Estela Leñero escribe y dirige teatro, es crítica teatral y lleva las riendas de un taller de dramaturgia en la ciudad de México; pero desde hace años también ha venido a Monterrey a compartir sus conocimientos con actores, escritores y público en general con interés en la composición dramática.
Como dramaturga tiene en su haber más de 15 obras, entre las que se encuentran: Casa llena, Habitación, Las máquinas de coser, El Códex Romanoff, Sabor amargo, Verónica en portada, Remedios para Leonora y Lejos del corazón.
La antropóloga y periodista estuvo del 25 al 28 de julio con un grupo de personas que se dedican al teatro o estudian la carrera de Artes Escénicas en la Universidad Autónoma de Nuevo León en el taller Dramaturgia para Teatro Breve, dentro de las actividades de la Escuela de Verano UANL edición 2017.
Estela Leñero Franco, quien ha publicado: Paisaje interior norte /sur, Lejos del corazón, y Verbo líquido, entre otros títulos, comentó sobre algunos aspectos de su labor.
Reconoce que se ha adaptado a las nuevas formas de creación de universos, escenarios y estructuras que las nuevas generaciones de teatreros están experimentando.
“Yo he querido incorporar estas nuevas tendencias, las que me interesan. Se vuelve como una elección personal en cuanto a que lo que sucede con el teatro contemporáneo es que la oferta, o los recursos dramáticos o las resoluciones y las herramientas escénicas se amplían, y entonces ahora tengo otras posibilidades u otros elementos para poder escribir. Entonces yo elijo y retomo estos elementos.
“El teatro en corto se ha hecho desde hace muchísimo. Ahorita está de moda, pero es un teatro que conocemos desde hace mucho. He escrito también obras de teatro en corto, no es un formato que yo utilice mucho, pero sí he escrito unas cinco o seis obras cortas”, indicó.
En los últimos años se ha visto que los productores y directores de teatro prueban con técnicas diferentes, incluyen tecnología y otros recursos para que sus obras se distingan del resto, o simplemente para aportar algo diferente a lo que el público o los espectadores están acostumbrados.
“Ahora vemos mucha pluralidad, digo, siempre la hemos tenido, pero la diversidad, los medios, este postmodernismo y este pastiche, las tecnologías, todos estos elementos muestran esta diversidad en el hacer teatro.
“Creo que hay diferentes corrientes, porque por ejemplo está el teatro documental o testimonial -que ha cobrado mucha importancia-, o el teatro social (que) sigue siendo uno de los que escriben con mayor frecuencia los dramaturgos”, citó.
Leñero aclaró que el teatro social actual no se escribe como se escribía con Víctor Hugo Rascón Banda o con los dramaturgos de su misma generación, pues hay otras herramientas, formas y usos de hablar de nuestra realidad.
“También está el teatro que no tiene una secuencia lineal, que es un teatro más fraccionado. Romper la estructura es ahora un recurso para plantear o para dinamizar nuestras posibilidades teatrales. El discurso con los rompimientos como la fracción del tiempo y del espacio, aplicada de diferentes maneras, es uno de los elementos del teatro contemporáneo”, apuntó.
Uno los problemas que enfrentan los profesionales del teatro es que no hay mucho financiamiento y siempre tienen que buscar economizar las puestas en escena, lo cual empieza desde el libreto.
“Sí hay un criterio a considerar. Si te fijas, cada vez escriben obras de cuatro, cinco o seis personajes y hasta ahí. O escribes un teatro para montarse en los talleres de las escuelas, que esos requieren de muchos personajes.
“Pero sí hay una tendencia, y sí afecta en tu creatividad y al principio se quejaba uno de eso, pero ahora lo aprovechas y te ajustas a las necesidades. Aunque luego te salen cosas que no querías, pero dices: pues ni modo, así me salió, con más utilería, más personajes, etcétera”, expresó.
En cuanto al tema de la censura, Estela Leñero consideró que actualmente se goza de libertad para escribir, y los temas polémicos como la religión y el aborto siguen siéndolo, pero el teatro es una forma de analizar y reflexionar sobre los mismos.
Ente los temas que Estela prefiere abordar, la mayoría están relacionados con mujeres, y prueba de ello es la obra Remedios para Leonora, un tributo que la autora rinde a dos reconocidas pintoras surrealistas.
“Principalmente se debe a una necesidad expresiva, pero el tema por ejemplo de Remedios Varo y Leonora Carrington, es esta necesidad de hablar de las mujeres, de visibilizar, de dar voz, de hacer constar.
“A mí me gusta mucho hacer eso y estas dos mujeres me llamaron mucho la atención por su creatividad, por su imaginación y que entre ellas no había rivalidad; podían ser amigas y quererse: ser surrealistas, influenciarse y tener dos propuestas estéticas diferentes. Son dos personajes ricos, de tratar y de mostrar”, consideró.
La hija del también dramaturgo, periodista y escritor Vicente Leñero, dijo sentirse muy plena y satisfecha con los talleres que ofrece en muchas ciudades de México y el que de forma fija se llevan en la ciudad de México.
“Yo estoy muy contenta porque a lo largo de estos 10 años o un poco más dando talleres de dramaturgia en diferentes partes de la república y claro, con mi taller permanente en la Ciudad de México, me es muy gratificante.
“Y sobre todo porque puedo ver que muchos de los alumnos que estuvieron conmigo ya tienen sus puestas en escena y me invitan a sus presentaciones, a sus estrenos, a sus publicaciones; entonces los veo que su trabajo ha rendido frutos y eso me da mucha alegría”, concluyó. v