Tiene más de 43 años de existencia, posee una mezcla de música, alegría, baile y picardía lo que la han llevado a ser la mejor en Nuevo León, se trata de la “Tuna” de FIME de la UANL, donde más de 14 jóvenes unen sus talentos para demostrar el porqué de su permanencia.
Para muchos parecerá extraña la forma de vestir de los estudiantes, quizá no los conozcan o confundan al grupo con una estudiantina, pero existen diferencias muy marcadas.
La “Tuna” es una hermandad de estudiantes universitarios que portan combinación de vestimentas antiguas y que interpretan temas músicales del folclore europeo e hispanoamericano. Usan capas, mallas, panderetas, guitarras, entre otras cosas y participan exclusivamente hombres.
Además se basan en rangos y para estar en ella se requiere de algo muy importante: humildad, ya que el pertenecer a ella no es sólo una etapa de la vida, sino que el que formó parte, podrá aplicar los conocimientos en su vida diaria pues ayuda en la formación profesional y personal.
UN ‘TUNO’ VETERANO
Pedro Palacios es un joven estudiante de noveno semestre de FIME y durante ocho años ha formado parte del grupo al que ahora ve como parte de su formación profesional.
“Aprendes a tener una actitud asertiva en cualquier momento, te da eso y cualquier tuno del mundo va a contestar que la tunería lo aplica en todos los ámbitos de su vida y yo como un ‘tuno’ veterano aseguro que mi vida tiene un antes y un después, porque una vez que eres tuno, eres tuno hasta que te mueras, es algo que no se va a quitar nunca, todos somos universitarios, al momento de entrar a laborar, lo aplicamos al ser más ordenados, responsables”, expresó el alumno de 25 años de edad.
“Sales de la facultad, ya no eres activo, pero sigues siendo ‘tuno’, y puedes venir a tocar las veces que quieras, aunque tengas 40 años, pero ya no vas a las presentaciones. Lo más fuerte es la formación y la ‘Tuna’ está basada en desarrollar una virtud que todos conocemos que es la humildad, es la principal base del grupo”, explicó. Pedro también es compositor, estuvo cuatro años como director musical en el grupo, cada año por lo menos compone tres canciones que se tocan en las presentaciones, hasta han logrado producir un disco llamado “Nostalgia de octubre”, donde él fue el arreglista.
El número de integrantes varía, acuden hasta 20 personas, pero para presentaciones más chicas van 12 o 14. Los estudiantes quieren ingresar al grupo por el prestigio que tiene y por las becas que otorgan; sin embargo, es difícil mantenerse, ya que de 10 jóvenes que entran por semestre se quedan dos, debido a que es un ritmo muy acelerado por la cantidad de eventos, en ocasiones es difícil combinar escuela, trabajo y “Tuna”.
El grupo ha tocado en prácticamente todas las facultades de la UANL, en los municipios de Nuevo León y en casi todos los Estados del país. Además han visitado Sudamérica: Perú, Bolivia, Argentina, Chile y otros lugares.
A diferencia de otras “tunas”, la de FIME tiene presentaciones de hasta un 90 por ciento, seguida por la de Ciencias Químicas.Dentro de su repertorio musical se encuentran canciones cómicas y chuscas que animan al público.
Además se puede comparar con la vida de un vagabundo, pues viajan a diferentes regiones: “la diferencia entre un vagabundo y un ‘tuno’, es que el ‘tuno’ cuando acabe su carrera combinará su comportamiento con todo lo que aprendió en la escuela, esa es la clave”.
Agregó que lo que buscan es que la gente se dé cuenta que la tunería no es sólo un grupo musical universitario, sino que es un grupo en el cual se está constantemente aprendiendo y tratando de forjar y formar personas de bien.
“Muchos ex ‘tunos’ siguen frecuentándola, es un grupo que no se olvida y muchos ocupan cargos de directivos en diferentes empresas”, sostuvo Pedro, quien también trabaja como comediante y músico en un centro de espectáculos.
LOS RANGOS
Para poder portar la beca -que es la última etapa del tuno- se debe de pasar por una serie de pasos, explicó Fabián de la Rosa (integrante), el primero de ellos, dijo, es que sean varones exclusivos de la facultad y que se encuentren activos.
