
El cineasta Arturo Ripstein recibió el Cabrito de Plata en la Inauguración del 11º Festival Internacional de Cine de Monterrey en homenaje a su trayectoria de 50 años como realizador de películas en las que predomina una continua reflexión al misterio de la naturaleza humana.
En conferencia de prensa previa a la Ceremonia de Inauguración, el homenajeado confirmó que su última película “La Calle de la Amargura” ya está terminada y con la que representará a México en el próximo Festival de Venecia, Italia .
El guión -como ha sido desde en las últimas décadas- es de Paz Alicia Garcíadiego, quien es su pareja sentimental con la que ha hecho muy buena mancuerna.
“La película está escrita por Paz Garciadiego, está protagonizada por Patricia Reyes Espíndola -una de las actrices con las que yo más he trabajado – llevamos 13 películas juntos.
“También Nora Velazquez , cuyo personaje de Chabelita me llamó mucho la atención y Silvia Pasquel. con quien anteriormente había trabajado en teatro , también participan Alejandro Suarez, Arcelia Ramiréz y Alberto Estrella; hay otros cinco actores más y dos enanos”, indicó.
El guión está basado en una nota que Paz encontró en un periódico sobre dos prostitutas de avanzada edad se meten con unos enanos luchadores .
“Esta vez sin haberlo pedido yo, pues normalmente el sistema de trabajo es que discutimos que cosa nos gustaría hacer o que se nos antojaría y un montón de veces -casi siempre- ocurre lo que se llama una falsa buena idea.
“Es decir , parece que está muy bien , pero el momento en que uno empieza a desmenuzarla , se cae, entonces en este caso Paz escribió este guión y luego me lo enseñó “, mencionó.
NATURALEZA HUMANA
Las temáticas abordadas por Arturo Ripstein tienen que ver con la condición del ser humano, con su contradicciones , sus debilidades y sus fortalezas.
“El tema de la naturaleza humana es inevitable en todas las películas, no sólo en las mías. La narrativa tiene sentido cuando hay conflicto; los conflictos son entre personas y eso inevitablemente es la naturaleza humana.
“Yo siempre pensé que el cine comprometido que hubo en México , muchísimo cuando yo era un joven cineasta, que mis compañeros en ese entonces filmaban con el puño cerrado y me decían que la cámara era como un fusil.
“Yo nunca pensé en la cámara como un fusil, pensé que para matar a alguien con una cámara, hay que agarrarlo a camarazos ; pero siempre pensé que el cine comprometido, al igual que la literatura comprometida era gente que hacía películas o escribía libros que estaba mucho más interesada en la política que en el cine o la literatura.
Ripstein consideró que su objetivo al filmar, es contar cuentos, con una estructura, con un sentido, buscando el lado amable y el lado oscuro del corazón de las personas.
“A mi siempre me importó mucho más contar historias ; prefiero conmover a convencer y el cine didáctico lo que busca es convencer, yo he decidido caminar por el otro lado porque me parece mucho más libre”, manifestó el cineasta.