La mujer de ceniza y el hombre que no podía escribir es la primera novela de Rayo Guzmán, en la que sorprende a quienes la han seguido desde Tú princesa y yo sapo, porque Amanda, la heroína de este nuevo libro, ha conquistado a los lectores que han descubierto la prosa de la escritora guanajuatense.
“Mi colección de relato breve como Regalos para toda ocasión, Tú princesa y yo sapo, Cuando mamá lastima, y el que está por salir al mercado: Cuando papá lastima, es una serie de relatos que vienen de historias de la vida real que las personas me han contado y que plasmo en mis libros.
“Estos relatos han tenido como objetivo el reflexionar sobre las vivencias que hemos tenido tanto hombres como mujeres y los hijos con sus padres, etcétera.
“Para mí La mujer de ceniza y el hombre que no podía escribir es un parteaguas, porque es atreverme de brincar del relato breve al gran género que es la novela y olvidarme de la historia verdadera y meterme completamente a la ficción”, señaló.
Rayo, quien debe su nombre a la virgen del Rayo que se encuentra en el templo San Francisco, en Celaya, Guanajuato, compartió que para escribir esta novela, le dio vida a dos personajes muy poderosos a los que bautizó como Amanda y Augusto Montemayor, los dos protagonistas por igual de esta historia de amor muy intensa.
“Me di el gusto de crear a dos personajes muy poderosos, tanto Amanda como Augusto Montemayor, que no tienen límites; sobre todo Amanda, pues es una mujer que ha conocido tanto la miseria, el dolor, la carencia, la desgracia, que no tiene nada que perder.
“Entonces, todo es ganancia para ella; y en el momento en que llega a la vida de Augusto, quien es un escritor famoso, exitoso porque ha publicado muchos best sellers, un día se despierta y ya no puede escribir, como el título lo dice: la mujer de ceniza, porque así llega ella con él, en cenizas, y así está Augusto, que no puede escribir”, compartió Rayo.
SERE TU MUSA
La autora relató que a partir del encuentro entre estos dos personajes, ambos aceptan un reto: Amanda de ser la musa de Augusto, y el escritor de recuperar la inspiración y su talento a través de ella.
Aunque la pareja concebida por Rayo es producto de la imaginación, hay en la novela cosas que están inspiradas en hechos verídicos, como situaciones, lugares y otras referencias que le dan un toque muy realista a esta historia.
“El reto que tienen ellos es el punto de partida de la novela y, poco a poco, la trama te va llevando a través de París, de México en diferentes escenarios, porque París es para mí mi segunda casa, entonces te voy a llevar a conocer lugares de la Ciudad Luz que turísticamente no vas a conocer.
“Pero además Amanda, quien es atrevida, juguetona e irreverente, va a llegar a derribar todos los paradigmas morales, existenciales de un hombre que supuestamente estaba estructurado, tiene una carrera, una vida estable y que además es mucho mayor que ella, pero necesita recuperar su inspiración”, relató.
Y para ello, agregó Rayo, Amanda se convertirá en la musa de Augusto. Ese va a ser su trabajo, pues es contratada exprofeso y en el camino; ambos escribirán también su historia de amor.
“Ella lo ha perdido todo; llega a la vida de Augusto porque le da la oportunidad de subsistir -porque le van a pagar-, pero para los dos se va a convertir en una gran aventura ese tiempo de convivencia juntos.
“Creo que Amanda es la representación de tantas mujeres que yo escuché a lo largo de todos estos años de seguir en la colección de relato breve, que ahora se personifica en una sola mujer a través de la ficción”, indicó la autora.
Consideró que son dos elementos clave para definir esta novela: el cuestionamiento constante entre los personajes y sus mundos interiores, sus zonas de luz y oscuridad, y la tensión sexual.
“Creo que la tensión sexual aquí es muy poderosa, porque como todavía no pasa nada y no sabes si va a pasar y creo que eso es un gran plus para el lector.
“Porque así se despierta mucho la imaginación, la fantasía, lo que puede o no suceder; lo que aún no es”, afirmó.
Rayo comenta que además de la increíble historia de amor entre Amanda y Augusto, el lector podrá encontrar una historia divertida, entretenida, en la que va a viajar también junto con los personajes y se va a sentir fascinado.
“Quienes ya han leído la novela, me han comentado que les gusta mucho porque tiene situaciones muy reales, porque aparentemente puedes entrar a una novela en la que aparece el típico estereotipo que ya conocemos: el hombre guapo, rico, poderoso, y la cenicienta.
“La premisa básica de la novela es que la persona que a veces menosprecias, es la que te puede iluminar la vida, por eso no debemos menospreciar a nadie, y además a veces las que parecen ser las personas más iluminadas, son las que tienen zonas más oscuras”, aseveró.
En el desarrollo de la novela ambos personajes se transformarán, pues el escritor se adentra en sí mismo y conoce aspectos que nunca imaginó; y su musa, que llegó sin nada que perder, descubre que aún tiene mucho por ganar.
TRES LIBROS
La mujer de ceniza y el hombre que no podía escribir inicia con la propuesta que el escritor Augusto Montemayor le hace a Amanda, la mujer que llegó a su vida para convertirse en su musa.
“Cuando ellos se encuentran, el escritor le dice a la musa que entre a la biblioteca y que de ahí va a extraer tres libros, y de esos tres libros elegidos al azar van a leer algo; y ese algo que lean al azar cada mañana, los va a ir llevando a realizar estrategias para alimentar la inspiración y la creatividad en el escritor.
“Y Amanda, escoge estos tres libros: La insoportable levedad del ser, de Milán Kundera; Trópico de cáncer, de Henry Miller; y La Pasión Turca, de Antonio Gala”, apuntó Rayo.
Rayo Guzmán continuará con sus proyectos, ya que está por publicar Cuando papá lastima, y ya inició la gira con la conferencia que se llama Aprendiendo a ser tu propia musa, en la que va a incluir consejos del personaje de Amanda.