Con un acervo bibliográfico de más de 50 mil volúmenes, la librería del Fondo de Cultura Económica Carlos Monsiváis tiene una afluencia de 800 visitantes diariamente a dos meses de su apertura.
Este nuevo centro cultural de Saltillo, Coahuila, ha tenido muy buena aceptación entre la ciudadanía, desde que abrió sus puertas el pasado 9 de noviembre de 2012 como una iniciativa del gobernador Rubén Moreira Valdés para fomentar la literatura, música y artes plásticas en la región noreste de México.
“A escasos días de cumplir dos meses, hemos tenido una aceptación increíble por parte del público pues recibimos cerca de 800 personas diarias y las ventas son buenísimas. Hay días que vendemos hasta 40 mil pesos”, señaló Norma Zapata de la Garza, la directora del recinto cultural.
Destacó que sólo en el mes de noviembre se dispararon las ventas en los libros para niños, lo cual demuestra el interés de los padres para que sus hijos adquieran el hábito de la lectura.
Mencionó que en relación a la literatura en general, sobre todo el género novela es lo que tiene mayor demanda en las últimas semanas.
“El proyecto de la Librería Carlos Monsiváis fue una idea de Rubén Moreira Valdés, gobernador constitucional del Estado en coordinación con el secretario de Educación, José María Fraustro Siller y el coordinador de Bibliotecas Publicaciones y Librerías, Alfonso Vázquez Sotelo.
Comentó que desde el mes de junio de 2012 se gestó la idea de este proyecto cuando aún existía la librería Julio Torri, la librería de tradición por excelencia que estaba ubicada en el centro de la vecina ciudad de Saltillo, pero ahí sólo se manejaban las editoriales del Fondo de Cultura Económica y de la UNAM.
“Entonces estaba algo limitado el acervo con el que contábamos y el espacio también estaba un tanto reducido, por lo tanto se pensó en brindar a la región noreste del estado una librería como esta en donde contamos con 25 editoriales y tenemos más de 50 mil volúmenes en existencia.
La librería está dividida en tres diferentes secciones: uno es área infantil, donde se llevan a cabo actividades como talleres, cuenta cuentos, presentaciones de libros; en la sala general se pueden encontrar los tomos de sociología, derecho, literatura, filosofía, arte, arquitectura, etcétera.
Además a la entrada se encuentra el espacio de novedades y la sala multifuncional donde también se realizan las presentaciones de libros, lecturas de atril, recitales y hasta exposiciones de pintura.
“Todos los días se realiza una actividad. No hay un día que no tengamos algún evento vespertino”, destacó Zapata de la Garza.
LIBROS PARA TODOS
La Librería del Fondo de Cultura Carlos Monsiváis ofrece el catálogo que manejan las filiales de sus similares en otros países como Argentina, Chile, Perú, Estados Unidos, Venezuela, entre otros.
Actualmente alberga más 50 mil libros de las diferentes editoriales, lo que la convierte en la librería más grande del noreste de México.
Durante sus primeros 60 días ha tenido como invitados tanto a escritores locales como nacionales y también estuvo en la inauguración la prima del fallecido escritor Carlos Monsiváis, de quien se tomó el nombre a manera de homenaje.
“El último que tuvimos fue Julian Herbert, premio Jaén de novela, tuvimos a José Homero, a Alfredo García, escritor y periodista, por mencionar algunos.
Una de las particularidades de la Librería Monsiváis, “la Monsi”, como ahora también se le conoce, es que la gente puede hojear el libro antes de comprarlo para ver si era lo que tenía en mente.
OBRA ARQUITECTÓNICA
Además de su atractiva oferta literaria, la librería es un espacio idóneo para quienes deseen un ambiente propicio para la reflexión y el enriquecimiento espiritual.
“Esta fue una casa de estilo neoclásico y fue propietario Eulalio Gutiérrez Ortiz y posteriormente él la vendió a unos médicos y la convirtieron en una clínica. Años más tarde la propiedad fue comprada por unos maestros, por lo que durante muchos años fungió como Academia Coahuila”, señaló la directora de la librería.
Agregó que la señora Graciela Garza Rocha, la propietaria del restaurante La Canasta, adquirió la propiedad para hacer otro establecimiento de alimentos y bebidas, pero finalmente la empresa no se llevó a cabo y al estar disponible, la casona que se encuentra en contra esquina de la Alameda fue elegida para albergar a más de 50 mil libros.
Resaltó que gracias a las mínimas restauraciones que se le hicieron a la residencia, es una obra arquitectónica muy apreciada por los visitantes.
Adelantó que para este 2013 tiene varios proyectos y convenios en puerta, pero aún están en vías de aprobación, ya que en dos meses de vida la librería ha rendido frutos.
“Hemos visto la aceptación del público con nosotros y la verdad creemos que la gente se merecía un lugar como éste. Vemos que sí son lectores y que muestran mucho interés.
Subrayó que esta es la librería más grande del noreste del país, y se distingue del resto por su atención personalizada.
“Nos da la oportunidad de que la gente disfrute de todas las editoriales con las que nosotros contamos, que venga, que se siente y que pueda abrir alguno de los libros, pues tenemos esa libertad de que la gente pueda leer aquí mismo y conocer parte del contenido de su futura compra”, concluyó.