
Heridas aún sensibles, cicatrices que después de 69 años no consiguen sanar y un conjunto de memorias negras que los persiguen a través del tiempo, la distancia y la historia.
En Nuevo León, se concentra una pequeña parte de la comunidad judía (997 de acuerdo al INEGI 2010) que como cada año, recuerdan a sus “hermanos” fallecidos a causa de una ideología racista promovida por el nazismo.
Por tal motivo, en la segunda edición de abril, Hora Cero publicó el reportaje “Exhibe Monterrey lo que Alemania oculta”, en referencia al local que oferta artículos de la Alemania Nazi, gobernada por Adolfo Hitler.
“Es una forma de revivir un aspecto negativo de la Historia”, así lo expresa el Rabino Ajshalom (a quien se le cambió el nombre a petición del entrevistado).
Después de leer la publicación, el jefe espiritual de la comunidad judía, aceptó brindar una opinión respecto al tema, ante una posible indignación por parte de la comunidad que habita la Sultana del Norte.
Los practicantes del judaísmo se localizan en la colonia Vista Hermosa, a distancia considerable de la avenida Garza Sada, donde se localiza “La Venta”, por lo que el rabí asegura que son pocos quienes conocen de la existencia de este negocio.
Sin embargo, aunque esté escondida, revive un aspecto doloroso para quienes huyendo del conflicto bélico, resultaron sobrevivientes, pero que perdieron a sus allegados en un periodo lleno de guerra, dolor y muerte.
¿Por qué exhibir algo que se prohíbe en el país de origen?, es la cuestión que inquieta al profesante del judaísmo.
Ya que el dueño aseguraba no estar a favor ni en contra del nazismo, sino que sólo vendía historia, y que lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial no se podía eliminar.
Agregando que busca promover una nueva área de coleccionismo en Monterrey: la militaria.
Pero los motivos de José Francisco Franco para tener dichos objetos en los aparadores de su tienda, le parecen absurdos a Ajshalom, pues comenta que hay países donde la demanda por la militaria es mayor.
Incluso que si lo que busca es vender historia, podría traer artículos de Egipto o de otro país donde los recuerdos de la historia no sensibilicen o incomoden a algún sector de la población.
Aunque la comunidad en el Distrito Federal es muy grande, la pequeña población de judíos en Monterrey podría resultar disgustada o devastada al revivir el conflicto bélico.
“La Venta”, ubicado en Plaza La Silla, ofrece uniformes del entonces ejército alemán, cascos, dagas, periódicos, libros, identificaciones de trabajadores del armamento militar, entre otras piezas.
Y aunque también se muestran artículos de la milicia americana o muebles antiguos, lo que predomina son los objetos representativos a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Las memorias de la catástrofe que buscaba la exterminación judía, conocida como Holocausto o Solución Final, acabó con la vida de 6 millones de judíos, entre los que perdieron la vida 1.5 millones de niños.
Quienes estuvieron al frente de este acto, fueron los miembros de la SS que era una organización militar y de seguridad de la Alemania dirigida por el Fhürer (Hitler).
En el local, también cuentan con artículos que muestran las iniciales de la SS, como cigarreras, estuches, vajillas y cubiertos.
Pero toda la composición que maneja José Francisco Franco (dueño del negocio) ha causado indignación en paseantes de la Plaza e incluso le han extenuado su forma de pensar.
“Si supiera quién fue Hitler, no tendría nada de esto aquí”, es uno de los comentarios que recibió el negociante al exponer objetos de la milicia alemana.
Cada pieza le trae un recuerdo del genocidio a la comunidad judía. Un recuerdo de la forma cruel en la que los nazis acabaron con la vida de sus allegados o conocidos.
Ya fuera por medio de una cámara de gas, de experimentos, trabajos forzados, inanición, fusilamiento, epidemias o torturas, eran los métodos que los militantes de la SS empleaban, para que las muertes fueran menos costosas.
Vender la otra parte de la historia
Algunos miembros opinaron que por respeto al empresario, no darían opiniones apresuradas sin antes conocer su postura.
Y consideraron prudente entablar una charla con él para proponerle vender la historia, pero completa, no sólo la parte militar sino la parte afectada.
Por ejemplo, ofertar fotografías de los lugares donde fallecieron la gran mayoría de judíos, como el complejo de Auswitch, ubicado en Polonia, el cual estaba compuesto por varios campos de exterminación.
De igual forma, imágenes de los fallecido en los guetos, principalmente el de Varsovia, donde se podrían mostrar imágenes de las zanjas con los cuerpos casi putrefactos, los habitantes del gueto en extrema delgadez por falta de comida.
O el levantamiento judío en contra de la Alemania Nazi en la que en un acto de rebelión los civiles consiguieron ocultarse en edificios y búnkeres para atacar al ejército.
Pero los de la SS, al no poder intimidar, iniciaron la quema de edificios para obligarlos a salir de su escondite.
“Nunca digas que esta senda es la final, porque el cielo gris cubrió la luz del sol. El momento tan ansiado llegará y el sonar de nuestra marcha escucharán.
