A pesar de que el Gobierno Federal “trabaja” para que los índices de pobreza disminuyan en México, estos se han incrementado en los últimos años. Once municipios del país están en la lista de los pueblos más pobres del mundo y 122 están apunto de ingresar.
“Habitan cavernas y viven alcoholizados: es más fácil conseguir tesgüiño que agua potable. En sus propias palabras, `muchas veces es lo único que hay para llevarse a la panza´”, dice Miguel Badillo, auto del libro “Morir en la miseria”.
“Harapientos, su patrimonio es la pila de ramas secas a la entrada de la cueva. Nacen y mueren sin que exista un registro oficial de ellos. No cuentan con acta de nacimiento ni saben cuántos años tienen”.
Son los mexicanos en cavernas que habitan en la Sierra Tarahumara de Batopilas, Chihuahua; viven en la miseria contrario a lo que en el sexenio del ex Presidente de la República Vicente Fox Quesada e incluso al actual gobierno panista dirgido por Felipe Calderón, han señalado de que la pobreza extrema ha disminuido por los diversos programas como Seguro Popular o Procampo.
El libro “Morir en la Miseria” es un trabajo periodístico realizado por un grupo de 10 reporteros dirigido por Miguel Badillo, en el cual se narran la forma de vida de los habitantes de los 14 municipios más pobres en el país, según la lista gubernamental, pertenecientes a los Estados de Chihuahua, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz.
“Estamos viendo que contrario en que haya un avance en el país para mejorar las condiciones de vida, donde se destinan miles de pesos a combatir la pobreza extrema, sigue incrementándose y es por dos motivos: uno la enorme corrupción gubernamental que hay, la inequitativa entrega de recursos, el abuso del poder y la desigualdad e injusticia”, comenta Badillo.
“Todo el dinero que el Congreso destina para combatir este rubro no está llegando, programas como Procampo no llegan o por falta de documentos no entregan el recurso a la gente”.
Los comunicólogos se adentraron en estas comunidades donde recogieron los testimonios y vieron las condiciones de miseria extrema en la que viven.
“Desde hace mucho años nos dedicamos a la investigación de los grandes problemas sociales y sin lugar a duda uno de ellos es la pobreza extrema que en este país se ha ido incrementando.
“En este trabajo nos llevamos más de un año y medio hasta lograr con investigaciones y datos oficiales del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y las listas de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Federal , encargada de combatir la pobreza extrema, ubicar los 14 municipios más pobres, más desprotegidos. No hay un estado de la República que no tenga pobreza extrema”, agrega el periodista.
“Lo más alarmante es que de los 14 pueblos, 11 están en la lista de los más pobres del mundo, con niveles de sobrevivencia similares a los del sur de África, como Angola. Encontramos municipios de extrema miseria, donde la gente se está muriendo de hambre, de problemas de salud y analfabetismo, se trata principalmente de comunidades indígenas y son millones de mexicanos”, dijo alarmado.
En México se estiman casi 30 millones de mexicanos en pobreza extrema y de acuerdo con cifras académicas de especialistas, en este fenómeno se habla de casi 50 millones de personas que no tienen acceso a ninguno de los cinco satisfactores de vida.
“Alimentación, salud, educación, vivienda y vestido; cuando fallan estos cinco, están en el grado de pobreza extrema, que es prácticamente la muerte”, dijo.
Por su parte, la reportera Erika Ramírez dijo que es lamentable ver cómo las familias están muriendo de hambre, mientras los dueños del poder siguen volteando la cara a una realidad.
Los testimonios han sido también gravados y plasmados en el libro, que tiene un costo de 150 pesos y se puede adquirir en diferentes tiendas de autoservicio y librerías.
Badillo informó que a finales del 2009 enviaron a la Presidencia de la República, a las Secretarías de Desarrollo Social, Gobernación, Economía , Salud y SEP un libro y video donde se demuestra que no están cumpliendo las metas de combatir la pobreza extrema; sin embargo, no han tenido respuesta alguna.
“Es para todos, que la sociedad vea que prácticamente lo que estamos cometiendo aquí es un magnicidio con esas comunidades, los estamos destinando a la muerte y son mexicanos, son compatriotas y merecen vivir.
“(Las autoridades) no nos han dado respuesta, no nos han dado ni las gracias, sabemos que no nos van a contestar, son testimonios, crudos y reales de lo que pasa en México”, concluyó.