El diálogo que sostienen Angélica y Aurora parece una conversación que podríamos escuchar de dos vecinas, parientes o amigas cercanas a nosotros, pero en realidad son los personajes centrales de “Crímenes Mojados” , la obra de Hernando Garza , autor nacido en China, Nuevo León.
Por “Crímenes Mojados”, Garza obtuvo el premio Nacional de Dramaturgia de la UANL en 1999, pero la trama es tan vigente que pareciera haber sido escrita apenas hace un par de años.
El pasado domingo 26 de febrero se realizó la presentación de “Crímenes Mojados” en la Casa Universitaria del Libro, en la cual el poeta Margarito Cuéllar y el dramaturgo tamaulipeco, Medardo Treviño, vertieron sus opiniones sobre los textos de Garza, quien también es poeta, periodista, promotor cultural , catedrático e investigador.
Margarito Cuéllar destacó que Garza recurre a otros géneros literarios para enriquecer sus textos sin que necesariamente sean tan evidentes para el lector, pero que sí están presentes al momento de construir sus historias.
“Es su habilidad para encontrar en el texto dramático elementos que son propios de la narrativa, poesía y el periodismo. De esta manera lleva por caminos insospechados de misterio y drama , y se apoya en la poesía como recurso lírico, pero sin oscurecer el texto, e incorpora también la tensión narrativa para llegar al clímax”, señaló.
El poeta apuntó que Hernando Garza es un escritor que se adelantó a los tiempos, ya que específicamente “Crímenes Mojados” es el espejo en el que los habitantes del norte de México se reflejan en el aquí y el ahora, aún cuando han pasado más de 10 años que la obra fue concebida.
“Hay por lo menos un par de escenas en ‘Crímenes Mojados’ en los que el autor se anticipa a lo que vemos hoy en nuestra sociedad en un esquema de violencia que parece no tener fin, sobre todo si tomamos en cuentas que esta obra fue escrita a finales de los años 90.
“Hay una parte por ahí bastante reveladora; a veces decimos que la poesía se anticipa, porque maneja momentos que no se han vivido y Hernando lo hace en esas escenas que en aquel momento serían muy tensas, pero no sé ahorita, de pronto parecieran naturales, horrendamente naturales”, aseveró Cuéllar.
RECONOCIDO POR EL CITRU
Medardo Treviño por su parte, consideró que Garza es uno de los dramaturgos que aborda la identidad norestense, y que esta obra en cuestión es ya objeto de estudio, pues ha sido incluida en una antología de teatro fronterizo realizada por investigadores del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Rodolfo Usigli (CITRU).
“Hernando Garza a través de Angélica y Aurora nos habla aquí cerquita del oído para que llegue directito al alma, descubriendo nuestros crímenes mojados por el río, por la sangre, por el abandono, por la indiferencia con que a veces y a menudo nos encontramos entre la tercera frontera.
“Aquella donde dos culturas chocan y forman un remolino; donde los muros de contención siguen siendo un dique para evitar las bien aventuras y fomentar los sufrimientos; donde se lee y releen las cartas de los días por venir y se juegan la mentira las noticias diarias que siempre tienen la misma cara: el mismo rostro del crimen a aquellos que no tuvieron ni una posibilidad en su territorio, en su país y salieron hacia allá donde sólo se es una masa de grasientos que sirven en tiempos de elecciones y mano de obra barata”, expuso Treviño.
Añadió que en los diálogos de escritor egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL se esconden fragmentos de vida de cualquier habitante de estas tierras que se han quedado huérfanas de casas, animales, personas, carne seca, nuestra música, nuestras creencias, etcétera.
Treviño consideró que pese a los reconocimientos que ha recibido la obra se requiere un esfuerzo por parte de los productores y directores locales para llevar a escena este drama que ha quedado sólo en papel.
“ ‘Crímenes Mojados’ ganó hace años el premio Nacional de Dramaturgia y ha merecido varias publicaciones, entre ellas la que estamos comentando en este momento y otra hecha por el CITRU donde tengo el honor de compartir páginas con él y con el siempre añorado Víctor Hugo Rascón Banda.
“Pero sus personajes piden, exigen la vida completa no sólo en las páginas -que ahí la respiran plenamente- sino en la escena. El fenómeno teatral de un dramaturgo termina en la escena”, aseveró el autor de “En el centro del vientre”.
Subrayó que frecuentemente los directores buscan textos de los dramaturgos más extraños y más alejados de nuestra realidad porque es la moda, pero que lamentablemente se niegan a escuchar las voces que ya tienen historias propias.
A su vez, el propio Hernando Garza celebró el hecho de haber sido considerado en la compilación de textos “Casi muerte, casi vida”, que hicieron los investigadores del CITRU, Rocío Galicia y Gabriel Yépez, para analizar el trabajo que los dramaturgos realizan en el norte de México.
“Me siento bastante agraciado porque el CITRU, incluyó ` Crímenes Mojados ´, así como una obra del maestro Medardo Treviño y otra del maestro Víctor Hugo Rascón Banda –una máxima autoridad para mí- en un libro académico de discusiones sobre el teatro fronterizo.
“Incluyeron estas obras como representativas del teatro fronterizo con el prólogo del maestro Jorge Dubatti , quien es un especialista argentino interesado en el teatro mexicano, específicamente en el teatro fronterizo; para mí es un honor”, expresó Garza.
Recordó cómo su infancia en el municipio de China influyó notablemente a la hora de plasmar sus historias, gracias a la convivencia familiar que había en ese entonces, época en la que los abuelos eran los maestros de la vida.
“Yo nací en China, Nuevo León , a unos cuantos kilómetros de la frontera y de niño escuché historias de migrantes, de tíos o primos que se fueron a Estados Unidos. Uno crece con esas historias y otras que también me contaba mi abuelo, quien era músico y se iba a tocar a Texas.
“Entonces, yo me nutría de todas esas historias y muchos de mis personajes son mujeres porque en ellas se condensaban los recuerdos; esa memoria femenina que es como salvaguarda de la conciencia de un pueblo o una familia” , destacó el colaborador de Vida Universitaria y Armas y Letras.
Garza ha publicado además “La Fiesta”, “El Puente de Papel”, “Claroscuro”, “Dos Amigas”, “Entre líneas”, “El día que amaneció lloviendo”, “Venados a la luz de la luna”, “Sangre de toro” y “Resplandor en el desierto”. v