Jesús Urbieta fue un artista muy reconocido tanto en México como en el extranjero. A 20 años de su partida se le recuerda con una exposición que reúne lo más representativo de su obra, que fue muy valorada por especialistas.
El Museo Metropolitano de Monterrey alberga desde el pasado 6 de abril la exposición Jesús Urbieta, El Hombre del Sol, bajo la curaduría del galerista Oscar Román, quien aportó gran parte de la selección de piezas que se exhibirán hasta el mes de junio.
Román señaló que traer esta muestra a Monterrey, con motivo de su vigésimo aniversario luctuoso, es muy significativo, porque el pintor oaxaqueño se sentía muy bien en esta ciudad de la que conservaba muy gratos recuerdos.
Urbieta obtuvo muchos premios en vida, entre los que destacan una mención honorífica en la VI Bienal de Pintura Rufino Tamayo, Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, y el Galardón Gran Paleta de Oro en el XXVI Festival de Pintura Internacional en el Castillo Museo Grimaldi, Villa de Cagnes-Sur Mer, Francia.
“En vida ganó todos los premios, bienales, concursos, el festival de Cagnes-Sur-Mer en Francia, la Bienal de Pintura de Oaxaca, el Festival de Arte Joven, la de Diego Rivera de Dibujo, en fin, prácticamente todos los premios los ganó en vida y quisimos que fuera ahora el momento en que el público de Monterrey lo recordara”, señaló Román.
La sala de exposiciones de la planta alta del Museo Metropolitano exhibe lo más representativo de la obra de Urbieta quien, a decir del galerista, destacó siempre, y por ejemplo aquí en Monterrey, el Museo MARCO tiene una de sus piezas en su acervo.
“Quisimos que vinieran piezas muy significativas, muy representativas; hay varios periodos aquí y el público regiomontano lo va a poder ver en su esplendor”, mencionó.
Consideró que Urbieta fue muy prolífico en todas sus etapas, pero fue al final de su vida -pese a que murió muy joven- que su creatividad se desbordó.
“Es un artista que en cada obra imprimía su sello, y que cada obra tiene estos elementos que nos hablan del porqué ganaba concursos, y porqué es el gran artista de México; y no hablemos de Oaxaca, porque allá es la tierra que lo vio nacer, pero él realmente donde se hizo fue en la Ciudad de México, en donde compitió con grandes maestros.
“Críticas muy importantes como Teresa del Conde y Raquel Tibol, escribieron sobre su obra y fueron muy contundentes en sus apreciaciones en cuanto a la calidad de su arte”, manifestó Román.
Jesús Urbieta se desprende de una tradición de grandes maestros oaxaqueños como lo fueron Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Rodolfo Morales, Rodolfo Nieto y Sergio Hernández.
“Yo creo que Urbieta tuvo todas estas influencias pero él logra destacar en su estilo propio, porque aunque lleva estos elementos de esta escuela, lo logra hacer de una forma magistral porque es un estilo distinto a los otros.
“También podemos ver que hizo también poesía, escribía canciones, cantaba; creo que él era uno de estos seres tocados por el dedo de Dios con todos estos talentos y también con todas estas grandes dificultades, porque obviamente sucede con frecuencia que estos grandes talentos mueren jóvenes”, señaló.
Dijo que en los lienzos que forman parte de la muestra, se narran algunas de las historias que el artista escuchaba de pequeño en su natal Juchitán, Oaxaca.
“También podemos ver obras en papel bellísimas con estas técnicas que Jesús trabajó, desde la acuarela, el acrílico sobre papel y también veremos algunas piezas en amate, que yo creo que difícilmente otro artista ha logrado la exactitud para manejar el amate de esta forma en que lo hizo Urbieta”, apuntó.