Enrique Blanc cuenta la historia oficial de Café Tacuba, una de las mejores bandas de rock en México.Por Irma Idalia Cerda
Un cuarto de siglo compartido, cuatro vidas unidas por la música. No cualquiera aguanta ser parte de un grupo por más de 20 años, 25 para ser exactos, y sólo por eso valía la pena contar su historia, esa que fue escuchada y luego escrita por Enrique Blanc.
Café Tacuba: bailando por nuestra cuenta, es el resultado de muchas horas de conversación con los cuatro integrantes de Café Tacuba por separado y mucha paciencia, pues tanto los entrevistados como el autor del libro tuvieron que esperar a que una editorial se interesara en publicar la historia oficial de esta banda originaria de Ciudad Satélite a mediados de los años 80.
Finalmente, el libro salió al mercado bajo el sello Planeta el año pasado y fue nominado al Libro del Año de los Premios Ciudad de México, y presentado en la séptima edición de la Feria Universitaria del Libro UANLeer en Monterrey el pasado mes de marzo.
“Desde que yo hice la propuesta, ellos aceptaron y dijeron (que) lo hiciéramos por entrevistas individuales, debido a las agendas de cada uno de ellos, entonces me acercaba a sus casas o cuando ellos iban a Guadalajara a veces coincidíamos, pero no todos podían siempre.
“En fin, fui haciendo estas entrevistas individuales, yo tenía mis cuestionarios, hacía algunas preguntas a veces para dos o tres de ellos, o preguntas muy particulares para cada uno de ellos y obviamente toda la labor de transcripción, pues hice 10 entrevistas con cada uno de ellos y creo que fueron 40 horas de grabación para darle forma al libro”, refirió.
Blanc tenía mucha información que tuvo que organizar por temas, como los proyectos tanto en grupo o de manera individual; la discografía de Café Tacuba; las giras y festivales; las primeras tocadas y lo más reciente.
“Sí hay una riqueza en una banda como Café Tacuba que no se da realmente en los grupos por lo general; podría mencionar dos o tres grupos que no tienen esa riqueza no sólo como grupo, sino también en lo que hace cada uno por su cuenta.
“Como en el caso de José lo que también está ligado a la literatura, o Meme en la fotografía, Quique en la producción y Rubén, un personaje muy diverso; eso, yo quería que el libro pudiera captar la gran dimensión que tienen estos cuatro personajes.
Otro aspecto que no puede negársele a la agrupación es la unión de sus integrantes. Hay grupos que se mantienen por años, pero generalmente cambian a uno de sus integrantes en el camino, y eso no ocurrió con este cuarteto de rock alternativo.
“Ellos aprendieron a estar juntos. Aprendieron a estar reunidos cuando había que hacerlo y tomar el fresco, como dice la canción de ellos; darse sus años sabáticos, concentrarse en proyectos individuales, desarrollarse como personas, para después volver enriquecidos como con muchas ganas de verse.
“Si los matrimonios o las empresas hicieran eso, de poder despegarte un rato, obviamente tendrías más ganas de ver a las personas con las que estas haciendo algo en la vida; te das un poco de espacio para respirar y luego volver. Creo que es uno de los casos más ejemplares que hay de cómo una sociedad que puede ser muy desgastada en el trabajo cotidiano, ha sabido reinventar el compromiso mismo para que sobreviva”, apuntó.
LETRAS Y MÚSICA
Café Tacuba: bailando por nuestra cuenta, es un documento que le puede interesar a los amantes de la música, a los integrantes de bandas amateurs, a los fanáticos de Café Tacuba y quienes gusten de la cultura popular mexicana.
“De hecho me dio mucho gusto que el libro estuvo nominado por la Ciudad de México, pues la condición de esas nominaciones es que los libros hablen de esta ciudad. Y a través de las vivencias de los propios tacubos, tenemos como telón de fondo a la gran ciudad de México y obviamente ciertos barrios, ciertos foros, etcétera, vemos que la Ciudad de México es muy importante en este libro.
“Claro, también narramos sus experiencias en otras ciudades como Santiago de Chile, lo que vivieron tras la salida de Re, la grabación posterior que hizo Joselo para un disco solista con Álvaro Henriquez, también en Santiago, y todo el vínculo que tuvieron con Latinoamérica también”, señaló Blanc.
TACUBOS PARA RATO
Por ser una banda considerada una de las mejores de rock alternativo en español, cuyo estilo combina la tradición de la música popular mexicana y las nuevas tendencias, Café Tacuba ha logrado un lugar especial dentro del público.
Cuando se le cuestionó al autor, quien es un periodista especializado en géneros musicales, cuál banda norteamericana podría compararse con Café Tacuba, sin pensarlo mucho dijo que con Los Lobos.
“A mí siempre que pienso en los tacubos, pienso en Los Lobos; me parece que obedecen a una misma pulsión, que es esta idea de hacer canciones con identidad que reflejen el lugar de donde provienen.
“Los Lobos es una de las bandas que más me gusta y los Lobos han hecho cosas muy rocanroleras como los tacubos y que tienen que ver con sus raíces, y además han hecho algo en medio de estos dos mundos, que es lo más interesante en este caso y ellos en algún momento colaboraron y reconocen a Los Lobos como una gran influencia”, compartió.
Finalmente, comentó que actualmente sí hay algunas nuevas bandas que podrían llegar a desarrollarse como Café Tacuba, pero eso el tiempo lo dirá.
“Están The Chamanas, de Ciudad Juárez, me gustan mucho Pumcayño y Baltazar de Guadalajara, que son bandas muy buenas, me gusta también el proyecto de Lng/ SHT Longshot, este rapero, porque digo hay varias corrientes y es una carrera de resistencia, hay que aguantar.
“¿Qué es lo más importante para que exista otro Café Tacuba?, que perdure como agrupación. Que sepa encontrar esas dinámicas, que lea el libro y que se den cuenta de cómo pueden sobrellevarse para durar y eso hace que tarde temprano tengas trayectoria”, puntualizó Enrique Blanc.