
“Cuídese mucho” es el título que le dio la artista francesa Sophie Calle a un proyecto artístico que surgió desde el momento que recibió un correo electrónico en el que su pareja ponía fin a su relación amorosa.
Con ese elemento base que es la misiva, Calle decidió hacer una gran instalación que consistió en reunir el talento de 107 mujeres para que interpretaran el texto a su manera, según la profesión de cada una.
Fue así como mujeres dedicadas a la música, pintura, periodismo, literatura, danza, a la ciencia, etcétera, analizaron, criticaron, cantaron, bailaron, magnificaron o minimizaron ese documento íntimo que Sophie compartió con ellas.
Desde el pasado 11 de abril, la planta baja del Museo de Arte Contemporáneo exhibe por primera vez en México “Cuídese mucho”, que ha sido aclamada por la crítica internacional una vez que fue realizada para el pabellón francés de la Bienal de Venecia en el 2007.
Por las características propias de esta particular muestra, ha provocado curiosidad y diversas reacciones, sobre todo entre el público femenino.
Dos artistas regiomontanas hacen su propia interpretación de este gran montaje que maneja un lenguaje universal, ya que la mayoría de las mujeres ha recibido alguna vez en su vida una carta de despedida como la que expone Calle.
UN DERROCHE DE ARTE
Eva Rodríguez, artista plástica, visitó la exposición por recomendación de una amiga y manifestó que quedó gratamente sorprendida con esa propuesta de Sophie a la que calificó como un “derroche de arte”.
“Es una de las experiencias más maravillosas que he tenido en los últimos años. Es mágico; es un derroche de arte, de creación; cada fotografía, cada expresión, tanta textura, tanto color”, expresó Eva, quien es maestra de pintura y propietaria de la galería taller Careva Carré.
Mencionó que desde su punto de vista, tanto como artista y como mujer, “Cuídese mucho” ofrece varias lecturas, además de que para ella el mensaje es muy claro: la mujer es quien decide si quiere quedarse como víctima o busca posibilidades para salir adelante y bien librada de una ruptura amorosa.
“Yo creo que dentro de la exposición lo menos relevante es la carta en sí, porque si uno lee el texto es bastante simple, yo creo que cualquiera hemos recibido cartas mucho más fuerte que esa ¿no?
“Pero aquí encontré manifestaciones diferentes, por ejemplo: las de las jóvenes contra la de las mujeres maduras, y cómo manejan sus expresiones con los colores, el montaje, los videos.
“Ese contraste te enriquece, te llena y ves cómo el mismo texto le dice cosas tan diferentes a las mujeres, las que participaron y las que estamos como espectadoras”.
Eva, quien es además es poeta y comunicóloga, se dio a la tarea de observar la reacción de las mujeres que estaban a su alrededor mientras hacían el recorrido de “Cuídese mucho”.
“Además me puse a observar los rostros de quienes estábamos cerca y cómo las mujeres jóvenes lo estaban viendo de una manera; cómo las mujeres maduras lo veíamos de otra; cómo las que íbamos solas de repente hasta nos reíamos, tal vez por las experiencias vividas y las que iban con pareja cómo se alejaban un poquito de las cartas porque se sentían agraviadas y los señores no sabían dónde meterse”, refirió Rodríguez, quien pinta de manera autodidacta desde el 2000.
Celebró que el texto de la ex pareja de Calle fuera presentado en código de barras, en clave Morse, en crucigrama y hasta en Braille.
“El juego de texturas me pareció maravilloso, ver cómo esto se desprende de algo tan simple como un e-mail, porque en estos momentos cuántos miles de e-mails se estén enviando con temas similares en el mundo”.
Dijo que lo que hace diferente a una situación tan común, es cuando llega a manos de alguien creativo, sensible y capaz de no quedarse en la postura de la víctima, sino de decidir ser una sobreviviente, lo comparte con el mundo, pide opinión, se libera y hace su catarsis.
A decir de Eva, esta exposición ayuda a miles de mujeres, ya sea las que participaron de manera directa, pero sobre todo de las que se involucran de manera indirecta.
