Al iniciar en el 2005 una investigación periodística sobre la relación entre la corrupción y el crimen organizado en México, Anabel Hernández vio con claridad lo que ya es casi imposible remediar en el sexenio de Felipe Calderón.
“Los señores del Narco” es la más reciente publicación de Hernández, en la que hace un informe detallado sobre los nexos entre los empresarios , políticos y miembros de la delincuencia organizada.
Hernández recordó cuando en el 2006 tuvo una reunión informal con empresarios regiomontanos , en la que les advirtió el escenario trágico que ahora se vive en el país, particularmente en el estado de Nuevo León.
“Cuando tuve el encuentro con estos empresarios les comenté que la gran corrupción que estaba imperando en todo México y que era el legado principal de Vicente Fox, estaba en Monterrey muy bien ejemplificada.
“Les dije que tarde que temprano esta corrupción iba a terminar devorando a todos y que ellos, los empresarios, eran principalmente cómplices de esta situación”, afirmó la ganadora del Premio Nacional de Periodismo por su reportaje sobre el menaje de la residencia oficial de Los Pinos conocido como “El Toallagate”.
Agregó que ante la incredulidad de los representantes de la iniciativa privada-en aquella ocasión- les replicó que ellos mismos les habían abierto las puertas casándolos con sus hijos e hijas, vendiéndoles sus casas y aceptándolos como socios.
“Hoy la cruda realidad me da la razón, es muy triste para mí decirlo. Ha sido muy desolador, sobre todo ver la corrupción en las esferas más altas del poder político en México y en las esferas más altas del poder empresarial.
“Finalmente son estos dos las piernas que mueven el cuerpo del crimen organizado”, subrayó.
Consideró que Monterrey se ha convertido en un blanco muy importante para los cárteles debido a su constante desarrollo, por el cual también es viable para disfrazar los grandes capitales generados por el crimen organizado.
“Efectivamente, es tan boyante la ciudad, ha tenido un crecimiento tan exponencial a diferencia de otros estados, de otras ciudades de la República, que aquí es donde es más fácil disimular, el dinero, el lavado de dinero, la riqueza de estos cárteles de la droga que vinieron a disfrazarse de empresarios a esta ciudad”, subrayó Anabel Hernández.
BANCOS SE DISPUTAN
‘EL LAVADO’
Hernández aseguró que para realizar esta investigación tuvo que hablar con miembros financieros y operativos de los principales cárteles de México, para abordar temas como el “lavado de dinero”.
“ Cuando pregunté ¿cómo se “lava el dinero” en México? La respuesta que obtuve es que era muy fácil, porque los bancos nacionales se peleaban por “lavar el dinero” del narcotráfico y que se cobran por debajo de la mesa ciertos porcentajes por permitir la entrada de dinero sucio.
“Como la mayoría de los bancos hoy son internacionales y están conectados con grandes fondos de inversión que están en cualquier rincón del mundo, tú inyectas ese dinero que a la postre va perdiendo nombre y apellido y se va diluyendo en esos fondos”.
Mencionó que sus fuentes le revelaron que el banco que cobra el menor porcentaje a los grupos de delincuencia organizada, es el que se lleva el depósito bancario de 50 o 60 millones de dólares , sumas que nadie audita.
“Cuándo llega una persona que quiere depositar 50 millones de dólares, se supone que el banco debería alertar a la Secretaría de Hacienda, entonces, la única diferencia entre poder ‘lavar’ o no poder ‘lavar el dinero’ es una llamada telefónica”, enfatizó.
ENTRE LAS MÁS VIOLENTAS
La también autora de “Los Cómplices del Presidente” consideró que Monterrey al igual que Veracruz, compiten por el nada honroso primer lugar de la ciudad más violenta.
“Me parece que entre Monterrey y Veracruz se están disputando hoy la triste corona que tuvo Ciudad Juárez de ser la ciudad más violenta del mundo. Me parece que las estadísticas que vendrán el próximo año para medirnos con Kuwait, Bagdad y este tipo de ciudades va a ser interesante.
Destacó que México está en medio de tres guerras: La de los cárteles; la de las bandas de delincuencia menores y la del gobierno federal.
“El gran problema que se está viviendo en México es que hay tres guerras paralelas. Una: la gran guerra de los cárteles por el control territorial; por otro lado tenemos otra guerra que se da en segundo plano y se trata de las pequeñas bandas de delincuencia que han quedado acéfalas, y son las que se dedican a las extorsiones, prostitución, secuestro , etcétera.
“ Y tenemos la tercera guerra que es la del gobierno federal, que en toda esta incompetencia absoluta hace y deshace, mata gente inocente y no dan respuestas a nada”, aseveró Anabel Hernández.