Irma Gallo es, como muchas otras de su clase, una periodista incómoda porque no se calla. Ella va en búsqueda de historias de mujeres que se han enfrentado a la violencia y las injusticias que viven a diario en todas las ciudades de México.
Desde mujeres que pertenecen a la alta sociedad, pero que han sufrido violencia doméstica, mujeres transgénero que han sido atacadas físicamente y discriminadas socialmente, y hasta las que han padecido depresión postparto, son las protagonistas de una serie de reportajes que Irma Gallo recopiló en Cuando el cielo se pinta de anaranjado (ser mujer en México), su libro, que fue presentado en el marco de la Escuela de verano UANL edición 2017.
El pasado jueves 27 de julio, la periodista autora del portal literario La libreta de Irma, presentó esta publicación que fue editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León a través de Editorial Universitaria.
Gallo estuvo acompañada de la activista Cordelia Rizzo y de la editora y promotora cultural Claudia Lozano, quienes coincidieron en que esta compilación de testimonios de mujeres denuncia la desigualdad que prevalece en el sistema, ya que en la actualidad las leyes siguen favoreciendo a los hombres y afectan a las mujeres.
Entre los casos que se mencionaron esa noche destacaron los de Yakiri Rubí, Ema Gabriela Molina, Gloria Hazel Davenport, entre otros.
Lozano aclaró que, aunque el libro no está dividido por secciones, ella encontró que hay tres partes en los que se reparten las historias que aparecen en el libro.
“A medida que vamos leyendo, nos encontramos por ejemplo que la primera parte son relatos que van desde los migrantes que escriben sus vidas, defensoras de los derechos humanos; testimonios duros como el de Yakiri Rubí; así como los testimonios de mujeres que pierden a sus hijos por denunciar la violencia familiar en la que viven.
“Irma viaja también al interior de una casa donde habitan mujeres que en otro tiempo se dedicaron a la prostitución y que hoy viven en el olvido, pero que entre ellas se acompañan y se fortalecen en sus días de madurez. Y encontrarán testimonios de mujeres que sufrieron depresión postparto y mujeres que se han dedicado a recaudar fondos para hacer justicia social”, apuntó Lozano.
Indicó que en una segunda parte del libro, el capítulo Ser feminista hoy, incluye reflexiones de mujeres que hablan con conocimiento de causa sobre el tema, como la periodista Elena Poniatowska, Jean Franco y la abogada Edith López Hernández.
Irma Gallo dedica unas páginas a la problemática de las mujeres transgénero en la cárcel de varones. Presenta el testimonio de una mujer en esta difícil situación.
Por su parte, Cordelia Rizzo consideró que Cuando el cielo se pinta de anaranjado (ser mujer en México), es una memoria de casos emblemáticos muy recientes, como el de: “Yakiri Rubí: culpable de ser mujer, lesbiana y tepiteña”.
“Aquí tenemos casos que han sido muy mediáticos; muchos gracias a que Irma los escribió, los recuperó y nos prestó sus ojos para entrar a muchas partes. Y una de las partes que a mí me gustó fue entrar en el contexto del que vive Yakiri al momento de su rapto, a entender el momento preciso en el que ella le clava el cuchillo al agresor.
“A Yakiri la condenan por haber matado a su agresor después de que ella había sido violada; fue violada por dos hombres mucho más grandes que ella que la raptaron en una moto, y la condenan por eso; pero el impacto es más fuerte cuando te das cuenta que eran unos grandulones y al leer el capítulo, sobre cómo le clavó el cuchillo, pienso que yo también hubiera hecho lo mismo”, expuso Rizzo.
Sobre su experiencia en este trabajo, la periodista compartió que estuvo tan cercana a las mujeres que entrevistó, que creo un lazo afectivo. También con los familiares de ellas porque, según comentó, los padres de las víctimas de injusticias son parte fundamental, pues con sus testimonios contribuyeron a las denuncias y otras acciones que están documentadas en las páginas del libro.
“Son reportajes que se habían ido publicando desde el 2011 hasta el 2016. Cuando yo me planteé que todo este material podía ser peligroso, porque además pensé que era necesario seguir hablando de las mujeres.
“Cuando me planteé que podía ser un libro, obviamente le di una revisión, vi como estaban esos casos y en algunos les puse un epílogo; cambié totalmente la redacción para ser un poco más literaria, menos periodística y volví a llorar con todas estas historias, y volví a indignarme y volví a sorprenderme y sigo teniendo contacto con muchas de estas mujeres”, manifestó.
Finalmente, Irma Gallo se despidió con la reflexión que aparece en la contraportada de su libro: “En una entrevista reciente la actriz Emma Watson le confesó a la activista Malala Yousafzai, ganadora del premio Nobel de la Paz 2014, que cuando iba a dar su ya famoso discurso ante la ONU para el lanzamiento de la campaña por la igualdad de género He for She, la cuestionaron sobre la pertinencia de usar la palabra feminisimo, como si se tratara de un término peligroso.
“Bueno, pues yo creo que sí es peligroso. Peligroso en el sentido de irreverente, revolucionario, rabiosamente actual. Y la iniquidad de género no la viven solamente las mujeres menos favorecidas económica social, sexual y políticamente.
“Si a éstas le sumamos la violencia irracional como la que sufrió en los primeros días de octubre de 2016 la adolescente argentina Lucía Pérez, quien murió por un paro cardiaco como consecuencia del brutal ataque sexual del que fue víctima, y cuyo caso motivó a una movilización contra los feminicidios en varias ciudades de América Latina, tenemos más argumentos para afirmar que las cosas no están nada bien. Esto queda claro en las grandes tragedias, como las de Lucía, o en los pequeños actos cotidianos; en todos lados, todos los días. Entonces, ¿es este un libro feminista? Espero que si”, concluyó. v