
La comunidad que integran un amplio sector de la sociedad que está compuesto por mujeres que asumen su lesbianismo ha sufrido cambios en los últimos 20 años , y son estas propias mujeres que debaten, analizan y lanzan propuestas para una sociedad incluyente y a favor de la Cultura de la Legalidad.
El pasado 17 de agosto se inauguró la exposición “Lesbos, Una Mirada Hoy” de Ana Goñi en el patio central de la Escuela Adolfo Prieto, y que estuvo precedida por la participación de tres activistas que discutieron en un panel la realidad de las mujeres lesbianas en nuestra sociedad actual.
Desde la concepción que tienen ellas mismas sobre su sexualidad hasta las reuniones que organizan para exigir sus derechos, son puntos que se trataron en la mesa de discusión que integraron Sol Castro ( Colectivo Las Juanas ), Mariana Gabarrot (catedrática del ITESM) y Carolina Mendoza (Sociologa Humanista).
Las tres compartieron sus experiencias como mujeres lesbianas tanto en el campo personal como laboral y reconocieron los logros obtenidos por las generaciones anteriores, pero consideran que aún falta mucho por trabajar en materia de derechos humanos, de combatir la discriminación, que incluso algunas veces proviene de ellas mismas.
Sol Castro expuso que existen diferentes tipos de lesbianas y cómo ha cambiado el comportamiento a medida que van pasando los años y han surgido sub grupos de estas mujeres que han salido del closet y ya no tienen miedo de presentarse como lesbianas ante sus familiares, amigos y colegas.
“El titulo de esa exposición me parece muy apropiado y coherente por los retratos , pues la diversidad es una riqueza incomparable que tenemos como humanidad, pero también esa misma riqueza crea conflictos cuando la tolerancia y el respeto son los grandes ausentes.
“En estos casi cinco años que llevo con el grupo de Las Juanas, que es un grupo de crecimiento para mujeres lesbianas y bisexuales, lo único que se me ocurre decir es auxilio, socorro ; alguien líbreme de esta jaula de locas , bueno exagero un poco.
“He aprendido a vivir con esta diversidad de mujeres, y he entendido que lo único que tenemos en común ellas y yo es que somos lesbianas”, afirmó Castro.
En su reflexión, mencionó las actitudes despectivas con las que los y las heterosexuales se dirigen hacia las lesbianas, con adjetivos non gratos en alusión a su condición homosexual.
Recordó como fue su despertar y el descubrirse lesbiana, y narró como fue todo el proceso de autoaceptación que incluye desde la actitud y la forma de vestirse, pues se ha desatado una polémica al respecto.
“A mis 16 años yo creía que una lesbiana debía lucir así: cabello corto, pantalón de mezclilla, camisa a cuadros, con tenis, con botas o chancluda, o sea, zapato cómodo.
“Actitud de bato, mirada matona, pero al crecer me di cuenta que no era necesario hacer todo eso, porque ser lesbiana se siente , se lleva en el corazón y las demás lesbianas lo notan ; les digo porque acabo de entrar a un trabajo hace algunos meses y ya voy haciendo mi club lésbico “, añadíó Sol Castro.
Lamentó por otra parte que ente la misma comunidad exista machismo y misoginia.
“Cuando yo formé el grupo , yo juraba que el sueño de toda lesbiana era ser lesbiana feminista, ir a las marchas y gritar soy lesbiana, salir del closet y luchar por nuestros derechos”, recordó.
Señaló que a la tercer reunió que tuvieron como grupo establecido, se dio cuenta de la diversidad no sólo en lo físico , sino en el pensamiento, pues el grupo se dividió en las más jóvenes que iban de los 15 hasta los 35 años, mientras que el otro era de cuarenta en adelante.
El testimonio de Carolina Mendoza es similar al de Sol Castro, pero ella realizó una investigación para su tesis sobre las madres lesbianas cuando terminó su carrera en la Universidad de Monterrey, lo cual considera un logro dado la línea educativa de la universidad privada.
“Yo estudié en la Udem, si alguien conoce esta universidad, sabe que es un poquito católica y pues me la jugué porque hice mi tesis sobre madres lesbianas y la hice en conjunto con otra compañera.
“Realmente nuestra intención con las madres lesbianas nuca fue sacar el estandarte sobre los derechos de las lesbianas, pero en cambio lo que hicimos fue un estudio sociológico y me sentí como si estuviéramos analizando leones en el Africa.
Mendoza menifestó que fue una gran satisfacción realizar esta investigación porque considera que este trabajo le abrió las puertas a otro tipo de estudios.
“Queremos que nos vean, queremos que sepan que estamos aquí. Que hay familias que tienen a dos mamás y que educan también a sus hijos de la misma manera que el resto de las mujeres”, apuntó la socióloga Carolina Mendoza.