Cada cuatro años y durante todo un mes, el mundo gira alrededor de un solo evento: la Copa Mundial de Futbol.
Esta competencia acapara las miradas y atención de los aficionados que viven intensamente el paso de las 32 selecciones participantes de dicho torneo.
Tan sólo en México, más de 35 millones de personas siguieron de cerca los juegos de la Selección Mexicana con la esperanza de que por fin en Brasil 2014 se terminara la sequía y llegara al tan ansiado quinto partido de la competencia después de 28 años de espera.
Desafortunadamente el sueño quedó truncado de nueva cuenta cuando el Tricolor fue eliminado en Octavos de Final por sexto mundial consecutivo, ahora en manos de la selección de Holanda en los últimos minutos de partido.
El fracaso de la selección nacional, aparte de provocar una baja en el consumo en restaurantes, bares y compra de productos oficiales, trajo consigo depresión post mundial a muchos mexicanos.
Este padecimiento puede definirse como un periodo de duelo provocado por la decepción de ver perder a su equipo favorito.
De acuerdo a la compañía Adecco, especialista en Recursos Humanos, la depresión post mundial produce un sentimiento equivalente a cerrar un ciclo importante, como cuando se terminan las vacaciones o el fin de semana y se tiene que regresar a la rutina diaria.
“HABÍA UNA GRAN EXPECTATIVA EN LA SELECCIÓN”
Un estudio realizado por Adecco reveló que para 8 de cada 10 personas el Mundial era un evento importante para la sociedad en general. El 13 por ciento de las personas encuestadas consideró que México podía ser campeón del mundo.
“Había una gran expectativa de la gente por si llegábamos lejos o a la final y con esta expectativa en el equipo creímos que iba a tener un impacto fuerte (su eliminación) y así fue”, comentó Ericka Castillo, gerente de Human Capital Solutions de Adecco.
Es por eso que la eliminación de la Selección Nacional resultó ser un factor muy significante en el estado anímico de tantas personas en todo el país.
“El domingo (29 de junio) la gente sí andaba ‘tristona’, con una emocionalidad distinta a como empezamos el partido; hicimos un análisis y veíamos que la gente se sentía frustrada, defraudada porque culpaban el tema de arbitraje como una acción que no nos convenía”, señaló la representante de la compañía.
La depresión post mundial suele manifestarse con síntomas claros, físicos y anímicos como ausentismo, falta de motivación para el trabajo, enfermedades que antes afectaban a las personas, mal humor, conflictos con los compañeros de labor o jefe inmediato, resistencia a avanzar con los proyectos y falta de identidad con los objetivos corporativos.
Pero de acuerdo a dicha investigación, estos síntomas se agravan cuando las personas tienen otros problemas que lo aquejan en su vida personal o laboral.
“Esto no le ocurre a todo el mundo. Le ocurre normalmente a alguien que ya tienen alrededor aspectos como poca motivación, poco compromiso con la organización, a lo mejor con temas familiares fuertes que hace que se vuelta más pesado tener que estar laborando; son varios aspectos los que se vinculan sobre este padecimiento, no solamente la eliminación.
“Si se vinculan factores de temas personales, temas que dificultan al trabajador en su vida personal y laboral, sí se puede hablar de una depresión donde los síntomas sean más severos”, indicó Ericka Castillo.
Asimismo comentó que la frustración por la derrota del TRI es un estímulo temporal como cualquier emoción, pero que si dura más tiempo puede cambiar a un estado de ánimo y así hacer pasar al aficionado de la frustración a la amargura.
La gerente explicó que “las emociones son contagiosas: mientras estás con un grupo de gente con la misma emoción pues podrá durar un poco más, pero cuando cambias el estímulo o estás en un contexto diferente todo es distinto”.
Pero la depresión post mundial no es exclusivamente provocada por la eliminación de la escuadra azteca de la competencia; al terminarse el Mundial se tiene un sentimiento de vacío similar.
Adecco exhorta a los departamentos de Recursos Humanos de las empresas a detectar si entre los empleados de las compañías existe dicho padecimiento.
“Sugerimos que el departamento de Recursos Humanos haga un reconocimiento de cómo se encuentra el ambiente laboral, el estado de ánimo en general en la organización, observar si se presenta ausentismo, si ve algún tema de desmotivación en los trabajadores que pudiera estar ligado a una situación con su puesto de trabajo, si el clima laboral se viera afectado en términos de apatía y poca participación”, mencionó Ericka Castillo.
El paso del Mundial no sólo dejó tristeza y sensación de vacío entre los trabajadores.
La representante de Human Capital Solutions de Adecco reveló que en las compañías que permitieron que sus trabajadores sintonizaran el mundial “se mejoró la comunicación dentro de los departamentos, la gente pudo convivir, hubo un mejor ambiente laboral a nivel organización y como las empresas dieron permiso de poder estar en contacto con los partidos hicieron que la gente estuviera de manera presencial en los trabajos”.
Estos resultados fueron respaldados con un estudio previo de la compañía Adecco denominado “Quiero ver el Mundial”, en el que 8 de cada 10 personas consideraba que sintonizar el Mundial no afectaría en su productividad laboral.
#NOERAPENAL
Durante 88 minutos del juego de octavos de final, México mantuvo una mínima ventaja en el marcador sobre su similar holandés gracias al gol que Giovanni Dos Santos marcó al 48’.
“¡Por fin el quinto partido!”, “Mexicanos al grito de Cuartos”, “¿Dónde están los holandeses que nos iban a ganar?”, y muchos más comentarios celebrando la supuesta victoria podían leerse en las redes sociales aquel 29 de junio, cuando se daba por hecho el triunfo del TRI.
El sueño de que los pupilos de Miguel Herrera le ganaran a Holanda y terminaran con la sequía del quinto partido que México viene arrastrando desde el Mundial de 1994 se fue desvaneciendo poco a poco cuando Wesley Sneijder marcó el primer gol de la “Naranja Mecánica”.
El árbitro portugués Pedro Proenca terminó por matar la ilusión cuando marcó un penal a favor de Holanda en el minuto 94, por una supuesta falta que Rafael Márquez cometió en contra de Arjen Robben que provocó que este cayera dentro del área chica.
Klaas Jan Huntelaar se encargó de cobrar el penal que modificó el marcador a 2-1 a favor de Holanda, dándole el pase a la siguiente ronda de la competencia.
La decisión del silbante fue severamente cuestionada por medios deportivos a nivel mundial, ya que según su opinión, en la repetición de la jugada no se alcanza a apreciar si Márquez cometió dicha falta e incluso acusan a Robben de “tirarse” un clavado en el área para así darle ventaja a su selección.
Asimismo, el trabajo arbitral del portugués provocó la indignación de millones de aficionados mexicanos que desde el día del partido tienen un nuevo “grito de guerra”: ¡NO ERA PENAL!
Día a día, miles de “memes” son compartidos y publicados en Facebook y Twitter como una peculiar forma de “descargar” la frustración, compartir la tristeza de aficionado o simple y sencillamente como una broma.
Con la leyenda “#NoEraPenal” acompañando las imágenes, los mexicanos expresan su coraje en contra del penal marcado y de la astucia de Robben para que le “compraran” la falta.
Hay quienes incluso le han sacado ventaja a esta situación.
Una compañía mexicana lanzó una playera con la imagen de la falta estampada y la popular frase. Por muchos fue criticada y por muchos más adorada; la playera se agotó el día que salió a la venta.
Han pasado varias semanas desde la eliminación de la Selección Mexicana, pero el coraje y la frustración parece aún no tener fin.