
por IRMA IDALIA CERDA
Por ser un hombre que dejó una profunda huella en la historia de la humanidad, no sólo por la misión que realizó siendo el representante de Cristo en la tierra, sino por su labor como enviado de paz , su memoria ha sido honrada en distintas maneras desde aquel 2 de abril del 2005 cuando su corazón dejo de latir.
Para los católicos siempre será recordado como Juan Pablo II “El Papa viajero”, pero para el resto de los ciudadanos del mundo, Karol Wojtyla era un incansable luchador en pro de los derechos humanos y un ser entregado a proclamar el mensaje de amor entre los pueblos.
El nuevo espacio cultural “Sala Villacero” albergará por dos meses más de 150 objetos y fotografías que integran la exposición “Karol Józef Wojtyla , Juan Pablo II” que fue posible gracias a los esfuerzos coordinados por la fundación Villacero con su empresa filial Afirme y la institución Red Misión.
Entre la selección de piezas que integran la muestra, se encuentran prendas como la Casulla y el Solideo que aún conservan restos de fluidos corporales (como saliva y sudor respectivamente) mismos que en caso de que Juan Pablo II sea canonizado alcanzarían un estatus sagrado.
Sobresalen otras como el sombrero de charro que le fue obsequiado durante su visita a México en el 2002 , los esquíes que usaba para vacacionar en las montañas, la bicicleta con la que solía trasladarse de una parroquia a otra cuando era cura rural en Polonia, que son algunas de las pertenencias de Juan Pablo II que serán exhibidas en este recinto que tiene capacidad para 600 visitantes.
Como máximo líder de la Iglesia Católica Juan Pablo II era muy querido por los fieles, pero también se ganó la admiración de millones de personas que no practicaban el catolicismo, así como de aquellos que no son religiosos, y en base a ello fue planeada la exhibición.
“Nosotros no pretendemos que sea una exposición religiosa, sino una muestra de objetos personales, de tal manera que las piezas podrán ser apreciadas por un judío, musulmán, o de cualquier otra religión”, manifestó Guillermo Mac Lean, director de la fundación Villacero quien viajó personalmente a Roma y a Cracovia con el propósito de obtener el permiso para traer las prendas y utensilios que en vida usó el antecesor de Benedicto XVI .
LA LLAVE DEL MUNDO
Mac Lean explicó que luego de realizar los trámites correspondientes tanto en el Vaticano como en el Museo del Arzobispado y el Centro Cultural Católico de Cracovia de donde procede gran parte de las piezas, se prosiguió a solucionar el problema del traslado.
Dijo que el ménage fue transportado en vuelos comerciales bajo la tutela de tres curadores polacos, cuya misión era resguardar el contenido de las nueve maletas que se requirieron para realizar esta arriesgada pero noble empresa.
“Logramos un compromiso y un acuerdo con el Centro Católico de Cracovia y nos prestaron la mayoría de las piezas que son más de 100 con la condición de que viajaran tres curadores con nueve maletas, pero aquí sucedió algo muy importante, porque cuando uno dice: Juan Pablo II se abre el mundo, se te abren las puertas, es impresionante”, señaló el promotor cultural.
Agregó que por fortuna no tuvieron ninguna dificultad cuando hicieron escala en la ciudad de Chicago, pues gracias a que anunciaron qué tipo de carga llevaban las 9 maletas, ni los empleados de las aerolíneas, ni los pasajeros tuvieron alguna objeción.
“Los polacos tenían la orden expresa de no separarse de las maletas y cuando hablé con el gerente de la aerolínea en Chicago y le expliqué la situación me dijo : `Si se trata de Juan Pablo II yo me encargo’ y además, al momento de abordar el personal de Mexicana le pidió a los pasajeros de primera clase su espacio para poder poner el equipaje especial, todos lo cedieron con gusto”, relató.
Guillermo Mac Lean mencionó que las piezas procedentes por parte del Vaticano arribarían el miércoles 21 de abril, a unos días de la inauguración oficial de la primera exposición que se instala en la “Sala Villacero” .
OBJETOS SAGRADOS
Entre los más de 150 objetos y fotografías que integran la selección, figuran los atuendos que utilizó el también filósofo, filántropo, dramaturgo y políglota a lo largo de su vida.
“Cuando yo fui al museo en Polonia les dije que quería la bicicleta, la máquina de escribir, sus esquíes, sus lentes, sus mancuernillas, su tacita donde tomaba el café, su paraguas y demás artículos personales ”, recordó Mac Lean.
Comentó que además se trajeron documentos muy importantes como cartas escritas de su puño y letra, pues la idea era hacer una mezcla de muchas cosas personales y accesorios que portó siendo sacerdote y luego Papa.
Destacó la importancia que tiene aprovechar la oportunidad de presenciar esta exposición ya que existe el proceso de canonización de Juan Pablo II y los objetos alcanzarían un valor incalculable.
“Si ocurriera que Juan Pablo II fuera santificado todas estas cosas que están aquí abajo pasan a un estatus sagrado, porque hay cosas como por ejemplo una Casulla que tiene una mancha de saliva que derramó cuando estaba enfermo de Parkinson que es sin duda una prueba física, entonces nos podemos imaginar lo que puede llegar a ser ese objeto cuando hagan santo a Karol Wojtyla.
“Otra de las piezas es un cáliz con una huella digital de él y entre las prendas más importantes tenemos el Solideo, que los curadores me permitieron tocar sólo tres veces porque ese fue el Solideo que usó todo el tiempo y tiene marcas de sudor”, enfatizó.
Se espera una gran afluencia a esta exposición desde su apertura el 24 de abril hasta el 27 de junio, fecha que puede ser ampliada, según la demanda del público.
La “Sala Villacero” está ubicada en Ocampo 350 poniente y el costo del boleto es de 100 pesos para adulto y 50 pesos para niños y jóvenes.