
Érika tiene 18 años y ya escribió el final de su primera novela. Aún no tiene un título definitivo, pero contempla dos opciones para cuando tenga que mandarla a la imprenta y luego, al tener en sus manos la obra publicada, ver su sueño hecho realidad.
Érika Hernández Flores es estudiante de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL y concibió una historia fantástica que quiso contar al mundo.
Desde niña se mostró como ávida lectora y le gustaba que sus padres le comparan libros. Ella recuerda con cariño uno que le pareció muy interesante.
“Siempre me ha gustado mucho leer desde niña. El primer libro que recuerdo que despertó en mí el gusto por la lectura fue `Moby Dick ´ de Herman Melville.
María Auxilio Flores, su madre, cuenta que desde pequeñita, Érika fue una niña hiperactiva, pero no traviesa, sino que siempre destacó entre sus compañeritos.
“Una vez la maestra me mandó hablar, y yo me imaginé que había hecho algo malo, luego cuando fui a la escuela, la maestra me dijo que le había llamado la atención que Érika había dibujado el cerro de la silla diferente a los demás.
“Entre todos los dibujos, el de Érika sobresalía porque ella le puso la antena, y la maestra estaba sorprendida por el hecho de que mi hija fuera tan observadora siendo tan pequeña”, recordó María Auxilio.
MUNDO FANTÁSTICO
En la imaginación de esta jovencita universitaria han habitado seres fantásticos que cobraron vida en la novela cuyo título “Destinos entrelazados “, es tentativo y por eso decidió plasmarlos en este universo creado por ella.
Érika, con sus ojos de miel y dulce voz comentó que ella construyó su relato partiendo de la idea que hay diferentes dimensiones en las que habitan todo tipo de seres.
“Generalmente nosotros no nos percatamos de detalles que hay a nuestro alrededor. Al máximo estamos poniendo atención a una sola cosa, pero no al resto de lo que acontece en el entorno.
“Hay muchos seres que están entre nosotros, pero no los vemos, pues los humanos somos los únicos que no nos percatamos de que existen otras dimensiones”, explicó Érika.
Refirió que también hay una academia donde estos seres evolucionados- por decir de alguna manera- realizan misiones y un día dos de ellos vinieron a este mundo a neutralizar una energía que era fuera de lo común.
“Son dos personajes que fueron enviados para localizar esa energía para poderla controlar”.
Aclaró que esta historia no está basada en hechos que hayan marcado su vida, sino más bien como en un sueño. Ella la cataloga como una novela fantástica.
Incluso -según el resumen de esta novela- tiene algunos toques de otras tramas de ficción llevadas al cine como el caso de “Divergente” o “La brújula dorada”, pero Érika afirma que la historia que ella creó surgió de su propia inspiración.
Además de escribir, esta joven también ama dibujar y cuando visualizó su novela, utilizó un storyboard para tener más claro el concepto.
“Cuando escribí el libro fue a raíz de un sueño. Y pensé: esto lo puedo escribir, me gusta para algo más que un simple relato. Hice un storyboard y de ahí empecé a narrar todo.
“Sí metí algunas cosas que suceden en la vida real, pero quiero aclarar que no son cosas que me hayan pasado a mí”, subrayó la estudiante de Ciencias Biológicas de la UANL.
Érika ya dio el primer paso que es contar la historia. Y ahora, con la ayuda de su madre, están en la búsqueda de una editorial y de apoyo financiero para poder publicar su primera novela fantástica que tiene elementos que son atractivos para el público que gusta del género.
La jovencita espera que su sueño se realice lo más pronto posible para presentarla por primera vez en la próxima Feria del Libro en Monterrey.
“Ya tengo dos opciones para el título y ya tengo el final. Lo que falta es encontrar una editorial que se interese en publicar mi novela y también necesito un apoyo para financiarla, pues en este momento no cuento con los recursos suficientes para poder hacerlo por mi cuenta.
“Mi sueño es presentarla en la Feria del Libro de Monterrey, pues desde niña me ha gustado mucho ir”, concluyó.