Cualquier persona que contemple un cuadro de Leonora Carrington puede introducirse a lugares lejanos y misteriosos donde habitan seres fantásticos y criaturas híbridas, creados por la mujer que en vida fue pintora, escultora, escritora, activista social, defensora de los animales, madre y hechicera.
Leonora Carrington. Cuentos mágicos, es el título de la exposición que se inauguró el pasado 12 de octubre en la planta baja del Museo de Arte Contemporáneo (Marco).
Las diferentes facetas de la artista nacida en Lancashire, Inglaterra, el 6 de abril de 1917, se encuentran divididas en nueve núcleos que integran esta muestra procedente del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México.
En estas secciones, los visitantes ingresan a la atmósfera carringtoneana, en la que hay personajes con rostros de animales, otros que portan máscaras, algunos con aspecto fantasmagórico, que figuran en pintura de caballete, mural, dibujo, escultura y máscaras, en su mayoría.
Pero la intención de la curaduría, realizada por Tere Arcq y Stefan Van Raay, es que la gente también conozca la historia personal de la artista, por lo que hay documentos, fotografías, libros y otras de sus pertenencias.
Como en el apartado “El exilio en México: amigos y familia”, donde se encuentra el dato que Leonora se casó con el fotógrafo húngaro Emérico “Chuki” Weisz, con quien tuvo dos hijos: Gabriel y Pablo.
Leonora hizo amistad con la pintora española Remedios Varo, el poeta surrealista francés Benjamin Péret, la fotógrafa húngara Kati Horna, el escultor español José Horna, la pintora francesa Alice Rahon y el pintor austriaco Wolfgang Paalen, así como el cineasta español Luis Buñuel y el coleccionista y filántropo inglés Edward James.
El módulo El surgimiento de la joven artista, Francia y Nueva York 1937-1942, es la introducción de la vida y obra de Carrington, desde su infancia hasta su relación con Max Ernst, con quien vivió en París en los albores de la Segunda Guerra Mundial, cuando ya había ingresado a la corriente surrealista.
ENTRE LO FEMENINO
Y LA NATURALEZA
Durante el recorrido de la exposición se observan dos temas recurrentes en la obra de Carrington: el empoderamiento de la mujer y el respeto a los animales; estos fueron desarrollados en los núcleos: Mujeres Conciencia: Política y Feminismo, El Reino Animal y El Misterio de la Diosa Blanca: Mujeres, Hechiceras y Diosas.
“A la hora de decidir cómo queríamos hacer la curaduría había dos temas que para nosotros eran fundamentales y queríamos que fueran muy claros durante toda la exposición: la postura de Leonora como ecologista y como feminista.
“Era esta preocupación que tenía ella de cuidar de los animales, de cuidar del planeta, el tener mucho más conciencia de cómo todo está conectado y por otro lado, su visón feminista, porque ella fue educada por su madre y abuela irlandesas que venían de una sociedad en la que se veneraba a las diosas, en la que había toda esta noción del empoderamiento de las mujeres”, indicó Tere Arcq.
Señaló que Leonora se dio a la tarea de hacer cuadros que recuperan el poder de la mujer como la diosa antigua y las mujeres vinculadas a la magia.
“Para ella, la recuperación de ese poder, tenía que ver justamente con aprender a usar todo este mundo mágico empírico”, expresó la curadora.
“Muchas de nosotras, espero, somos ahora conscientes de que las mujeres no tenemos que demandar derechos, los derechos estaban ahí desde el inicio, deben ser recuperados, incluyendo los misterios, que eran nuestros y que fueron violados, robados o destruidos”, se lee en una de las citas de Leonora en los muros de Marco.
Como una artista integral, Leonora también incursionó en el teatro y en el cine. En México diseñó la escenografía, los vestuarios y máscaras para Penélope (1957), dirigida por su amigo Alejandro Jodorowsky y para Judith (1961), entre otras.
Formó parte del grupo Poesía en voz alta (1956), cofundado por los escritores Octavio Paz y Juan José Arreola, y junto a otros artistas como Juan Soriano realizó la escenografía y el vestuario de sus montajes de teatro experimental. Además, realizó el diseño de vestuario y las máscaras de su obra, de tono ecológico y feminista, que concibió en 1972: Opus Siniestrus.
Las más de 200 obras de la muestra proceden de colecciones de Inglaterra, Estados Unidos, Ciudad de México y Nuevo León, del cual provienen varias piezas que no se exhibieron anteriormente en el MAM y permanecerán en el Museo Marco hasta el 3 de febrero de 2019.