“Un permisionario o concesionario de radio o televisión puede ser sancionado por transmitir en su programación o publicidad, corrupción del lenguaje (uso de groserías), violencia, o bien, acciones que sean contrarias a la moral y las buenas costumbres…
“Lo que se traduce en influencias nocivas y perturbadoras al desarrollo armónico de la niñez y juventud, dependiendo del horario de transmisión…”, señala la Ley Federal de Radio y Televisión (2012) en el portal de la Secretaría de Gobernación.
Esa normatividad que le compete regular a la Secretaría de Gobernación, de acuerdo a lo que se transmite en la televisión local, no se cumple. Basta con encender el televisor en cualquiera de los canales locales, programas y diversidad de horarios de estos para detectar que algo no está bien.
El contenido de las distintas emisiones vespertinas-nocturnas de los medios regios, han causado revuelo entre expertos de la comunicación, sociólogos, legisladores y la sociedad en general por las burlas, agresiones o poco contenido formativo y educativo que transmiten.
En ese sentido, “el incumplimiento de dichas obligaciones genera sanciones”, subraya el documento publicado en Diario Oficial, de hace dos años, texto más reciente y previo a la nueva Ley de Telecomunicaciones que aún no circula de manera oficial.
Pero pareciera que no se hace nada al respecto, puesto que día a día, los programas siguen con esa línea de trabajo en la que insultan, ofenden e incluso denigran, entre otras cosas, a los participantes y espectadores.
Karen Wendolyn Escareño Fernández, socióloga, egresada de la UANL y analista del tema, en cuanto a las causas y repercusión de la “televisión carente de formación y valores sociales”, expresó que la sociedad está siendo “consumida” por los llamados programas basura -como se les ha llamado-.
Por su parte, José Juan Guajardo, diputado priista en el Congreso local, presidente de la Comisión de Desarrollo Social y Derechos Humanos, señaló que urge una regulación en los contenidos de los medios de comunicación.
Desde la trinchera que le corresponde, detalló que se trabaja en ello, aunque agregó que no es una responsabilidad unilateral de los medios, sino que se requiere de empresarios, conductores y la sociedad entera para lograr un cambio.
‘LA GENTE ESTÁ SIENDO CONSUMIDA POR LA TV’
Ante el panorama de agravio a los espectadores y quienes participan en producciones locales, Karen Wendolyn Escareño Fernández, socióloga, egresada de la Facultad de la Filosofía y Letras de la UANL, señaló que desde hace tiempo, la televisión se ha convertido en un “medio carente de información y valores sociales en el que la gente no sólo consume, sino que está siendo consumida de manera indigna”.
Explicó que el slogan bajo el que se manejan la mayoría de los programas, de brindar entretenimiento a la sociedad se ha salido de su camino, pues en vez de lograr el cometido de manera adecuada, exponen tanto al televidente como a los personajes de los programas a que los utilicen con el fin de incrementar los niveles de audiencia.
“Es evidente cada vez que se enciende el televisor, y para esto, hay un número considerable y preocupante, desde el análisis social, de gente que destina gran parte de su tiempo a ver ese tipo de programas, que fuera de promover la creatividad, se incrementa la pasividad”, especificó la experta.
Por otro lado, agregó, “no se les educa y forma de la mejor manera. Las personas tienden a la imitación del comportamiento, actitudes y formas de hablar, decir o pensar, de la diversidad de personajes que aparecen en la pantalla chica porque piensan que lo que hacen, está bien.
“Es increíble cómo se genera un daño a la gente que consume ese tipo de programación día a día. Uno se pregunta, ¿dónde están los jóvenes? Y los ves ahí. Salen chicas y chicos en la televisión porque quieren ser parte de eso para atraer la atención; algo pasa”, manifestó.
La socióloga mencionó que no se puede decir que la televisión es inofensiva, porque independientemente de brindar entretenimiento, “genera patrones de conductas ofensivos en quienes pasan más de dos horas frente al televisor, viendo programas con ese tipo de contenido y se puede crear un problema.
“Para plantearlo como tal, tenemos que ampliar el criterio porque influye el seno familiar, desde cómo se integra la misma, quién los cría, o quién cuida los tiempos de ver televisión; interfiere también el sector educativo que no va de acuerdo al nivel que se requiere y el entorno social, la colonia donde habitan, también tiene mucho que ver”, detalló.
Definitivamente, reconoció, “vivimos tiempos difíciles y es preocupante que dejemos de lado lo que sucede afuera por dedicarle tanto tiempo a la televisión que no fomenta la cultura, ni la inclusión, ni promueve la sana formación de quienes la ven”.
“De pronto es fácil criticar pero tenemos que autoevaluarnos a nosotros mismos y pensar cuál es nuestra responsabilidad respecto a esta situación del contenido de los programas en los medios de comunicación”, expresó.
Escareño Hernández insistió en “qué papel se va a tomar ante eso porque hay que reconocer que existen grupos más vulnerables que otros, ante el cómo se maneje el entretenimiento en la televisión”.
Para generar avances en ese sentido y procurar cambios en el manejo de los contenidos en televisión y otros medios, será necesaria la cooperación de todos los sectores y no sólo de las televisoras, indicó.