“Creo que nos ayuda a miles de mujeres que pasamos por esa exposición -y de las que van a pasar-, desde las que están participando de manera activa como de las que estamos de manera pasiva y podemos interactuar, porque te libera de muchas cosas.
“También te das cuenta de la maravilla de la tecnología y de la solidaridad impresionante que tiene el género femenino y creo que es el derroche de despecho mejor que yo haya visto”, subrayó.
“Mis básicos en la forma de traducir, cuando me he enfrentado al dolor es pintar rojos; mis abstractos rojos es mi manera de hacer catarsis, porque para mí el rojo es pasión, es fuego, es amor, es desamor, es todo.
“El rojo te lleva desde el color del corazón hasta el color de la sangre. Entonces yo hubiera hecho un abstracto en rojo muy fuerte”, concluyó Eva Rodríguez.
PLASMA UN ADIÓS EN TODOS LOS LENGUAJES
Para Jessica Contreras Márquez, quien es maestra de piano y canto además de música, Sophie Calle quiso expresar a través de esta selección de 107 piezas lo que representa un adiós dicho en todos los medios posibles.
Confesó que a ella le conmovió la carta, pero fue descubriendo nuevas emociones al contemplar esas variadas “traducciones” de dicho mensaje de despedida.
Argumentó que detrás de toda esta muestra, se encuentra la intención de la artista francesa por establecer que ya no había marcha atrás en su relación y quería que le quedara muy claro a él, a ella y a todo su entorno.
“Fue tan profunda la manera en que ella lo absorbió, lo asimiló, que ese adiós lo estableció en todas las manifestaciones en las que una persona puede hacerlo.
Señaló que por lo regular los artistas tiene características según el área en el que se desarrollen, y estas pueden ser: auditivas, visuales o kinestésicas.
“Yo me imagino que fue tan profundo (el sentimiento) que ella quería que en todos los sentidos se entendiera que el adiós era definitivo. La carta es tan simple como para explicar las características que tenía la persona que escribió la carta. El hecho de buscar a alguien auditivo, visual y kinestésico era para plasmar en todos los idiomas, por llamarlo de alguna manera, un adiós.
“Me pareció muy profundo, muy doloroso: me pareció muy auténtico en el sentido de que algo tan personal lo haya compartido”, observó quien es tallerista de música en el área infantil en el museo Marco.
Agregó que la instalación está muy completa, sin embargo, consideró que hubiera sido un buen detalle que se tocara la música compuesta para este fin.
Jessica Contreras, quien además inició un proyecto de laboratorio de música de procesos de aprendizaje, comentó que con esa carta hubiera compuesto una triste canción.
“Yo disfruté mucho -la exposición-, pero lo único que sí hubiera agregado es que la música hubiera sido tocada en ese momento. A lo mejor grabada o lo que tú quieras, pero que se escuchara.
“Si me hubieran invitado a participar en este proyecto, yo hubiera hecho una canción con mano izquierda en clave de FA , en tonalidad menor, que es una canción triste; y además con una sola mano, porque esa situación no me puede dejar manca”, afirmó.
Destacó que entre artistas, muchas veces no se necesita hablar, pues existe una comunicación que se maneja a un nivel de sentidos.
“Es muy evidente, es como si Dios nos dotara de un lenguaje no verbal, superior al plano normal, y muy poca gente tiene la capacidad de leer esas cosas.
“Hubo cosas que se me hicieron muy profundas, por ejemplo: que la pianista estaba de espaldas, que no se ven las caras y la que me impactó mucho fue la interpretación que se hizo de la carta en Braille, porque regularmente todo mundo trabajamos lo visual y realmente es más fácil que te percates por algo visual.
“Y el hecho que abarcara a gente que no ve, me impactó. Se me hizo muy interesante y yo lo que haría sería una continuación, es decir, la contestación de la carta, a lo mejor después de mucho tiempo luego de haber sanado y yo la titularía: ‘Me cuide mucho’ ”, finalizó la pianista Jessica Contreras.