, cuadros, cruces y recuerditos para eventos sociales y otros artículos decorativos con las imágenes pintadas por Andrea.
“La gente nos ha pedido diferentes presentaciones a veces como para primeras comuniones, bautizos, despedidas o algún evento que tienen, entonces los dibujos de Andrea los aprovechamos de alguna manera para convertirlos en diferentes tipos de recuerditos.
“Durante el año Andrea estuvo trabajando con un calendario y lo ofrecemos a algunas empresas para que nos ayuden con los patrocinadores y si es posible a promover este calendario; también vamos afuera de las iglesias y en algunos colegios”, comentó María Antonieta Reséndez.
Explicó que una vez que se reúne determinada cantidad, acuden con el Club Rotario de Santa Catarina para que los donativos se canalicen en forma adecuada, pues ellos pueden evaluar quién realmente necesita una silla de ruedas, muletas, prótesis u otro aditamento.
“Sentimos que en Monterrey había necesidad de apoyar más bien a otras instituciones que estaban aquí, entonces estamos apoyando a muchas otras instituciones, principalmente nos pusimos a trabajar con el Club Rotario de Santa Catarina y a través del donativo que entrega Andrea ellos se acercan con otras instituciones a entregarles la ayuda.
UN SUEÑO POR ALCANZAR
Además de sus actividades altruistas, Andrea Catalina también piensa en su futuro. Su anhelo es ser diseñadora de modas, por lo cual ingresó a LaSalle College Internacional.
“Andrea es una muchachita muy entusiasta y muy responsable; tiene muchas ganas de hacer las cosas. Se esfuerza, sé que se esfuerza mucho, al igual les ayuda mucho a sus compañeras a tener metas.
“Sobre todo a mí me motiva porque vengo aquí con muchas ganas”, mencionó Carla Nieto, maestra de Ilustración de Moda de LCI.
Dijo que Andrea tiene muchas posibilidades y que con la perseverancia y la paciencia, podrá dominar las técnicas para posteriormente pasar al diseño de modas.
Andrea no habla mucho de sí misma, pero sus obras en especie y sobre el papel dicen mucho de su optimismo, de su entrega, de sus sueños y sus deseos por cambiar las cosas, de poner no sólo un grano, sino construir inmensos castillos de arena para alcanzar su meta.
Las personas interesadas en apoyar la causa de Andrea pueden ingresar a la página www.andreacperez.com o bien a [email protected]