“Cetáceo” parece estar muy quieto, parece dormir pero al mismo tiempo destella un brillo cautivador, mientras lo rodeas con la mirada te sorprende con otras dimensiones y por un instante parece cobrar vida.
El acero no siempre se utiliza para los cimientos de una construcción, hay quienes le pueden dar vida; la aleación de hierro y carbono puede reflejar sentimientos, transportar a otra dimensión y bailar, como las obras de la fundación Villacero, la única en su tipo por ofrecer sus 62 piezas de acero de 50 artistas internacionales y que se expone en el museo Marco.
La exposición “La estrategia de la Forma. Escultura en acero” reúne a artistas reconocidos como Anthony Caro, un inglés de 85 años quien ha desempeñado una función fundamental en el desarrollo de la escultura del siglo XX.
Una de sus principales exposiciones son las retrospectivas del Museo de Arte Moderno de Nueva York (1975). Fue nombrado Caballero en 1987 y receptor de la Orden del Mérito en mayo de 2000.
Desde 2005 el director de la Fundación Villacero es Guillermo MacLean, artista naturalizado mexicano quien es autor del mural más grande realizado en México y situado en el Museo del Desierto en Saltillo, Coahuila.
“Esta es la exposición número 10 que hacemos en la fundación, iniciamos en 2005 en Caracas, en 2006 en Santiago con 12 artistas,en 2007 seguimos con la exposición a Colombia y así hemos llegado hasta aquí”, dice MacLean con satisfacción.
SU ARTE, SU VIDA
Algunos de los países de procedencia de los artistas son Alemania, Argentina, Brasil, China, Costa Rica, Uruguay, Perú.
Una de las obras que llama la atención porque la escultura está suspendida en lugar de estar en una base es del uruguayo Diego Santurio, quien inicia en esta disciplina.
“Me cuesta mucho ponerles nombres a las obras porque considero que los nombres inducen a que el espectador vea algo y yo quiero que el espectador vea lo que quiera ver. Me encanta esa idea de que alguien vea una pieza y vea un mundo sin que nadie lo estropee, es lindo. Cada pieza es mi vida, no uso moldes, son únicos”, dice el autor con emoción.
Otro de los artistas es Carlos Medina, venezolano y con más de 30 años de experiencia, quien muestra su obra geométrica donde representa unos cuadrados de 1.20 metros por 1.20 metros. En medio sobresale una pequeña cortina que forma un volumen como si fuera una hoja doblada.
Cada escultor tiene su propio estilo, su forma de ver la vida y de representarla. Por ejemplo, Ted Carrasco, boliviano, prefiere hacer volúmenes con láminas como en su obra Solidaridad.
“Son tres módulos y al juntarse ellos crean un espacio y se forman los volúmenes, son muy distintos al ser sólo una lámina, como si se ayudaran entre ellos, por eso lo llamo solidaridad. Cuando te mueves cambia constantemente y crea espacios y formas”, explica Carrasco.
Hernán Dompé es otro apasionado del arte, argentino que participa en esta exposición con su obra que titula Comadre del Rayo, es una torre que asemeja un rayo y es de color azul.
“Es una figura femenina, tiene que ver con grupos de mujeres que tienen muchas características, tienen que ver con el cosmos.Tengo el privilegio de ver tormentas eléctricas y ver rayos, el concepto de comadre es como el de aquí en México, mujeres que se reúnen y hablan de todo”, señala el escultor.
Las técnicas que utilizan los artistas son: pintado, forjado, rotulado, lacado, bruñido, entre otras.
El material principal es acero y se apoya en otros como madera, piedra, tela aluminio, plástico, plexiglas (una resina con aspecto de vidrio) y plumas. Esta exposición podrá ser disfrutada por los nuevoleoneses hasta mayo de este año.