
Con la exposición “Barro y Fuego. El arte de la alfarería en Oaxaca”, el Museo de Historia Mexicana reabrió sus puertas al público de manera oficial el pasado primero de octubre, luego de siete meses en los que sus salas permanecieran vacías.
En el primer domingo de reactivación, los 3 Museos recibieron en conjunto alrededor de 700 visitantes, mismos que acataron debidamente los protocolos y las medidas preventivas que exige la Secretaría de Salud, tales como llevar cubrebocas, respetar la sana distancia y pasar por el filtro sanitario en la entrada.
La inauguración virtual de la muestra se realizó por la página de Facebook de 3 Museos el miércoles 30 de septiembre en la que participaron Eric Mindilng, fotógrafo y co creador de la exposición itinerante; Kythzia Barrera y Diego Mier y Terán, fundadores de la Asociación Civil “Innovando la Tradición” y del colectivo 1050º, y Juan Ruiz Zárate, alfarero y ceramista oaxaqueño
La exposición surge de la investigación realizada por el fotógrafo Eric Mindling durante la década de los noventa en Oaxaca, misma que derivó en el libro “Barro y Fuego. El arte de la alfarería en Oaxaca”, publicado por Innovando la Tradición A. C. y durante la producción del libro se fue constituyendo la colección que da origen a esta muestra.
“Es una exposición que hicimos aquí en Innovando la Tradición, de la cual todos somos miembros, y es una exposición que reúne piezas de barro de los 70 pueblos alfareros que pudimos manera en Oaxaca y sus alrededores.
“Es una colección de alrededor de 200 piezas, que a su vez esas piezas son una selección de una colección más grande que se hizo a lo largo de hace varios meses cuando estábamos creando el libro que editamos en el 2012”, relató Mier y Terán.
Kythzia Barrera por su parte compartió que hacer la selección fue algo complicado porque tuvieron que dividir estos recipientes que tenía Eric Mindling en su bodega.
“Fue toda una odisea, porque las piezas estaban en un rincón en casa de Eric, que vive en el campo, y para llegar hay que pasar por terracería y cuando llevamos el camión para recogerlas, hubo muchas dificultades, así que tuvimos que conseguir otro camión.
“Entonces tuvimos que meter un montacargas y había que levantar 20 cajas con piezas de hasta de dos metros y logramos que pudieran salir al mundo”, expresó.
Su primer viaje fue a Bélgica, posteriormente a Finlandia y Alemania; en esos países se pudo apreciar el trabajo de los artesanos oaxaqueños. De regreso a México, se exhibieron en el Museo Franz Mayer y para dar testimonio, el alfarero Juan Ruiz Zárate, habló sobre este oficio que heredó de sus ancestros y lo que significa ver las vasijas de barro montadas en una exposición.
“Me sentí muy orgulloso, feliz y contento, porque creo que vale la pena tanto trabajo y tanto sacrificio. Recuerdo a mi mamá porque ella hace ollas y cazuelas y veo este trabajo que se ha realizado con tantos valores, es algo maravilloso.
“Al verlas veo historias, historias de vida, recuerdos vivos y leyendas y estoy feliz de que por fin tengan su valor”, expresó.
EL BARRO: SIMPLE Y SOFISTICADO
La alfarería indígena de México está diseñada para cumplir su función por un tiempo y luego, sin causar daño, se erosiona y regresa a la tierra de donde surgió, esto es resultado de los saberes artesanales y experiencia ancestral que permiten la creación de objetos hermosos, elegantes, de diseño funcional, que propician el bienestar social y la compatibilidad con el medio ambiente.
“Siento que esta exposición tiene un lado que en realidad es lo que el barro de Oaxaca puede ofrecer al mundo. Muchas respuestas que el mundo moderno no tiene; en silencio han estado esperando que podamos escuchar porque el barro habla en voz baja.
“Ahí está toda esa manera de vivir más equilibrada y ahora más que nunca es un mensaje que muchos podemos apreciar y podemos escuchar desde otro lado, porque creo que estamos en un momento de reflexión en donde ya es muy claro la forma en que la civilización se encuentra ahora y en la forma de vida alfarera podemos ver una forma de relacionarnos con el mundo, con el planeta y hay mucho que podemos aprender de ello”, afirmó Barrera.
Y en este sentido, Diego Mier y Terán sostiene que el oficio del alfarero es único, ya que se requiere de mucha paciencia para trabajar el barro, y así como se moldea la figura o la pieza, se moldea el espíritu de quien lo trabaja.
“La intención de la exposición es mostrar cómo el barro, a pesar de ser algo que parece muy simple, que parece algo tal vez primitivo, algo que también en ciertos contextos se considera algo pobre.
“En realidad, el oficio del barro, el oficio alfarero y todos los artefactos que presentamos en esta exposición, son más bien el resultado de una visión muy sofisticada de procesos largos de refinamiento y nos presentan la materialización de una forma de vida de los pueblos rurales, de los pueblos indígenas en México que es una forma de vida que tiene mucho que enseñarnos, o mejor dicho nosotros tenemos que aprender de ellos”, expresó Mier y Terán.
Destacó que el mundo alfarero presenta una visión de la vida que tiene mucho más que ver con la cercanía que tiene más la tierra, la cercanía con los ciclos, el entendimiento de la naturaleza y formas muy diferentes de relacionarse no sólo con el planeta, sino también con la sociedad, con el medio ambiente, con la comunidad y hasta con el propio cuerpo.
Por otro lado, la historiadora e investigadora de 3 Museos, Gabriela Sánchez, comentó que esta exhibición estaba prevista para el pasado mes de marzo, pero debido a la contingencia sanitaria por el COVID- 19 se tuvo que postergar y ahora puede ser apreciada por el público.
“En el calendario de exposiciones se tenía planeada desde el año pasado y fue la conexión de Claudia Ávila, gerente de exposiciones de 3 Museos, con este colectivo de Innovando la Tradición, fue que se decidió, y además porque esta muestra es como si fuera una continuación de las piezas que están en la exposición permanente en el área de prehispánico.
“Las piezas llegaron a principios de año y estuvieron resguardadas durante todo este tiempo y hace más o menos un mes retomamos el trabajo y se hizo el montaje, un montaje sencillo pero muy elegante y la facilidad de estas piezas es que son sumamente manejables”, explicó Sánchez.
“Barro y Fuego. El arte de la alfarería en Oaxaca” permanecerá en exhibición en el Museo de Historia Mexicana hasta el domingo 31 de enero de 2021.