Su obra puede ser inconclusa pero al mismo tiempo completa, ya que el Colectivo Tercerunquinto se caracteriza por ser muy comprometido y metódico en cada uno de sus proyectos.
Así calificó Taiyana Pimentel el proceso creativo de Rolando Flores y Gabriel Cázares, los artistas que el pasado viernes 1 de noviembre inauguraron su exposición: “Obra Inconclusa” en la planta baja del Museo de Arte Contemporáneo (Marco).
Ambos, originarios de la ciudad de Monterrey y egresados de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), presentan una retrospectiva de dos décadas de estar realizando diversas obras que afectan tanto el espacio público como el privado.
Cabe mencionar que Julio Castro formó parte del colectivo hasta el año de 2014.
La muestra, dividida en las secciones: Obra Gris, Ocupaciones y Protocolos, mantiene una línea narrativa sobre las propuestas de Tercerunquinto.
“Obra Gris retoma el concepto que proviene de la albañilería que es un estado intermedio de la construcción, es decir, cuando la obra está a medio terminar y eso para nosotros es muy importante.
“Desde que empezamos a trabajar y construir nuestras primeras ideas sobre el arte, decidimos trabajar con elementos propios de la construcción y todo eso con el objetivo de explorar las posibilidades escultórica”, señaló Rolando Flores.
Agregó que esto también tiene relación con que Monterrey es una ciudad que tiene liderazgo en la industria de la construcción.
La curaduría, realizada por Taiyana Pimentel y Cuauhtémoc Medina, dedica la primera parte de la exposición, que se realizó en colaboración con el Museo Amparo de Puebla, a enfatizar la relación que tiene el colectivo entre la albañilería y la escultura, teniendo los materiales de construcción como materia prima.
También es notable la preocupación por la reactivación de sus instalaciones, ya que en esta misma sección de Obra Gris, los artistas usaron material que quedó de la anterior exposición del museo.
“Este dispositivo museográfico está compuesto con materiales de la exposición que estaba anteriormente, que decidimos reutilizar para construir esta estructura.
“Justamente en esta sección de obra gris es muy importante reactivar estas mismas ideas, es decir, con los materiales de desecho que este espacio ya nos proveía, construir una forma de presentación de una obra que habla también de eso”, argumentó Flores.
En el muro de otra sala se instalaron fragmentos de lo que fueron en su momento pintas o “grafitis” que fueron borrados y que ellos rescataron como una manera de preservar estas ideas de denuncia o protesta.
“Aquí estamos reuniendo un solo proyecto que realizamos el año pasado, el cual consistió en trabajar en el espacio público, que ha sido otro de los temas que nosotros siempre estamos trabajando en ello.
“Lo que hicimos fue trabajar en pintas o ‘grafiti’, pero solamente en el tipo de ‘grafiti’ que en su construcción gramatical indicara una forma de protesta contra diferentes formas de autoridad, ya sea política, económica, religiosa o moral”, señaló el autor.
INSTALACIÓN
Y DESINSTALACIÓN
Por otro lado Taiyana Pimentel consideró que Tercerunquinto es un colectivo que se distingue por hacer negociaciones impecables, en el sentido que todas estas cumplen con los requisitos legales y cuentan con todos los permisos necesarios.
“(Para ellos) es prácticamente una obsesión operar dentro de los márgenes de la ley, todas las negociaciones están sujetas a procesos institucionales impecables y tienen sus permisos adecuados”, aseveró .
Lo anterior lo dijo en relación al desmantelamiento temporal que hicieron del Escudo Nacional en el Centro Cultural Tlatelolco (CCUT) en el 2008.
“El Centro Cultural Tlatelolco que fue reabierto como un Memorial del 68, tiene una peculiaridad: ellos comisionan obras de arte para buscar un diálogo abierto en torno al 2 de Octubre de 1968.
“La propuesta de Tercerunquinto fue desmontar el Escudo Nacional de México, cuya dimensión es de 2.40 metros de ancho por 2.40 metros de largo, con un peso aproximado de 300 kilos; ahí trabajó un equipo de conservadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y permaneció desmontado sólo la noche del 2 de octubre y al día siguiente se procedió a la reinstalación del mismo” , destacó Pimentel.
Esta sección de la muestra, presenta una especie de anti-arquitectura del modo en que la arquitectura representa al poder y también lo escenifica.
“Obra Inconclusa”, expone esculturas, objetos, instalaciones, dibujos , fotografías y pinturas y permanecerá hasta el 24 de febrero de 2019.