“Esto se hace porque cuando nace la tradición en 1967 únicamente estudiaban los varones, por eso no se les permitía el acceso a las mujeres, la que es ‘Tuna’ de verdad tiene que tener únicamente varones, tienen que ser universitarios; pueden entrar de otra facultad si en ella no existe ‘Tuna’”, explicó.
Cuando un joven ingresa a la “Tuna” se le conoce como “aspirante” y empieza portando una camisa blanca, pantalón negro hasta las rodillas, mallas y sube de rango dependiendo de las aptitudes.
“Si te pones las pilas, eres entregado, le dedicas el tiempo, la ‘Tuna’ es como una novia, es bien celosa de su tiempo, de sus actividades, si el grupo te ve que tienes ya la posibilidad de portar el traje, se te entrega el jubón (casaca o saquito), el gregüesco que es el short que se lleva hasta las piernas o pantalón bombacho”, dijo Fabián, quien tiene cuatro años en la “Tuna”.
El segundo rango es el de pardillo y el tiempo de cambio varía, va de tres a seis meses; el siguiente es “tuno” llano. Se le entrega la capa, que tiene que ser colocada del lado derecho, porque por tradición los caballeros portaban la capa del lado izquierdo para esconder las armas que traían, entonces los estudiantes forzosamente tenían que ponerse del lado derecho para demostrar que no llevaban ningún armamento.
El último rango es el de la beca, que es el elemento más significativo y de mayor carga simbólica, es una banda o paño de seda en color azul (por ser de la facultad de Ingeniería)con el escudo de la facultad y con el nombre del integrante, y se coloca en el pecho en forma de V, significando que pertenecen a la universidad y así son bautizados como veteranos.
“Cuando empezaron las universidades en España, la plebe tenía prohibido estudiar, únicamente lo hacía la nobleza, uno de los reyes, Alfonso VIII empieza a becar a estudiante y cuando entran a la universidad, el afán de la nobleza por distinguirse de la plebe, les pone un paño en el pecho a la plebe (a los becados), simulando la U de la universidad para poderlos distinguir de los de la nobleza. Cuando portan la beca es el máximo rango, en ese entonces era un símbolo de humildad y ahorita es el rango más alto que se puede llegar a alcanzar”, explicó Fabián.
Los rangos de edad van desde los 17 hasta los 25 años o incluso más siempre y cuando esté matriculado dentro de la universidad.
En el 2009 realizaron el tradicional viaje de parche donde fueron a Francia, Bélgica, Holanda y Alemania por un tiempo de dos semanas y media, para poder viajar tuvieron que pedir dinero dentro de sus show para solventar los gastos, recordó Fabián.
Durante el tiempo libre, los jóvenes se la pasan en un salón en uno de los edificios de FIME; desde ahí se ponen a practicar lo que más les gusta; en las paredes cuelgan fotografías de los iniciadores de esta tradición, el oso representativo de la facultad, banderas colgadas en el techo, múltiples trofeos, reconocimientos que a lo largo de los años los integrantes y ex “tunos” han logrado y un guardarropa con la vestimenta.
En ese sitio no sólo se guarda la esperanza de futuros ingenieros, sino la de lograr trascender en la historia de la escuela a través de la música, y es que en uno de los pizarrones se pueden apreciar la agenda del grupo y a su vez problemas de cada especialidad.
“Estamos aquí cada vez que podemos, o si tenemos un aniversario o un certamen en puerta se programan horarios, preferentemente toda la semana o mínimo tres veces a la semana en un tiempo de 120 minutos, anotamos los eventos y también estudiamos un poco”, dijo Fabián.
ES DIFÍCIL PORTAR LAS MALLAS
Fabián comentó que al principio era difícil portar las mallas, pues los piropos y silbidos no se dejaban de escuchar por los pasillos de la facultad, principalmente por aquellos alumnos de primer ingreso.
“Es difícil traer mallas, no es bien visto por nuestra misma cultura, nos empiezan a chiflar hombres y mujeres, al principio sí me molestaba, pero como fue pasando el tiempo ya no le tomamos importancia a los comentarios que nos hacen. Los de nuevo ingreso son los que nos hacen el ruido, pero ya después lo ven normal y hasta quieren ingresar.
