
Basado en estos ideales, el pasado 8 de septiembre el Papa anunció una decisión que muchos católicos alrededor del mundo esperaron por años: la simplificación de los trámites para conseguir la nulidad del matrimonio eclesiástico.
Esta reforma, que entrará en vigor el 8 de diciembre del presente año, viene después de 300 años de realizar los mismos trámites en todo el mundo, y tiene como fin hacer un proceso más ágil, sencillo y gratuito.
Quienes no dejaron pasar la oportunidad que la iglesia brindó fueron los regiomontanos, pues desde que el Papa realizó el anuncio, tienen saturados los teléfonos del Tribunal Eclesiástico de Monterrey.
De acuerdo con el Padre Ernesto David González Muñoz, vicario judicial del tribunal, el número de llamadas por parte de los fieles para pedir informes sobre este trámite han aumentado en niveles que no esperaban.
“Todo el día suena el teléfono”, comentó, “estamos aquí de 9 a 6 de la tarde y están llame y llame… no nos damos abasto, está saturado”.
El vicario señaló que por lo pronto sólo orientan a todos los interesados en esperar hasta que entre en vigor el nuevo régimen para iniciar su proceso, mientras se prepara la papelería necesaria y se realiza la primera entrevista.
Según informó, previo a la citada reforma, en el tribunal se atendían en promedio unas mil personas por año y se hacían alrededor de 200 declaraciones de nulidad matrimonial.
“Nosotros calculamos que nos va a aumentar más el trabajo, pero esperamos que con esto se duplique o se triplique los casos que podamos resolver”, apuntó.
PROCESO DEL TRÁMITE DE NULIDAD MATRIMONIAL
Antes de hacer cualquier trámite, el Padre Ernesto destacó que se debe conocer la diferencia entre la anulación matrimonial y la nulidad matrimonial.
“La anulación no existe”, indicó, “la iglesia te enseña que el matrimonio es indisoluble, lo que Dios une no lo separa el hombre; lo que no saben es que para que Dios los una hay ciertos requisitos que se deben cumplir, y si se comprueba que desde el principio faltó alguno por cumplir, es cuando la iglesia puede declarar nulo un matrimonio”.
Entre los requisitos que se deben cumplir para el enlace matrimonial se encuentran: que la pareja se ame, que tengan la capacidad para sumir sus obligaciones esenciales, que se sientan libres para casarse y formar una unión de amor, que no tengan trastornos como esquizofrenia, ludopatía, bipolaridad, drogadicción, alcoholismo, entre otros.
“Por ejemplo, si a alguien lo casaron a la fuerza o que fue engañado, o hubo violencia, eso no lo vale, eso no lo une Dios y es lo que hacemos aquí mediante un proceso jurídico y en base a la declaración de ambas partes y testigos, y si hay pruebas también se utilizan, y ya se lanza un veredicto”, mencionó.
El proceso que se realizará a partir del próximo 8 de diciembre consta de los siguientes pasos.
Lo primero que la persona interesada debe hacer es solicitar una entrevista con el vicario para ver si hay bases para iniciar el proceso de nulidad.
“Una vez que se entrevista a la persona pues uno encuentra si hay bases o no para empezar el proceso. Si hay bases, se le da un instructivo donde viene explicado toda la información y los pasos a seguir para el trámite, que hagan un escrito con el formato que se les da, en original y dos copias y un CD, más papelería”, señaló el sacerdote.
Este documento, llamado técnicamente Libelo, consta de siete páginas en las que el interesado debe exponer su caso, detalles de la relación de pareja desde el noviazgo, los motivos por los que se dio la separación y posterior trámite de nulidad matrimonial, entre otros puntos.
Una vez que el Libelo está listo y debidamente revisado, se constituye el tribunal, protocolo y causales para citar a la persona a un interrogatorio.
La reforma que realizó el Papa Francisco, gira en torno a suprimir la doble sentencia para dar paso a un proceso mucho más breve, puesto a que ahora será el tribunal el que determine el decreto final, sin necesidad de mandar el caso a México.
“Anteriormente tenía que haber doble sentencia, o sea, dos tribunales tenían que estudiar el caso, ahora ya no va a ser necesario, con una sola sentencia, y sólo cuando las partes piden la segunda instancia si no es con un fin dilatorio, si no va a terminar en primera instancia, así que es un beneplácito para toda la gente”, mencionó el vicario.
