
Un amplio segmento de la población se vio afectado por la crisis económica durante el presente año, que obligará a reducir las llamadas “compras de pánico” decembrinas. Sin embargo existen opciones viables para mantener el espíritu navideño en el hogar sin sacrificar el bolsillo.
En tiendas de autoservicio, centros comerciales y negocios especializados ya se pueden encontrar pinos, esferas, coronas, renos, monos de nieve, Santa Clós en varias versiones y otros adornos, al tiempo que se instalan ferias o bazares que ofrecen los mismos productos a precios módicos.
En los 27 centros del DIF Monterrey, los diferentes grupos de mujeres elaboran manualidades durante los meses de octubre y noviembre, que luego se pondrán a la venta en el Bazar Navideño que tendrá lugar los próximos 26, 27 y 28 de noviembre, así como el 3, 4 y 5 de diciembre en los bajos del Palacio Municipal.
“Estos centros dan diversas actividades: manualidades, bisutería, repostería, chocolatería y todo lo que sea encaminado para que las alumnas obtengan un beneficio al terminar el curso. Lo que hacemos en noviembre es que las invitamos a participar en el bazar a quienes durante el año tomaron el curso de manualidades.
“Sobre todo aquellas que tienen una situación difícil como madres solteras, jubiladas y otras que no tienen un ingreso fijo”, señaló Rosalva Rodríguez Quiroz, coordinadora de los Centros de Servicio Comunitario y Desarrollo Familiar del DIF.
Explicó que se invita a las señoras que puedan aprovechar en esta venta de bazar, además de algunas de las voluntarias que están en las comunidades de superación del DIF, pero aclaró que todas están en la libertad de participar pues no es obligatorio.
Son 27 centros en los cuales en el año registran alrededor de cuatro grupos de 15 a 20 personas que reciben las clases en forma gratuita, ya que solamente pagan el material que se va a utilizar cuyo costo va desde los 10 a los 20 pesos promedio, aunque en algunas ocasiones se realizan manualidades de sólo cinco pesos.
Rodríguez Quiroz destacó que la cantidad de artículos varía por alumna, porque hay señoras que realizan más piezas por semana porque es la frecuencia que toman la clase.
Comentó que el curso de manualidades tiene mayor demanda por amas de casa o estudiantes, las cuales acuden a los centros para aprender las técnicas sin invertir tanto tiempo y dinero.
“Los módulos que más demanda tienen son de manualidades, tejido y bisutería, y aunque el tejido es menos popular, a muchas les gusta.
“El año pasado tuvimos cinco módulos que tenían tejido de gorritas, diademas y bufandas. De hecho este año vamos a tener cinco módulos con tejido y 14 con manualidades”, precisó la coordinadora de los centros.
REGALOS ACCESIBLES
Si bien es cierto que la situación económica ha obligado a suspender los intercambios de regalos entre compañeros de oficina, amigos y parientes, la tradición se niega a morir y hay una extensa variedad de objetos ideales para esta Navidad.
Los dulces, galletas y chocolates que se pueden adquirir en la tienda del DIF se convierten en la solución inmediata para quienes no tienen tiempo ni de preparar ni elegir otro tipo de obsequio, con precios entre 36 y 55 pesos.
También están las bufandas, guantes, gorros o pantuflas que nunca están de sobra en esta temporada invernal y que se consiguen desde 50 a 100 pesos.
Las coronas y pie de pino son detalles muy apreciados por las madres o esposas o comadres, cuyos costos varían de 185 a 240 pesos en las coronas y 140 pesos el pie de pino.
Monos de nieve, galletas y renos son los personajes favoritos para quien elaboran las manualidades, ya que son los más solicitados por las clientes que coleccionan o decoran su casa con estas figuras, con precios que varían dependiendo del tamaño y materiales usados.
NEGOCIO SEGURO
Ante el desempleo y la falta de oportunidades, estos cursos han servido para salir adelante de muchas amas de casa, jóvenes estudiantes e incluso profesionistas que no encuentran trabajo en su rama laboral.
Los 27 centros del DIF Monterrey están distribuidos por toda el área metropolitana, de tal manera que la(os) interesada(o)s pueden acudir al más cercano de su colonia sin invertir en el medio de transporte.
“Tenemos alumnas de todas las edades. Hay jovencitas desde 16 años hasta señoras de la tercera edad. De hecho participan también personas con discapacidad; tenemos el módulo específico de serigrafía y a veces participan algunas mamás de los grupos de Mejores Menores.
“El programa Mejores Menores se encarga de revisar a todos los niños que andan en los cruceros vendiendo y tratamos de integrar a sus mamás.
Rodríguez Quiroz reiteró que en el DIF Monterrey se preparan los paquetes o “kits” individuales que se reparten por los centros, con materiales a muy bajo costo.
“Ellas pagan por la muestra de 10 a 17 pesos, pero algunas cuestan cinco pesos. Lo más caro 25 pesos. Es muy económico y de esa forma pueden sacar la idea para hacer una más elaborada y venderla al precio que consideren”, dijo.
TERAPIA OCUPACIONAL
Además de obtener un beneficio económico, formar parte de un grupo de manualidades contribuye a elevar el autoestima, pues al ver la pieza terminada provoca una gran satisfacción.
“Se busca que las personas que acudimos a las clases tengamos la posibilidad de ingresar un dinero extra trabajando en nuestra casa.
“Y lo más importante es poder hacer un producto de calidad y ofrecerlo al menos con nuestras amistades”, señaló Inés Jaime, quien desde hace 10 años ingresó al grupo de la colonia San Jorge.
La vecina de la colonia Villa Mitras, quien desde hace más de un año imparte clases en la Biblioteca Pública de la avenida Mil Cumbres, comentó que para ella ha sido una terapia ocupacional y le satisface compartir lo aprendido en los cursos.
“Hay señoras que tienen una pensión y no completan, entonces mientras tengamos nuestras manos y mucha actitud podemos trabajar perfectamente desde la casa”, expresó.
Inés Jaime dijo estar satisfecha por la labor de voluntariado que realiza sin recibir un ingreso, dando una clase a la semana a señoras que no gastan en transporte porque viven a pocas cuadras de la biblioteca.
“Hablé con la encargada y le propuse que se podía ocupar el espacio de la biblioteca para dar clases gratis, porque sabía que ahí tenían un grupo. Pedí la oportunidad y trabajamos con paquetes que manda el DIF y que tienen un bajo costo.
“Estamos en un ambiente muy positivo. Y si algunas alumnas no quieren verlo como negocio, (las manualidades) sirven para tener regalos listos todo el año”, enfatizó Inés, la maestra voluntaria del grupo de Villa Mitras.