Alejandro Vela tiene 40 años, parece de 30, pero cuando tenía 17 años se fue a Nueva York para estudiar piano a Juilliard, la reconocida Escuela de Música.
Gracias a su madre, Hortensia Vela, el joven originario de Piedras Negras, Coahuila, tuvo su acercamiento al piano desde temprana edad, pero fue la música de Johann Sebastian Bach la que lo convenció de que tenía que dedicarse a tocar este instrumento para siempre.
“Mi relación con el piano fue amor a primera vista. Desde que lo empecé a tocar ya no me despegué. La música es mi bendición, yo siempre he dicho que soy muy afortunado en tener la música por dentro y poderla compartir, pues es un lenguaje universal.
“Y todo comenzó con Bach, y hasta la fecha es uno de mis favoritos, aunque tenía años de no tocarlo; apenas lo estoy tocando de nuevo, porque de niño, la música de Bach era lo que más tocaba”, compartió.
Mencionó que tiene una Tocata en Do menor que grabó en Nueva York y la tiene Spotify.
“Cuando empezó mi carrera, y estaba tocando a Bach, Christoph Eschenbagh, un gran director de orquesta me escuchó en Houston, y toqué para él en una audición en la que tenía preparado un concierto de Liszt, una Polonesa de Chopin y un Preludio y Fuga de Bach.
“Entonces me dijo el maestro: me tenías al filo de la butaca con Bach, y fue gracias a ese Preludio y Fuga, que me invitó a tocar varias veces con él en Chicago, en Houston y en otras importantes sedes”, recordó.
Comentó que durante mucho tiempo siguió tocando a Bach, pero luego empezó a investigar sobre la música latinoamericana.
“Después tuve un gran encuentro con la música latinoamericana clásica y ahorita estoy poniendo a Astor Piazzolla en mis conciertos, pero mi top cuatro de compositores clásicos siempre serán: Johann Sebastian Bach, Ludwig Van Beethoven, Serguéi Rajmaninov y Franz Schubert.
“Y el quinto sería Franz Liszt, porque Liszt fue el `rockstar ´de su época, y me encanta porque recuerdo cuando toqué en el 200 aniversario de su natalicio, en Budapest y me sentí muy emocionado de haber tocado su música en ese día que se conmemoraron dos siglos de su natalicio”, indicó.
Señaló que a medida que va investigando más sobre la música de estos grandes compositores, va haciendo descubrimientos interesantes.
“Cada vez voy encontrando nuevas formas de ellos mismos; por ejemplo, tenía como 10 años o 15 años de no tocar a Bach y a Beethoven, ahora estoy con eso, como que volviendo a los orígenes, después de experimentar con todo tipo de otra música contemporánea”, compartió.
Refirió que también ha realizado música especial para cine, y ha colaborado con bailarines y pintores para la creación de piezas especiales.
Vela se presentó en el Aula Magna de Colegio Civil Centro Cultural Universitario, dentro de las actividades del Festival Alfonsino.
El concierto fue calificado por el mismo músico como “algo ecléctico”, ya que el repertorio incluyó temas clásicos de Beethoven, pasando por algunas piezas del compositor cubano Ernesto Leucona y del compositor argentino Alberto GInastera.
No podía faltar algo dedicado a nuestra patria del mexicano Manuel M. Ponce, y cerró la velada con un par números de Radiohead, a los que se les hicieron arreglos para este concierto.
“Hice tres transcripciones para piano, de un arreglista muy bueno que se llama Christopher O´Riley que las ha hecho virtuosas e innovadoras, y yo me inspiro mucho en Franz Liszt”, refirió.
LA OTRA MÚSICA
Alejandro Vela estudio en Julliard, donde obtuvo la licenciatura en piano, pero también sigue estudiando y actualizándose, así como tiene la mente abierta para experimentar con sonidos nuevos y mezclar la música con otras artes.
“Yo vengo colaborando con todo tipo de artistas, además de músicos que tocan otros géneros, también he participado en proyectos con pintores, pues mientras toco se hace una obra de arte.
“Lo mismo pasa con los bailarines. Hay un video mío en Youtube que hicimos de un coreógrafo canadiense, él también es muy joven, tiene 25 años.
“Entonces él hace coreografías para el Ballet de Nueva York y él hizo una coreografía para una bailarina y un pianista de una pieza de Liszt que se llama Spozializio Durante los Años de Peregrinaje: Italia”, relató.
Refirió que este trabajo en especial fue toda una experiencia, porque estuvo una semana ensayando y observando los movimientos de la bailarina a detalle, así como su respiración.
El pianista coahuilense ha hecho duetos y tríos con otros músicos como flautistas, violinistas, chelistas, y con grandes orquestas en diferentes partes del mundo, tanto en Europa como en Asia.
Indicó que ha tomado clases de yoga y aprendió que la respiración tiene mucho que ver en la cuestión musical.
“La respiración tiene mucho que ver, porque he hecho yoga y en Juilliard aprendimos la técnica Alexander para tener una buena postura y una buena respiración.
“Incluso hay una clase que tomé que se llama El movimiento de la música, que consiste en que dos personas se estén lanzando una pelota de tenis para sentir la velocidad en que cae, para aplicarlo en una pieza musical”, explicó.
Finalmente, el pianista dijo que se sentía muy feliz y satisfecho con lo que ha logrado hasta el momento, pero quiere seguir compartiendo su música y su arte por tiempo indefinido, así como seguir aprendiendo para ofrecer lo mejor a su público.
“Me gustaría que cuando la gente vaya a escucharme se vaya de viaje a un lugar muy agradable, porque la música es como un viaje que te lleva a lugares placenteros”, concluyó Alejandro Vela.v