El cineasta Carlos Carrera se lleva a su casa una estatuilla más. En 1994 se hizo acreedor a la Palma de Oro por el corto animado “El Héroe” . A lo largo de sus 20 años de trayectoria ha sido galardonado en cuatro ocasiones por el premio Ariel, y hace días le fue otorgado el Cabrito de Plata dentro del homenaje que se le hizo en la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Monterrey .
Director polémico por accidente, quien actualmente goza de prestigio a nivel internacional, reveló que cuando filmó El Crimen del Padre Amaro, su intención no fue escandalizar a la sociedad, sino ir más allá de los acontecimientos que narra esta historia.
“Es cierto que en mis películas domina una temática social, pero lo que más me interesa es contar cómo eso influye en la vida de las personas. Por ejemplo en El Crimen del Padre Amaro no quería hablar tanto de la corrupción de la Iglesia, sino ver qué consecuencias tiene en el terreno de los humanos.
“Me gusta buscar historias de gente, no todas las historias que he contado son terribles y dolorosas; por ejemplo, en La Mujer de Benjamín se tratan otro tipo de cosas o De la infancia, mi película más reciente, habla de una problemática específica, pero enfocada a la vitalidad de los niños y otros aspectos con las que intenté hacer un balance”, explicó.
La versión cinematográfica de la novela de José María Eça de Queiroz y adaptada por el dramaturgo Vicente Leñero, fue nominada al Oscar como mejor película extranjera en el 2003, pero no resultó ganadora.
“Estuve cerca de trabajar en Hollywood después de El Crimen del Padre Amaro y con la nominación al Oscar te vuelves más famoso durante un mes. En ese lapso te buscan mucho, te mandan muchos proyectos, pero de todos los que me mandaron casi ninguno me interesó”, manifestó.
REALIDAD NACIONAL
El realizador de 49 años tiene contemplado trabajar en una película sobre la problemática actual del país, pero desde una perspectiva diferente, sin que la violencia aparezca en primer plano.
“Sí hay un proyecto por ahí que sería una combinación entre animación y documental, pero todavía no hay nada firme. Evidentemente hay que hablar de lo que sucede en nuestro país y hay muchas formas de hacerlo.
“Creo que hay que hacer un balance de lo bueno que ocurre en nuestro país, sin ignorar los problemas que existen y lo triste de esta realidad que también es parte de nuestro país, pero si llego a hacer una película sobre esto, lo haría desde un terreno más humano”, destacó el también director de Backyard (El Traspatio).
En cuanto al panorama del cine mexicano en los últimos años, Carrera observó que se ha incrementado la producción en nuestro país, pero no así la distribución, porque generalmente esas películas salen a la luz después de años de haber sido filmadas.
“Suceden dos cosas muy curiosas: por un lado existen fondos, porque hay como tres formas oficiales de financiar películas, y también en algunos estados existen apoyos directos a producciones regionales, entonces se hace mucho cine, según las estadísticas de Imcine, pareciera que se está produciendo como no se hacía en muchos años.
“El problema es que la gran mayoría de esas películas no llegan al público mexicano; entonces, se está haciendo un cine que aunque viaje a festivales y tenga reconocimientos, no cumple la parte de tener la cinematografía que le interese al público mexicano, que lo forme, que cuestione nuestra realidad, que nos vea reflejados en la pantalla”, aseveró el comunicólogo egresado de la Universidad Iberoamericana.
Por otro lado, comentó que el homenaje que el FIC le rinde por su trayectoria es el más importante que ha recibido, pues en marzo pasado también fue distinguido en Toulouse, Francia, en el Festival de Encuentros de Cine Latinoamericano.
“Es muy grato ver que este tipo de encuentros son más frecuentes y seguros y que ya tienen cierta historia, entonces creo que la manera de sentar las bases para un futuro del cine mexicano es la existencia de este tipo de eventos que forman públicos y proponen una oferta distinta de cine.
“ Este es el homenaje más importante que he recibido porque aunque ya se había hecho una muestra, esta es la segunda vez que se presenta casi todo mi trabajo”, manifestó el realizador.
EN ESPERA DE ANA
Sobre el largometraje de animación Ana en 3D en el que actualmente trabaja, comentó que ya tiene un gran avance en la producción, pues espera terminarla el próximo año.
“En octubre cumplimos ya dos años trabajando en la realización de la película que está planeada para terminarse a finales de 2012, para estrenarse a principios de 2013 y ya llevamos media hora producida hasta el nivel de animación”.
“Ana es una película distinta que sí tiene elementos que la pueden hacer interesante para los exhibidores, es una película para toda la familia porque es una película de animación, con sentido del humor, una historia más o menos amable, por lo que creo que va a ser una de esas películas mexicanas que van a tener aceptación”, auguró.
Desde los 13 años, Carrera ha estado muy interesado en hacer películas de animación pero cuando se le cuestionó si se sentía más inclinado en hacer este tipo de cine, dijo que disfruta desarrollar cualquier género y lenguaje cinematográfico.
“Me siento cómodo en los dos; las formas de hacerlo son muy distintas, pero finalmente estás haciendo lo mismo: cine. No creo mucho en la categorización por géneros. Para mí, puedo encontrarme con un cortometraje que me llene igual que un largometraje y lo mismo sucede con la animación”.
Apuntó que el proceso es mucho más estresante y lleno de adrenalina filmar una ficción, con un equipo y problemas de producción con la urgencia de acabar pronto.
“Me gusta trabajar con actores, me gusta trabajar en un set, ya lo extraño un poco porque ya llevo un rato sin hacer una película, pero por otro lado la animación tiene una ventaja enorme sobre la ficción que consiste en que puedes hacer lo que se te ocurra sin pasar los problemas que se tendrían en la producción”.
Dijo que la industria del cine de animación en México ha sido accidentada, porque desde los años 30 hubo algunos intentos, pero luego se oriento más hacia la publicidad y en los 70 se hicieron esfuerzos más en serio, no se logró continuidad en los proyectos.
“En la última década ha habido un resurgimiento de la industria de la animación, pensada como largometraje comercial, y sí hay intentos importantes como los de Anima Estudios, también están las películas de Huevos, pero todavía falta por concretar mucho en este sentido”, señaló el laurado director mexicano. v