
Gabriel Calle Arango recuerda con agrado el florero de color azul intenso que obtuvo como premio en un concurso de pintura en el que participó cuando era sólo un niño.
Ese grato recuerdo lo transportó al parque ubicado en su natal Itagüí, que se localiza a 8 kilómetros de Medellín, la capital de Antioquia.
En Medellín, conocida también como “la ciudad de la eterna primavera”, las flores son una parte muy importante de la cultura en esta ciudad que cada año realiza en agosto la Feria de Las Flores, una de las más importantes de Colombia.
Las flores son un elemento fundamental en la obra del muralista, quien es de formación autodidacta, pero lleva más de 15 años dedicando su vida al arte, ya que es ingeniero civil de profesión.
“El primer mural lo hice a los 8 años en la biblioteca de mi escuela, después me olvidé un poco del tema y en ocasiones participé en algunos festivales de pintura e incluso una vez me gané un pequeño florero.
“Recuerdo el color de ese florerito y se lo regalé a mi mamá, pues era el premio del concurso que se hizo en el parque del barrio donde yo crecí en Itagüí”, recordó Calle Arango quien obtuvo el récord Guinness por el mural más grande del mundo realizado por un sólo hombre (750 metros cuadrados) en el puerto petrolero de Barrancabermeja, Colombia.
El 27 de noviembre, el pintor devela el mural que realizó en el Teatro de la Ciudad del municipio de García, Nuevo León, en donde también se inaugura una exposición en la que estuvo trabajando durante su estancia en Monterrey.
El otro mural que Calle plasmó para nuestro estado se encuentra en las afueras del hotel Cola de Caballo, en el municipio de Santiago.
“Yo llegué por primera vez aquí a México y estar hospedado en el hotel Cola de Caballo fue una cosa maravillosa. Para mí ese lugar es mágico y yo empecé a trabajar en el mural ‘Santiago’.
“Mientras yo estuve ahí, tuve la oportunidad de caminar y vi mucha flora y fauna propia de este lugar; vi la calidez de la gente y me llamó la atención un niño que se llama Santiago, que es el hijo del señor Gabriel Cantú, el dueño del hotel y me recordó a mis hijos.
“Me llamó la atención lo que el pequeño conversaba: la ilusión, la fantasía y los anhelos, y entonces yo manifesté que quería un espacio para hacer el mural y mi intención es que la gente ponga atención a los pequeños detalles que la naturaleza nos ofrece”, expresó el muralista colombiano.
EL ARTE DE CALLE
Gabriel Calle Arango compartió que cuando tenía 7 años sus padres lo llevaron a una bienal de arte realizada en Medellín y ahí admiró por primera vez la pintura plasmada en murales.
En aquella ocasión estaban exhibiendo la obra de Pedro Nel Gómez, de quien dijo tener gran influencia, por la forma en que el fallecido pintor manejaba el color y sobre la temática social que siempre estaba presente en su trabajo.
“Me impresionó mucho la obra del maestro Pedro Nel Gómez, quien murió desde hace tiempo, pero en Antioquia tiene mucha historia porque a través de su pintura hizo denuncia social.
“Entonces me impresionó mucho y desde que recuerdo siempre quise hacer murales”, manifestó el artista que actualmente ha pintado casi 500 murales en diferentes ciudades en el mundo.
Consideró que su estilo ha evolucionado al transcurrir de los años, pues ha manejado lo abstracto y lo figurativo, utilizando una técnica particular que denominó como crochet multicolor.
“Empecé a trabajar entre lo abstracto y lo figurativo. Tuve mucha influencia del maestro Pedro Nel Gómez y del pintor impresionista Vincent Van Gogh. La gente por lo regular piensa que utilizo como técnica el puntillismo, pero no, lo que yo hago es crochet multicolor y el esfumado tejido”, afirmó el artista.
MURALES EN NL
Gabriel Calle Arango tiene poco más de un mes en Monterrey y durante su estancia trabajó en la exposición que se instaló en el Teatro de la Ciudad de García donde también dejó un mural como legado.
“La transformación de la obra se va dando con el paso de los años y el paso de los diferentes sitios donde alberga el autor y el creador de la obra y yo no puedo ser ajeno a esa realidad.
“Yo he ido a muchos sitios donde me permiten pintar el entorno: entonces he pintado desde pescadores, en este caso caballos, campesinos, obreros y otros personajes que la gente se puede ver reflejado en ellos.
Aunque ha estado solamente en la zona metropolitana, Calle Arango desea conocer más ciudades de la República Mexicana, pues a su parecer, México es un país sorprendente.
“México es mágico. México es bendición porque uno ve bendiciones por todos lados. Porque yo lo he sentido en el trato, en el abrazo fraterno, en las conversaciones sencillas y amenas con la gente y en la comida tan deliciosa de aquí.
“Creo que es muy fácil inspirarse aquí simplemente con mirar las montañas, el cielo con esos azules espectaculares y también los amaneceres brumosos”.
Y en lo que respecta al arte, manifestó que admira el legado de los muralistas mexicanos Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
“Quiero ir a la capital a conocer en vivo y en directo la obra de estos tres grandes exponentes del muralismo en México”, afirmó el artista que le da vida al paisaje urbano.
Así lo dijo
:: “México es mágico. México es bendición porque uno ve bendiciones por todos lados. Porque yo lo he sentido en el trato, en el abrazo fraterno, en las conversaciones sencillas y amenas con la gente y en la comida tan deliciosa de aquí”.
:: “Yo manifesté que quería un espacio para hacer el mural y mi intención es que la gente ponga atención a los pequeños detalles que la naturaleza nos ofrece”.
“Creo que es muy fácil inspirarse aquí simplemente con mirar las montañas, el cielo con esos azules espectaculares y también los amaneceres brumosos”.