“El clamor por tanta angustia y el dolor desde el trópico hasta el polo sonará, y al regar con sangre nuestra heredad, la esperanza fuerte y pura crecerá.
“No es un canto alegre, es canto de fusil, no es tampoco pájaro de libertad, es canción de un pueblo obligado a sufrir, que con sangre y plomo el verso escribirá”, (parte del Himno de los partisanos del Gueto que se canta en el día del Recuerdo del Holocausto).
Para Ajshalom este tipo de acción no tendría caso, argumenta que al igual que los artículos nazis que no tienen demanda, las fotos serían también artículos de “adorno” que no serán adquiridos.
“Definitivamente el complejo de Auswitch es muy lamentable, yo he estado allá en tres ocasiones, te lo digo, el día que tengas la oportunidad de viajar a Polonia y verlo vas a llorar”, afirmó.
Resalta que la comunidad no emprendería ninguna acción hacia la tienda, ya que respetan el país en el que habitan, además comenta que está muy lejos de la comunidad, pero que si estuviera cerca si lo quitarían, porque estaría atentando.
“Aunque hay personas que sí se han molestado al ver este tipo de artículos, cada quien es libre de hacer negocio con lo que quiera y cada quien es libre de comprar lo que le guste”, dijo.
Ni a favor, ni en contra, se posiciona el Rabí acerca del negocio, ya que destaca que cada quien es libre de invertir su dinero en lo que prefiera, pero supone que el dueño no ha recuperado la inversión.
Cuestionando quién se pondría ropa de un fallecido (en relación a los uniformes) por el problema espiritual que, según sus creencias, esto conlleva, como atraer maldición.
Dejando en claro que mientras no dañen a su comunidad, que Francisco Franco haga su negocio como quiera, evitando malos entendidos.
Visita “La Venta”
“Yo visite la tienda hace tiempo, poco más de un año para ser exacto, no me gustó.
“Anduve por ahí, pase y había antigüedades por un lado y se me hizo raro ver medallas alemanas, uniformes y gorras”, resaltó.
Recuerda que el dueño no se encontraba, sino una mujer, a la cual no le dirigió la palabra y sólo se puso a observar.
Percibiendo malas vibras, como él menciona, decidió no acercarse mucho a las vitrinas ya que cada objeto le traía un mal recuerdo.
“Se siente lo negativo desde que entras, nada bueno, las gente que es sensible espiritualmente, sale volando del lugar”, mencionó.
Después de la visita no le comento a nadie de la comunidad, porque no le dio la importancia, que es como prefiere mantenerse: indiferente.
La única preocupación del rabino, es que puedes llegar a mover sentimientos o emociones, ya que en Monterrey también existe comunidad alemana.
Que al igual que los judíos, lo recuerdan como un capítulo negro en su parte de la historia, no es algo que los mantenga cómodos.
“Sería una aberración, si se pusieran a presumir un genocidio”, destacó.
Por otro lado, comentó que la comunidad judía se lleva de maravilla con la comunidad alemana.
“No creo que vaya a tener éxito como él espera tener, lo veo en su pensamiento de empresario que quiera hacer negocio, pero no es por ahí”, mencionó.
Agregó que el dueño del local no se fue a un lugar con mayor demanda, quizás por miedo, un ejemplo el DF en el que ya existen lugares donde se vende la historia más completa.
Mientras que la comunidad que existe aquí en Vista Hermosa es muy pequeñita, no tengo permitido dar datos por la cuestión de la inseguridad, motivo por el que miles de judíos se mudaron a Nuevo York, Israel o al Distrito Federal.
La era del nazismo
Ajshalom comenta que cada quien es libre de vender lo que quiera, pero la situación es cómo la gente lo va a ver.
“El nazismo como nazismo es algo negativo, no es alemán. El nazismo es otra cosa, es un grupo que se levantó en el holocausto”, platicó.
Serías incluso como levantar de una manera indirecta ese tipo de ideología, es una forma de fomentarlo.
“Un loco lo va a ver y va a querer ponerse el uniforme y se va creer Hitler… Pero repito cada quien es libre de hacer su negocio”.
Pero califica a Monterrey como una Ciudad en pañales para cierto tipo de aspectos, como el coleccionismo de objetos militares.
Muchos de los aspectos en los que se difiere de Estados Unidos, es también que no existen muchas personas que coleccionen cosas de ese tipo.
“No nos estorba porque yo estoy acá, si la hubieran puesto en Galerías te juro que la quito, eso ya es abusar un poco, por eso se fue hasta las afueras.
“No está expuesta (la tienda), está escondida y qué bien, así que se quede… Además yo nunca he visto publicidad de él, así que se nota que se cuida”.
Aunque el Rabino mantiene sus dudas acerca del motivo por el que Franco promueve los artículos de la Alemania nazi, dice que respetará mientras no le afecte a la comunidad judía.
Porque no le parece lógico que el dueño mencioné que quiere fomentar el coleccionismo en una ciudad en la que no existe demanda.
O que se escude en que sólo vende historia, habiendo tantos acontecimientos que enriquecen la cultura de los mexicanos.