
No son un dueto de músicos pero sí hacen mancuerna con el sonido. Janet Cardiff y George Bures Miller, son artistas reconocidos internacionalmente quienes han revolucionado el arte con sus instalaciones sonoras multimedia de inmersión.
Desde el pasado 25 de enero la exposición Cardiff & Miller abrió sus puertas al público en la planta alta del Museo de Arte Contemporáneo (MARCO), espacio en el que los visitantes encontrarán nueve instalaciones que le brindarán una experiencia única.
El curador de la muestra, Gonzalo Ortega, destacó que después de cuatro años de negociaciones, el Museo MARCO presenta por primera vez en México parte de la propuesta de esta pareja que inició su trabajo en conjunto desde principios de los ochentas.
Ambos son canadienses y han unido su talento para elaborar piezas que combinan varios elementos tomados del teatro, ópera, robótica, con gran maestría y precisión, pues no se trata de simples instalaciones, sino de proyectos muy bien planeados que narran diferentes historias.
Sonidos a los que estamos acostumbrados, los que nos traen recuerdos y otros más que nos inquietan, son la base de la que Janet Cardiff y George Bures Miller, parten para hacer sus instalaciones.
Al iniciar la aventura en “Cardiff & Miller“, los asistentes podrán tener emociones distintas, ya que en cada habitación hay un escenario diferente, en el cual puede evocar o provocar sentimientos encontrados.
Las nueve instalaciones que se seleccionaron para que fueran exhibidas en MARCO, fueron creadas entre 2001 y 2015 y a decir de Ortega, representan un reto para el espectador, pues inevitablemente se involucra en cada historia y le da una interpretación propia, lo cual le lleva un tiempo extra que si solamente se dedicara a contemplar la pieza.
“Es un reto para el espectador; es un reto porque no son obras en las que uno se posiciona a la distancia, son piezas invasivas y vamos a tener experiencias intensas y por lo mismo es demandante para el espectador porque consideramos que tienen que tomarse el tiempo, detenerse en cada instalación y entender de que va.
“No son cuadros, no son imágenes, no son fotografías en la pared. Cada una de estas piezas ha sido diseñada con el más mínimo detalle para que tenga un funcionamiento espectacular”, señaló el curador.
El recorrido inicia con “The marionette maker” (2014), en el que se observa el interior de una camioneta que hace las veces de casa rodante. En ella se puede imaginar una historia con los objetos que hay en el interior o sentirse invadido por ciertos recuerdos.
El “tour” continua en otro cuarto y en este ser testigo de cómo se convierte en un “performance” de una gala de ópera en la que la iluminación va en in crescendo al ritmo de la música en “Ópera for a Small Room” (2005).
Otra de las instalaciones es “The Killer Machine” (2007), en la que se reproduce un cuarto de tortura en la que una silla de dentista aparece en primer plano rodeada de unos brazos robóticos cuyos movimientos atrapan las miradas del visitante.
Mientras que en “The Forty Part Motet” (2001) , se colocaron 40 bocinas para reproducir igual número de voces que interpretan “Spem in Allium” , por Thomas Tallis, y pese a que las personas que ingresan a este salón están rodeados por 40 aparatos de sonido, basta con cerrar los ojos para transportarse y escuchar al coro de la Catedral de Salzburgo.
Luego se sorprenderá con un carrusel “The Carnie” (2010) , en el cual también los sonidos son el valor agregado de estas piezas en las que sus creadores Clifford y Miller dedicaron mucho tiempo a su elaboración.
Con exposiciones internacionales a lo largo de las últimas dos décadas, en los espacios de más prestigio en el mundo, la obra de Cardiff & Miller ha deleitado tanto a expertos como a personas que no están familiarizadas con el arte contemporáneo, permanecerá en el Museo MARCO hasta el 9 de junio de 2019.