“A todos nos llegó a pasar, entré en segundo semestre, antes ya los había visto tocar y pasar por el pasillo, ver algunas presentaciones y como todos les decía: bola de mar… por qué se ponen mallas. Me nació entrar cuando vi todos los beneficios que te podía traer; un día vi en una vitrina todos los viajes y premios, una narración de lo que era la ‘Tuna’ y a partir de ahí dije: si mi sacrifico nada más son las mallas: ¡adelante!”, comentó sonriente.
Para Fabián una de las satisfacciones que le ha dejado pertenecer a la “Tuna”, es la nueva vida que como estudiante puede llevar, considera que ha logrado ser más tolerante, humilde, conocer amigos y otras culturas.
En cada presentación usan alrededor de cuatro guitarras; tres bandurrias; dos laúd, un contrabajo, dos panderetas, entre otros instrumentos, todos cantan y no cuentan con un maestro que les enseñe, todo se aprende en grupo.
Por el momento no se tiene pensado crear una “Tuna” de mujeres debido a las tradiciones: “las puertas están abiertas para todos aquellos varones que quieran ingresar. Las chicas no pueden entrar, pero pueden pertenecer a un club de fans”, aclaró sonriente.
Explicó que con los fondos que obtienen de las presentaciones se compran las mallas, arreglan los instrumentos, todo lo necesario para que el grupo esté al 100 por ciento y también se guarda una parte para viajes y aclaró que nunca se reparte el dinero entre los estudiantes.
ES ESTUDIANTE DE ENFERMERÍA
Para Axel Said Rodríguez no fue impedimento ser alumno de la Facultad de Enfermería y al mismo tiempo pertenecer a la “Tuna” de FIME, ya que una de sus ilusiones es poder formar un grupo en su escuela.
“Cuando estaba en tercer semestre, conocí a un amigo y empezó a platicarme que estaba en la ‘Tuna’ de FIME, se me hacía complicado entrar, me dijo que no había problema, que podía entrar con la finalidad de formar una ‘Tuna’ en mi escuela, sabiendo que en enfermería no hay ‘Tuna’.
“Cuando tenga el máximo rango lanzaré convocatorias, pero lo veo un tanto difícil porque el 80 por ciento son mujeres, algunos chavos me han comentado que quieren entrar al grupo, pero el problema también son las prácticas profesionales, no es tan sencillo como en FIME, porque vamos a hospitales”, dijo.
Inició como aspirante el 29 de julio del 2009, cuando estaba en cuarto semestre, llegó vestido con pantalón negro a las rodillas, mallas, zapatos negros, cinto y camisa blanca de vestir. La primera presentación fue en la Facultad de Medicina, pero él pensó que se trataba de un evento pequeño y su sorpresa fue que tenía que presentarse en el Auditorio.
“Me tocó cargar las banderas que es por lo que se empieza, estaba un poco nervioso, pero fue divertido. Pasaron más de tres meses para poder subir al siguiente rango que es el de pardillo”, contó Axel quien dentro del grupo lo llaman “mou”.
El estudiante toca la guitarra, el pandero, canta y baila las banderas, y poco a poco ha ido aprendiendo: tradición, “tunería” y musicalidad; igualmente a balancear, tareas, escuela, hospital, y es que además de estar en la facultad y en la “Tuna”, Axel realiza prácticas profesionales como instrumentista en el área de quirófano del Hospital Universitario.
“De primero mi mamá se sacaba de onda porque no llegaba temprano a la casa, me la pasaba en los tres lugares, y no iba a la casa”, dijo.
El pertenecer a la “Tuna” aparte de viajar, trae otras ventajas como el obtener becas escolares de hasta el 100 por ciento. Además de aprender a tocar instrumentos como lo está haciendo con el violín y el contrabajo.
Axel invita a los jóvenes a que se unan al grupo de “tunas”, pues igual que el deporte, es una actividad muy apasionada.
“Me gustaría que se animaran, la ‘Tuna’ más que nada te abre las puertas porque tienes muchas posibilidades de viajar, es un grupo muy viajero y cuando terminas la licenciatura o ingeniería no vas a viajar tanto, es una etapa de la vida que tienes que aprovechar y más como estudiante, son experiencias muy bonitas y enriquecedoras y qué mejor que formar un grupo”, concluyó.