Sus creaciones están diseñadas no sólo para fines estéticos, son obras que además de ser funcionales, interactivas, lúdicas y sorprendentes, incluyen en sí mismas una crítica a la vida moderna, a la situación política y a la era digital que nos rebasa.
Desde el pasado 23 de agosto, la exposición Presencia Inestable abrió sus puertas al público en el Museo de Arte Contemporáneo MARCO y permanecerá hasta el mes de enero de 2020.
El químico de profesión y “director de escena”, como se considera a sí mismo Rafael Lozano-Hemmer, propone una reflexión sobre la misma tecnología que nos invade en la cotidianidad.
Sin embargo, hay elementos tan comunes como una varita de árbol, botellas de cerveza tamaño caguama, focos, entre otras, que al ser utilizadas estratégicamente adquieren la libre interpretación del espectador.
De las 26 obras que integran la exposición hay siete que se presentan por primera vez en México, ya que hace tres a cuatro años, otras de las piezas se exhibieron en el Museo Universitario de Arte Moderno, MUAC, con la muestra Pseudatismos.
La mayoría de las instalaciones están diseñadas para que el público interactúe con ellas, especialmente Respiración Circular y Viciosa (2013), en la que los visitantes pueden ingresar a una cabina -bajo su propia voluntad y responsabilidad- en la que respirarán y ese aire quedará capturado.
“Esta es la obra más grande de la exposición y el concepto es bastante sencillo: invitamos al público a pasar a esta cámara sellada herméticamente.
“La idea es que la gente que entre aquí comparta virus , bacterias de las personas que estuvieron anteriormente. No está permitida la entrada a los mejores de 18 años, porque quienes decidan ingresar es de manera voluntaria y consciente, ya que puede haber contagio”, advirtió Lozano-Hemmer.
En otra sala se encuentra Espiral de corazonadas (2008), una especie de candelabro con 300 focos que están conectados y cuando el participante toca el sensor, estos producirán un sonido y se iluminarán en forma circular, de tal manera que podrá sentir su propio ritmo cardiaco.
“Todo lo que estamos viendo ahorita es una espiral de 300 focos incandescentes, que están organizados en una espiral tridimensional, entonces cada uno de los focos tiene una altura diferente.
“Cuando tomas el sensor, el sensor mide tu ritmo cardiaco y en este momento todas las luces están centellando a mi ritmo, y lo que escuchan es mi corazón; cuando yo suelto el sensor todas las luces se apagan y ahora mi corazón está en el foco más bajo y los anteriores se recorren una posición hacia arriba, hasta que el último desaparece de la espiral”, explicó .
A pesar de la complejidad con la que fueron realizadas, las obras se distinguen por su estética minimalista en su forma, pero todas tienen un factor sorpresa similar a los actos de magia.
Entre estas figuran Empaquetamiento de Esferas: Bach (2018), Nombras el Agua (2016); Pan-Himno (2014), Nivel de Confianza (2015), Caguamas Sinápticas (2004).
PUENTES DE LUZ
EN LA FRONTERA
Como uno de los proyectos más ambiciosos, definió Lozano-Hemmer a Sintetizador Fronterizo, que se tiene programado para el próximo 13 de noviembre en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
“Vamos a hacer enormes puentes de luz, cañones de luz que van a conectar las dos ciudades a través de la frontera, y que comunican las voces de unos y de otros.
“Se llama Sintetizador Fronterizo, y va a ser la pieza más importante de mi
carrera”, anunció.
Señaló que el concepto de este próxima magnoinstalación surgió debido a la ola de racismo que se está viviendo en el vecino país.
“La idea es que las ciudades hermanas de El Paso y Ciudad Juárez siempre tuvieron una conexión histórica, fraternal, económica, etcétera, pero vivimos ahorita el inicio de un problema de racismo muy potente por el que tenemos que reaccionar.
“Durante la Guerra Civil Española todos los intelectuales fueron a España porque venía el fascismo, una cosa nueva y cuando tenga nietos, quiero que pregunten: ¿abuelito, y tú qué hiciste cuando llegó el fascismo a los Estados Unidos? decirles, esto es lo que yo intenté”, destacó.
Radicado en Montreal, Canadá, Rafael Lozano- Hemmer (Ciudad de México 1967) fue el primer artista que representó a México en la Binnal de Venecia, con una exposición en el Palazzo Van Axel en 2007.
También participó en bienales y trienales en Cuenca, La Habana, Estambul, KochI, Liverpool, Melbourne (National Gallery of Victoria), Montreal, Moscú, Nueva Orleans, Nueva York (International Center of Photography), Seúl, Sevilla, Shanghái, Singapur, Sydney y Wuzhen. La producción artística de Lozano-Hemmer ha sido el tema de monografías y presentaciones en numerosas instituciones, incluyendo MIF en Manchester (2019), MUAC en la Ciudad de México (2015), SFMOMA (2012), el Museum of Contemporary Art in Sydney (2011), el Guggenheim Museum (2009) y el Barbican Centre in London (2008).