“Se requiere de la acción ciudadana, de que el Estado ofrezca alternativas para la sociedad en general, como espacios públicos, seguridad en las calles, que haya calidad educativa acorde a las necesidades actuales, oportunidades laborales, así como actividades que le permitan a la gente invertir tiempo en ello”, señaló.
‘NO HAY NADA
QUE RECICLAR’
Aunque la especialista no ha calificado a la televisión como “basura”, reconoce que es evidente una mala programación y mencionó que ante ese panorama, “no hay nada que se pueda reciclar”.
“Hay muchos programas que pudieran incluirse en esa lista, y si se desecharan, no nos quedaríamos con ninguno. Pero esto va más allá de eso y de etiquetar con algún concepto ese tipo de televisión. Hay una realidad que nos rebasa porque no hay contenido”, manifestó.
Por lo tanto, de la perspectiva que le concierne, incluso, considera necesario que un organismo de Derechos Humanos o instancia, regule los contenidos que se difunden porque cada vez se observa cómo se denigra a las personas que participan y al público.
“Quizás las empresas no lo ven así porque mientras haya rating todo está bien, pero mientras eso sucede se expone a las personas a convertirse en algún personajes y lo hacen con la mujer guapa, la fea, sin importarles lo que realmente generan”, señaló.
Como sugerencia y urgencia social, puntualizó, “debe haber una televisión que fomente la solidaridad entre las personas, que reitere los lazos que se han perdido, permitir el desarrollo de la creatividad”.
“Es preocupante que mas allá de buscar eso, estén interesados en que la gente se vuelva pasiva y esté sólo como espectador. El tema que debe ponerse en la mesa son los programas que hay en la pantalla chica”, finalizó.
HACER CUMPLIR LA LEY
Desde el Congreso Local, la bancada del PRI ha estado al tanto del asunto, que desde el pasado 15 de octubre envío un exhorto a la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación, para revisar y ajustar los contenidos de los programas de radio y televisión en el Estado.
“Encontramos que hay un reclamo social al respecto y aunque la legislación es muy clara en ese sentido, no sabemos qué se está haciendo por parte de la secretaría. Se pide a la autoridad y a los medios masivos que observen la ley con el fin de que los contenidos sean más educativos y formativos”, expresó José Juan Guajardo, presidente la Comisión de Desarrollo Social y Derechos Humanos.
El legislador señaló que todos hemos visto y escuchado en la radio y la televisión abierta que existen programas que no cumplen con lo establecido en la ley siendo en muchos casos espectáculos visuales y auditivos con contenidos no aptos para el público que esta frente a la televisión
“El problema no es sólo de los medios, ni de los anunciantes, no es unilateral. Es un problema social e incluso hasta de los padres de familia por lo que todos tienen que participar.
Especificó que los medios ofrecen eso, por su parte, los empresarios, que son muchos, se anuncian pero también los padres dejan ver programas a sus hijos en horarios o de contenido que no es el adecuado para ellos.
Por lo tanto, el legislador tricolor mencionó que desde la comisión “se realizan y se tienen agendadas una serie de acciones para sumar esfuerzos, mas no iniciar una guerra entre televisoras para tener mejores contenidos en los medios de comunicación.
“Es un tema complejo y en el exhorto no se menciona un programa, medio o conductor. Es un llamado general para el que queremos encontrar soluciones entre todos los actores que se puedan”, indicó.
En esa línea de trabajo, el legislador organiza con los integrantes de la Comisión que preside la realización de una mesa de trabajo entre todas las partes para recoger inquietudes y laborar un documento que se pondrá a votación con el fin de emitir un pronunciamiento en el pleno.
SE NECESITA UNA LEY
MÁS ESTRICTA
El diputado señaló que ante la preocupación de mejorar el contenido en televisión, radio y prensa, “la ley debe actualizarse o implementar mecanismos más estrictos respecto a las sanciones.
“Hay sanciones que van desde 50 mil pesos o más, pero se les hace fácil pagar y volver a caer en el error, cuando no se trata de eso. Hay que analizar con la Federación una modificación a la ley para ver si con la reincidencia de una sanción, se les castiga a los medios con la llamada pantalla negra”, dijo Guajardo.
Aunque no es perito en esta materia, el legislador mencionó que habría que tratarse esa posibilidad con la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, así como con los diputados federales, ya que entre países hay legislaciones diferentes.
“Es un tema complejo y delicado que tenemos que trabajar con urgencia pero con tranquilidad porque también se afectan derechos adquiridos, capitales, inversiones, fuentes de empleo; son mucho factores”, destacó.
Por ahora, añadió, “el acto más importante es reconocer la responsabilidad social que conllevaría… entre padres de familia, sector educativo, autoridades y medios de comunicación, y no quiero dejar a nadie fuera para tomar decisiones”.
Mientras se llega al encuentro, Guajardo reiteró que el exhorto a la Secretaría de Gobernación es para que se informen los trabajos realizados en la regulación de los medios, que agregó, puede cambiar lo solicitado, en base a las mesas de trabajo que se tengan.
“El Congreso tiene el interés en el tema porque es preocupante la realidad que tenemos en cuanto al contenido de los medios; aunque hay programas que ya salieron del aire, siguen otros. Es un problema que podemos resolver”, enfatizó.