
A través del catálogo electrónico en línea de la Universidad Autónoma de Nuevo León, parte del acervo bibliográfico con el que cuenta la Capilla Alfonsina podrá ser consultado por cualquier cibernauta del mundo gracias al proceso de digitalización que ha llevado a cabo desde hace un par de años.
Así lo manifestó la directora de este recinto, Minerva Margarita Villarreal, durante la inauguración de la exposición “Fondo Alfonso Reyes. Herencia y memoria hacia la era digital”, el pasado viernes 19 de octubre de 2012.
Destacó la importancia de esta modernización, ya que de esta manera las joyas bibliográficas de Alfonso Reyes traspasan las fronteras de la UANL gracias al Internet, pero además se logra el principal objetivo: la conservación de los libros.
Minerva Margarita refirió que don Alfonso tenía muy claro que los enemigos de los libros eran tres: los inanimados, los animales y los morales, estos últimos los peores.
“En cuanto a los enemigos morales, que son los hombres, los hay por grosería o negligencia; como los que quiebran los libros empastados, partiéndolos por el lomo para que se abran mejor; los que abarquillan las esquinas de las páginas para marcar el lugar de su lectura y los que manchan las hojas con los dedos tiznados, etcétera”, citó.
El Fondo Alfonso Reyes consta de más de 26 mil libros y casi 8 mil revistas acumuladas por el Regiomontano Universal a lo largo de su vida y que finalmente constituyó la extensa biblioteca que fue nombrada patrimonio nacional, y que hace 32 años fue trasladada a su ciudad natal.
“Después de su exilio voluntario de varias décadas, al regresar a México construyó su casa en la capital del país a la manera de una biblioteca con anexos, la famosa Capilla Alfonsina, para albergar los libros que su infatigable curiosidad iba acumulando, algunos de los cuales se pueden apreciar en estos aparadores”, señaló Villarreal.
RESTAURACIÓN
Y CUIDADOS
La directora de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria, agregó que el fondo Alfonso Reyes no tiene que ver sólo con la cantidad de libros y revistas, sino principalmente con la calidad de los autores y libros que lo conforman como “El arte de la Guerra”, de Nicolás Maquiavelo, impreso en 1529 y otros más que datan del Renacimiento.
Dijo que desde el 2007 cuentan con la colaboración de la especialista Martha Romero, de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”, adscrita a la UNAM.
Admitió que fue difícil tomar la decisión de intervenir los libros por su importante valor tanto histórico como monetario.
“Todo esto nos llevó una gran preocupación y tomar decisiones muy difíciles porque los libros de Alfonso Reyes valen muchísimo, cuestan en el mercado negro mucho dinero, entonces restaurar un libro es intervenirlo y puede dejar de tener valor en términos económicos.
“Pero la restauración se ha hecho con fines antropológicos, de resguardo, para que el material original no se pierda y pueda seguir siendo valorado”, manifestó.
Hasta el momento, precisó, se han digitalizado 15 mil 634 libros, lo que representa un avance del 59 por ciento del total del legado bibliográfico Alfonsino.
Minerva Margarita Villarreal se mostró satisfecha de esta labor que realizó en coordinación con Porfirio Tamez, titular de la Dirección General de Bibliotecas y la propia Martha Romero.
“Me conmueve ver cómo los libros están siendo protegidos porque todos días encontrábamos en los pasillos pedacitos de papel por el resquebrajamiento de los materiales, porque a partir del siglo XX el papel dura muy poco por la celulosa que le aplican.
“Dura mucho más un libro del Renacimiento que un libro del siglo XX, entonces tenemos que hacer una labor de preservación y de cuidados muy grande, y estoy muy contenta porque esto es el principio, ojalá que pudiéramos intervenir todo el año los libros”, concluyó.