El Padre Ernesto indicó que los trámites se pueden realizar en donde se encuentren los interesados, donde se casaron o donde haya la mayor parte de las pruebas.
“Va a ser más fácil la competencia en los tribunales, por ejemplo antes si uno vivía en Estados Unidos y otro en México, son diferentes conferencias episcopales y es un trámite para poder conseguir permiso, ahora ya no; lo pueden tramitar en cualquier parte donde estén, sin tanta burocracia y requisito”, dijo.
Otro de los puntos de la reforma del Papa es promover el proceso de manera gratuita.
En Monterrey, el costo de la nulidad es de 10 mil pesos en total, divididos en cuatro pagos de 2 mil 500 que se deben cubrir al momento de fijarse el Dubium, al inicio de los interrogatorios, antes de la lectura de las actas y antes de dictarse la sentencia; pero el cobro desaparecerá a partir del 8 de diciembre.
“El Papa Francisco en la reforma que hizo pues pide que de preferencia no se pida ayuda económica… Lo que estamos estudiando es ver cómo le vamos a hacer porque hay que pagar sueldos a las notarías; creo que a lo mejor se va a pedir una cooperación si puede dar la gente, y si no pues ni hablar… vamos a ver qué nos indica el Arzobispo”, mencionó el Padre Ernesto.
De acuerdo con el sacerdote, los casos en Monterrey se tardan en promedio entre dos y tres años entre la primera y segunda instancia, pero calcula que después del 8 de diciembre sea más rápido y tarde menos de un año.
Cabe destacar que las partes involucradas en el proceso no pueden programar la celebración de un nuevo matrimonio canónico hasta que se decrete que su matrimonio es nulo.
Por estas medidas se estima que el número de fieles divorciados o separados que se acercan a la iglesia católica aumente, pues lo consideran una medida inclusiva.
“Hay muchos que aunque están divorciados y vueltos a casar se acercan a la iglesia, pero creemos que ahora van a ser más”, mencionó, “esta actitud del Papa ha sido bastante bien recibida y para muchas personas que incluso ya hasta se habían cambiado de religión o están escépticos ahora ven con beneplácito esta decisión del Papa”.
“HAY QUE TRABAJAR MEJOR LA PREPARACIÓN DEL MATRIMONIO PARA EVITAR LA NULIDAD”
Un viejo dicho cita que “más vale prevenir que lamentar”.
Es por esto que el Padre Ernesto destacó la importancia de trabajar mejor la preparación del matrimonio para evitar las separaciones, divorcios y posibles nulidades matrimoniales.
“La idea es que se les prepare más integralmente para que no tengan que venir aquí al tribunal. Es muy importante una buena presentación matrimonial, una buena preparación que tenga no sólo preparar la boda sino el matrimonio en un contexto eclesial y sacramental; si se van a casar por la iglesia, que realmente quieran vivir en un espíritu cristiano y no tomarlo como algo mágico.
“El matrimonio eclesiástico no es para que te dé buena suerte, es una alianza de amor entre los novios y Cristo en la iglesia, y si eso lo van comprendiendo más, y se esfuerzan por vivirlo, va a ser muy diferente”, consideró.
Para el vicario, las nuevas generaciones se han tomado la institución del matrimonio muy a la ligera, pues cada vez son más comunes en el tribunal casos de parejas que se casan con poco tiempo de noviazgo, noviazgo a distancia, o por presión por embarazos no deseados.
“El consentimiento para el matrimonio debe ser libre, por amor, maduro, conociendo derechos y obligaciones, siendo capaces de cumplir con ellas y no excluir ni un bien del matrimonio.
Por ejemplo, si dicen que se casan pero no quieren tener hijos, pues no vale eso, o si dicen que se casan por un año y se divorcian, pues no, o los que se casan y son infieles… el matrimonio es de uno y una, para formar una sola carne y hacer comunión íntima de vida y amor”, explicó.
Por lo pronto, el Padre Esteban espera que el Tribunal Eclesiástico de Monterrey pueda responder a la demanda de trámites y recomendó a quienes tienen dudas a no pensarlo y sacar una cita para aclarar todas sus dudas al respecto de este tema.
Las personas interesadas en solicitar el proceso de nulidad matrimonial pueden comunicarse al Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Monterrey al teléfono 11-58-25-50, de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 y 15:00 a 18:00 horas y los sábados de 9:00 a 13:00 horas.