Edmond William Quear tuvo que esperar a que el niño Javier Garza Yáñez creciera para poder contar su historia. Su nombre grabado en una lápida del panteón del Roble despertó la curiosidad del pequeño que acompañaba a su mamá a llevar flores a uno de sus seres queridos, cuya tumba se encuentra ubicada a un lado de los restos del hombre de origen norteamericano.
El pasado 13 de abril el largometraje “Flores para el Soldado” obtuvo un Ariel al mejor documental y su director Javier Garza Yáñez recibió el premio a nombre de sus compañeros Iván García y Daniel Galo corealizadores del filme.
Antes del Ariel, los tres jóvenes regiomontanos recibieron el Cabrito de Plata en la pasada edición 2008 del Festival Internacional de Cine de Monterrey por su trabajo, que había ganado el premio al primer concurso de producción de documental Largometraje organizado por Promocine 2006.
“En 1946 falleció aquí en Monterrey Edmond William Quear, aquí lo entierran y sabemos que fue soldado y norteamericano porque en su tumba dice en inglés : `Dio la vida por su Patria ´ y la fecha . Él sólo tenía 22 años cuando murió.
“En 1950 falleció un familiar nuestro y mis abuelos adquirieron un terreno en el panteón del Roble y la tumba está justamente a un lado de la del soldado y como se dieron cuenta que estaba abandonada desde entonces empezó la costumbre de dejarle flores.
“Era como una manera de rendirle tributo a una persona sola que murió muy joven y que peleó en la guerra”, explicó Javier Garza Yáñez, el director del documental que fue exhibido el pasado viernes 16 de abril en el Auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras.
Manifestó que a raíz de sus visitas al cementerio sintió la necesidad de saber qué había detrás del nombre que estaba inscrito en la lápida de la tumba vecina a la de su familia, por lo que recurrió al Internet.
“Desde que era niño, cuando iba con mi mamá y con mis abuelos al panteón, siempre tuve curiosidad por saber la historia de este soldado y entonces me puse a navegar en Internet y encontré un árbol genealógico donde aparecen los nombres de los padres y hermanos de Edmond William Quear “, explicó Garza Yáñez, quien realizó sus estudios de cine en el Centro Cinematográfico Ilumina dirigido por Leticia Vargas.
“En el 2004 empecé a tomar un curso con la maestra Leticia Vargas sobre documentales y me acordé que tenía esta historia para filmarla, y fue cuando retomé la investigación hasta encontrar el teléfono de uno de los familiares del soldado”, recordó.
Javier tuvo que contactar también a su amigo Iván García para pedirle su cámara y empezar una aventura que los llevaría tras las pistas del soldado que por azares del destino murió en Monterrey.
Daniel Galo, quien habita desde hace tiempo en la ciudad de Los Ángeles, también realizó una parte importante de la investigación, además de solicitar las entrevistas con los familiares que aportaron datos y material para el documental.
“Como nos dimos cuenta que uno de los familiares reside en California, de casualidad otro compañero del curso de documentales se fue a estudiar actuación a Los Ángeles, entonces lo integramos al equipo y así iniciamos formalmente la investigación en agosto del 2006”, comentó el joven cineasta.
FLORES QUE RINDIERON FRUTO
Gracias a que Javier, Iván y Daniel ganaron el concurso de Promocine, tuvieron los medios económicos suficientes para viajar hasta Irlanda del Norte donde también hicieron entrevistas importantes para cerrar el círculo de la historia, pero en su primer viaje los gastos corrieron por su cuenta.
“Nos fuimos a la ciudad de Los Ángeles con nuestros propios recursos para grabar las entrevistas con el sobrino del soldado y cuando regresamos nos damos cuenta que teníamos suficiente material para hacer un largometraje porque al principio pensábamos hacer un corto.
“A la semana salió la convocatoria para el primer concurso de producción de largometraje documental Promocine 2006 donde otorgaban dos premios de un millón de pesos cada uno para la producción del largometraje, y en ese año metimos nuestro proyecto a la convocatoria y resultamos ganadores”, señaló.
“Flores para el Soldado” ya fue exhibida en el Festival Monterrey de Cine 2008 y de ahí también ha participado en algunos festivales como en Huston donde obtuvieron un tercer lugar en Canadá.
“Las películas normalmente tienen dos años de vigencia para participar en festivales y nuestros dos años ya pasaron, lamentablemente no tuvimos mucha proyección en ellos, por algún motivo a los programadores no les gustaba, pero lo importante ahora es sacarla a nivel comercial y esperemos que este reconocimiento (el Ariel) nos ayude para colocarla en salas”.
Sin embargo comentó que tuvieron una grata experiencia en Canadá cuando se exhibió el largometraje, pues la respuesta del público fue increíblemente positiva, pese a que su temática no tenía ninguna relación con este país.
“ La película habla sobre la relación de una familia mexicana con una norteamericana y a pesar de esto, cuando la presentamos en Canadá nos sorprendió mucho que la gente aplaudió durante un minuto y medio siendo que los canadienses no son digamos muy amigos de los estadounidenses y tampoco hay una gran relación con los mexicanos… a pesar de eso, les gustó”, compartió Javier Garza Yáñez.