¿Cómo una muchacha de provincia logró triunfar en los teatros de la capital y luego convertirse en una de las estrellas del firmamento hollywoodense? Más de uno se sentiría atraído en conocer más acerca de esta joven quien en vida fue conocida como Lupe Vélez.
La historiadora Celia del Palacio fue una de las que cayó rendida ante los encantos de esta bailarina de los años 20 por su carisma y simpatía, pero además, se sintió conquistada por el carácter fuerte y arrebatado de la exitosa mexicana.
“Hollywood era el Cielo”, biografía novelada de Lupe Vélez, “es la crónica del viaje que emprendió del Palacio al pasado para ‘revivir’ el recuerdo de la mujer de baja estatura, pero que no pasaba desapercibida y sabía muy bien cómo vender su imagen.
“A mí Lupe se me hizo una mujer muy simpática, con un cierto ángel que nos cautiva, me dieron muchas ganas primero de leer y luego de escribir una historia sobre su vida. Todos los hechos que yo pude conocer sobre ella me impactaron mucho y quise darlos a conocer a un público lector que no sabe quién fue Lupe Vélez.
“Las nuevas generaciones no tienen esta idea más histórica, por eso yo creo que es importante que se sepa que hay mucho más allá de las actrices que puedan estar triunfando y que hubo un camino recorrido y hubo personajes que picar piedra y que tuvieron que abrir un sendero a quienes vinieron después”, refirió.
Señaló que Dolores del Río sí llegó un poco antes a Hollywood que Lupe, pero fue muy distinta su llegada, debido a que llegó precedida de una fama de mujer de sociedad, de mujer muy rica y la trataron muy bien, porque era de la élite.
“En cambio Lupe llegó sin nada, sin trabajo, sola totalmente y lo que hizo fue tratar de conquistar a un mundo sin ningún apoyo, sin ningún padrino; así yo creo que es importante reconocer el trabajo y el esfuerzo que ella hizo y además la generosidad que ella tuvo con sus compatriotas mexicanos que la buscaron para pedirle ayuda”, destacó la coordinadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana.
“Ella les abrió la puerta de su casa, les prestó dinero, les ayudó a conseguir contratos, y eso es algo que vale la pena dar a conocer”, añadió.
Y el hecho de que Guadalupe Villalobos Vélez tuviera que superar diferentes obstáculos desde que era una niña, hacen que su historia adquiera un valor agregado, sin importar la época en que ella vivió.
Especialmente, “La Polvorilla”, como le decía don Jacobo Villalobos, su padre -quién además era originario de Monterrey-, era una guerrera y supo enfrentar situaciones que no eran propias de su edad, como quedar embarazada siendo aún adolescente.
Y según la biografía novelada de Celia del Palacio, la reina del shimmy y charleston sobrellevaba sus penas, precisamente, haciendo lo mejor que ella sabía hacer: acaparando la atención de los demás, a quienes seducía con su gracia y belleza.
La también autora de “Mujeres de la Tormenta” se permitió algunas licencias en su biografía-novelada, como bautizar al perro de Lupe como “Pancho Villa”, haciendo una alusión histórica, pero hay datos muy precisos que fueron obtenidos gracias a días y meses de investigación.
Lupe nació en San Luis Potosí, luego se mudó a la ciudad de México, pero al quedar embarazada a muy corta edad, fue enviada con su hermana a un colegio de monjas en San Antonio, Texas
La madre de Lupe, doña Josefina Vélez Gómez, era cantante de zarzuela y aunque siempre trató de controlar a su rebelde hija, terminó por alentarla y apoyarla, sobre todo por las crisis que tuvo la familia en tiempos de la Revolución.
“Lo que ocurre es que ellas se tienen que ir a la ciudad de México, por los estragos que había dejado la revolución a su paso: ellas como muchas familias llegaron a las grandes ciudades huyendo de la guerra, sin muchos medios económicos.
“Entonces, había que encontrar la manera de sobrevivir, de trabajar en lo que se pudiera aun cuando era mal visto en aquella época. A pesar de estas limitaciones, algunas mujeres, incluso las mujeres de la alta sociedad, tuvieron que trabajar porque se quedaron sin nada”.
Celia dijo que una de las cosas que más le gustaron de Lupe fue su arrojo, su valentía, pues se enfrentó a actrices como María Conesa y hasta las retaba. Siempre tuvo en su mente que ella podía, que ella tenía el don de ser admirada por propios y extraños.
DEL LIBRO A LA PANTALLA
GRANDE
Cuando Salma Hayek empezó su carrera en Hollywood, mucha gente que ignoraba que Lupe Vélez había triunfado previamente en la meca del cine, decían sin empacho que la veracruzana era la primer mexicana que hacía “el crossover”, cinematográficamente hablando.
Cuando Hayek alcanzó la popularidad y la fama suficiente, se propuso llevar la vida de la pintora Frida Kahlo a la pantalla grande, siendo interpretada por ella misma.
Al cuestionarle a Del Palacio si Salma podría encarnar a Lupe Vélez, recordó que la también actriz veracruzana, Ana de la Reguera, anunció que haría una película sobre la mexicana que causo sensación en Hollywood y que tuvo entre sus amantes a Gary Cooper y a Johnny Weissmuller, el primer “Tarzán” del celuloide.
“Creo que había un proyecto de Ana de la Reguera de hacer una película sobre Lupe y yo no supe si la hizo o no, pero sería interesante que Ana , Salma, o cualquier otra actriz latina que haya triunfado en Hollywood, fuera quien diera nuevamente vida a Lupe”.
Celia ha elegido a otras mujeres importantes de la historia para sus anteriores novelas “No me alcanzará la vida”, “Leona” y “Mujeres de la Tormenta”, y aclaró que cada una es importante por el papel que desempeñó en su tiempo y espacio.
“Siento un gran compromiso con Lupe, espero no defraudarla. Me encariñé mucho con ella por su personalidad, porque era muy simpática, muy agradable y digamos que por el momento me ha conquistado.
“Por supuesto no podemos comparar a una heroína como Leona Vicario, quien es de otro tiempo y de otro momento y que hizo un esfuerzo también muy importante. Cada una de ellas tiene un lugar distinto y un valor distinto”.
Celia subrayó que su intención en escribir biografías sobre mujeres que dejaron huella de alguna manera, es para que las mujeres de las nuevas generaciones sepan que antes de ellas hubo quienes que se esforzaron muchísimo para que ellas gozaran de los beneficios que ahora tenemos las representantes del sexo femenino.