Javier Sánchez está por cumplir 60 años de dedicarse al arte. Cuando era un joven estudiante supo que el lápiz y el pincel serían sus compañeros inseparables, los instrumentos indispensables para quienes, como él, han hecho una carrera en las artes plásticas, aun cuando la tecnología a través de las aplicaciones, ha invadido todos los ámbitos, como el de la pintura.
El maestro confiesa que ha experimentado con este recurso moderno, al introducir la fotografía de un determinado dibujo para que la computadora “lo intervenga”, pues le da infinidad de opciones en relación al colorido y a otros aspectos, pero con toda su experiencia, prefirió trabajar su cuadro como cualquier pintor que se jacta de serlo.
“Sí he hecho unas cosas en la computadora, por ejemplo: le tomo una fotografía a un dibujo y lo pongo en la computadora, y entonces la computadora me puede decir: ‘¿cómo lo quieres? ¿Abstracto, impresionista o expresionista? ¿En qué color?’ y tú le picas según como lo quieras.
“Y sí hice uno, era un Cristo, pero no me convenció. Si la máquina te domina te va a regir la máquina, y tú tienes tu máquina, tu pensamiento y tu sentimiento; eso es lo que debe regir, porque si no hay pensamiento y sentimiento, no hay nada”, afirmó.
La Sala de Exposiciones Temporales de Colegio Civil Centro Cultural Universitario, exhibe desde el pasado 23 de noviembre la exposición Sentimiento y Forma: Homenaje a Javier Sánchez Treviño.
Guadalupe Cruz, coordinadora de exposiciones de la Secretaria de Extensión y Cultura de la UANL, mencionó que el maestro estudió en el Taller de Arte Plásticas de la entonces Universidad de Nuevo León, y formó parte de la planta de maestros de la Escuela de Artes Visuales (ahora facultad), por lo que la universidad le rinde este merecido homenaje.
Esta muestra reúne una selección de pinturas y esculturas que el maestro Sánchez Treviño realizó a lo largo de las casi seis décadas, producto de diferentes fuentes de inspiración, como la vida cotidiana, los viajes y la naturaleza.
En entrevista, Sánchez comentó que por lo general le gusta plasmar tanto en tonos cálidos como fríos paisajes, retratos, sueños, experiencias, recuerdos; todos sus óleos, acrílicos, acuarelas, esculturas o grabados cuentan una historia: la historia de su vida.
Relató que cuando estaba en la secundaria, un maestro le vio madera para ser artista y le recomendó que tomara clases de dibujo y pintura.
“En secundaria yo modelé una pieza en plastilina y el maestro me dijo: ‘ponle laca para que se conserve’ y luego al salir me dijo que buscara una escuela de artes plásticas y un domingo que iba al cine me encontré una casa en la que vi caballetes, y el lunes yo ya me estaba inscribiendo”, recordó.
PENSAMIENTO Y SENTIMIENTO
Para el maestro Javier Sánchez la conexión entre pensamiento y sentimiento es fundamental para la creación, ya sea a través de la pintura, escultura, música u otras bellas artes que enaltecen el espíritu.
“El que hace abstracto, hace cosmos y hace cosas espirituales si de verdad están conectados sus pensamientos con los sentimientos, porque muchas veces hacen cosas por hacer.
“Y no debe ser así; tiene que haber sentimiento y pensamiento, porque si no, (la pintura) no dice nada. Yo les digo a mis alumnos que tiene que salir su yo cuando están pintando y no andar copiando”, destacó.
Los paisajes, gran parte realizados durante algunas tardes de descanso en Montemorelos, Villaldama, o en algún otro rincón de Nuevo León, representan algunas temáticas que son recurrentes en su obra.
También lo figurativo y abstracto sobresale en esta selección de obras que fueron instaladas en el recinto al que Sánchez Treviño está estrechamente ligado, pues ahí dio clases durante muchos años.
Recuerdo de un sueño es un ejemplo de esta temática, en la que el artista aprovecha su imaginación combinada con la técnica, logrando un balance estético.
“A este le puse Recuerdo de un Sueño, y siempre uso sección áurea; están las líneas acomodadas a puntos áureos y desde que me la enseñaron la empecé a practicar y hasta la fecha, porque así busco armonía, en cuanto a forma y en cuanto a color.
“Por ejemplo aquí predomina lo cálido, pues hay pocos fríos; si tú pones colores que predominan en igual forma, no cede ni uno, ni otro; entonces la sección áurea permite que los colores se armonicen”, explicó el homenajeado.
La exposición estará en las salas de exposiciones temporales y en el cubo de escaleras ala sur del Colegio Civil Centro Cultural Universitario hasta febrero de 2018.