Y la barra se hizo presente, con sus colores de guerra entonando los cantos de batalla para transformar a ritmo de rock pasillos y butacas del Aula Magna en estadio de futbol.
Blandiendo su guitarra como estandarte, Jáuregui, al frente de su banda de Cracks, ofreció más de una hora de su FutRock a los asistentes al concierto con el cual la Escuela de Verano de la Universidad Autónoma de Nuevo León inauguró el ciclo Arte y Futbol.
La presentación del viernes 28 de julio en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario mostró la gran aceptación que Joel Jáuregui tiene, tanto entre los seguidores de todas las edades del balompié, como con los aficionados al rock.
El cantautor y productor fue acompañado en este recital futrockero por Alejandro “El Pibe” Cabral en la batería, Arturo Guzmán en la guitarra eléctrica; Manuel “El Payo” Salas en el teclado, y Ricardo Vilches en el bajo.
Jugando en la ciudad fue el tema que abrió el concierto, y con el cual el público se identificó de manera inmediata con el vocalista y líder de la banda.
Siguió casi sin pausa Calles de América y Ella es un revólver.
En Los reyes del barrio, Jáuregui rinde homenaje a los héroes anónimos del futbol amateur, quienes cada semana sudan la camiseta sólo por el placer de patear y correr tras un balón.
Las baladas rítmicas de Labios rotos y Pegada al corazón, junto con Soledad, permitieron a cada uno de los integrantes de la banda mostrar sus cualidades técnicas en sus instrumentos, mientras parte del público coreaba sus movimientos y ejecuciones.
De nuevo driblando por la izquierda, o bien lanzando un tiro a la portería, Jáuregui y la banda de Cracks subieron el tono y aceleraron la velocidad de las canciones, con los temas Héroes, Sola, Hoy y Mi más grande amor, esta última una oda al futbol como forma de vida.
Con Mexicanos al grito de futbol y Campeones, el concierto se encaminó directo a los últimos minutos de la presentación, donde los músicos y Jáuregui como voz principal, encausaron las energías para dar el sprint final.
Después de unos minutos en los que los músicos abandonaron el escenario, el público pidió su regreso para cerrar la velada futbolera a tambor batiente.
Si pudiéramos soñar fue la canción que Jáuregui y su banda ejecutó ya en tiempos extras de su recital, siendo animados por los presentes que coreaban línea tras línea.
En la culminación, el tema clásico del cantautor, La vida no es la misma sin futbol, dejó satisfechos a los barristas y apasionados del FutRock, quienes sudaron las camisetas de sus equipos y partieron a sus casas coreando cánticos futboleros.