Por más de 20 años, Paco Ignacio Taibo II estuvo recabando información para escribir Patria, el libro que “lo persiguió” para que lo escribiera; un libro que fue complejo en todos sentidos, pero que finalmente vio la luz, y el pasado viernes 16 de junio se presentó en Colegio Civil Centro Cultural Universitario.
Acompañado del historiador Héctor Jaime Treviño, Taibo II compartió sus anécdotas con el público que asistió esa tarde al recinto de la UANL.
“Son 20 años, quizás más que estuve recabando información, material de archivo, correspondencia, recortes de periódico sobre la Revolución Liberal; hay que empezarla a llamarla así: ‘Revolución Liberal’.
“Por ejemplo, ya he vivido el proceso de meterte en el libro complejo como la biografía del Ché (Guevara) o la de Pancho Villa, y sabes que son años de tu vida que les tienes que dedicar a la hora de contarlos”, manifestó el escritor.
Confesó que fue un arduo trabajo el montaje de la historia, armar el rompecabezas de 20 mil pedazos que había obtenido de su trabajo de investigación, pero además se trataba de cotejar esa información con el México de hoy.
“Conforme iba trabajando el libro, iban apareciendo una y otra vez elementos que me ponían en conflicto con la realidad que vivo; por ejemplo: Juárez camina por el Zócalo a Palacio sin escoltas.
“En el México que hoy vivimos, cualquier gobernador ‘pincharaíz’ de los que hay en este pinche país, para recorrer 25 metros necesita 30 guaruras armados, siete ‘cargaportafolios’ y 12 ‘lamehuevos’.
“Este Juárez solitario cruzando el Zócalo o la Plaza de Oaxaca, cuando era gobernador, era como el gran reto de confrontación con el México de la Revolución Liberal, contra el México de nuestros días”, indicó.
Señaló que la historia que se cuenta en Patria está repleta de ejemplos de rectitud, de honestidad.
“Cuando dije: este libro se va titular Patria, el editor me dijo: ‘estás borracho Paco, no vas a vender ni uno’, y yo dije: vamos viendo, porque precisamente es la provocación de devolverle el peso a esta generación de la Revolución Liberal que tenía un claro sentido y una clara noción de Patria”, aseveró.
NO ES UNA BIOGRAFIA
Cuando empezó a escribir Patria, Paco Ignacio Taibo II tuvo muy claro que no quería hacer una biografía de Benito Juárez, pues ya se han escrito muchas.
“No quise hacer una biografía de Juárez, me quería fugar de eso. Demasiadas biografías, demasiada piedra, demasiado retrato chafa, demasiado Juárez rígido, tieso, envarado, vestido como si fuera el jefe de mayordomos de palacio y no el presidente; demasiada imagen contradictoria que no acababa de gozar, ni acariciar.
“Necesitaba entrarle por la esquina, darle la vuelta al personaje y encontrarlo, capturarlo, reorganizarlo y encontrarle una dimensión humana; y sí quería hacer la historia de una generación de cuadros de liberalismo”, apuntó.
Argumentó que quiso hacerlo de esta manera porque la historia de cada personaje que incluyó en el libro iba aportando elementos, como anécdotas poco conocidas que le daban cierta chispa al relato.
“Como por ejemplo: ¿para qué chingados Maximiliano se trajo de Trieste dos pinches loros portugueses, teniéndolos en Veracruz? Chingado, que además hablaban español. De esa anécdota, a el retrato del personaje que te traza un poco líneas del hombre que va estar en escena y te lo acerca.
“A la hora del montaje, decidí narrarla en tres tomos: un tono narrativo general, para seguir el transcurso de la historia, un tomo de captura de pequeñas anécdotas y una serie de biografías dividas en dos tomos”, refirió Taibo II.
EL LADO LUMINOSO
Señaló que durante su investigación descubrió que las fuentes documentales sobre la época son “de una riqueza endiablada”, porque fue encontrando personajes que jugaron a ser los buenos, y también a los que fueron los villanos de la historia.
“Es que esto era como la pinche Guerra de las Galaxias; los del lado luminoso y los güeyes del lado oscuro, que eran culerísimos, compañeros; pero hay niños en la sala, entonces sigan un sabio consejo: piensen como yo, pero no hablen como yo; yo soy como un jarocho perdido, pero ya no recuperable por los manuales de buena conducta.
“Entonces los personajes del lado oscuro, son los del lado oscuro de a deveras”, advirtió el autor.