
Francisco I. Madero tenía un estuche de medicina homeopática que usaba para curar a los enfermos de las haciendas y él medía 1.60 de estatura. Esos y otros datos extras sobre los protagonistas de la Revolución Mexicana son descubiertos en “Entre Ideas y Metralla. México 1913-1914”, la exposición que abrió sus puertas el pasado 9 de abril en el Museo de Historia Mexicana.
Esta muestra se presentó el año pasado en la ciudad de México en el Palacio Nacional, bajo el nombre de “El Palacio, en la Mira”, pero al traerla aquí fue enriquecida por el acervo del museo que la alberga ahora y además cuenta con dos apartados alusivos al noreste: la participación de Bernardo Reyes en la Decena Trágica y la toma de Monterrey por los líderes revolucionarios en abril de 1914.
Un video donde aparece un actor muy parecido a Madero en pleno discurso da la bienvenida al visitante, y es uno de varios recursos en los que se aplicó la tecnología con el fin de hacer más dinámico el recorrido.
Cuadros, fotografías, documentos, videos y piezas históricas forman parte de esta exhibición que abarca los diferentes proyectos de nación abanderados por Francisco I. Madero, Victoriano Huerta Venustiano Carranza, Francisco Villa y Emiliano Zapata.
“Aquí estamos utilizando una tecnología distinta: muchos videos breves, es decir: lo que intentamos es que en tres minutos puedas tener una idea de que la gente entre en ese contexto de lo que fue 1913-1914; pero además es importante la manera en cómo está contada la historia”, señaló Alejandro Rosas, quien se encargó de la curaduría y escribió parte del guión histórico.
Dijo que con el propósito de que el tema fuera más atractivo al público, además de la tecnología, optimizaron otros recursos como la presentación de las piezas, la distribución de la información, la instalación de los módulos, etcétera.
Agregó que por ejemplo, las cédulas por lo regular describían en forma monótona las piezas, y en este caso, se planeó para hacerlo más ágil y ameno.
“Se trata de combinar tecnología con una manera más distinta de contar la historia. Lo que estamos haciendo aquí es una exposición hecha bajo los cánones de la divulgación histórica para todo mundo.
“Es decir, que haya una narrativa distinta, no tan académica como suele hacerse, sino que fue una propuesta diferente para romper con la idea que tiene la gente de que la historia es aburrida”, destacó Rosas.
PERSONAJES HISTÓRICOS HUMANOS
Alejandro Rosas consideró que regularmente los personajes históricos están coronados por un halo sagrado, pero sostiene que ellos fueron tan humanos y que mucha gente no conoce esa parte tan importante para contextualizar el entorno y el tipo de vida que llevaron.
En el módulo de la entrada se puede apreciar una vitrina con pertenencias del propio Francisco I. Madero en la que además del estuche de medicina homeópata sobresale un pañuelo con su nombre y un manual espirita, original de 1911.
“Sí se sabía del espiritismo de Madero, pero muy poca gente conocía un original del manual espirita de Madero y su estuche homeopático, una de las piezas interesantes, porque a instancias de lo que dicen los espíritus en teoría, se vuelve homeópata y es el que se encarga de cuidar a sus propios enfermos en las haciendas.
“Yo creo que son cosas que como espectador te sorprenden cuando te los imaginas en sus pedestales de mármol”, manifestó.
Subrayó que mezclar estos elementos de la museografía tradicional con las innovaciones da como resultado algo atractivo para los visitantes.
Otra de las piezas distinguidas es la mesa donde se firmó el Plan de Guadalupe que proviene del Museo de la Revolución Mexicana en Saltillo, Coahuila, pero que gracias a los recursos tecnológicos luce más atractiva.
Esto es porque encima del mueble se proyecta una imagen en la que se describe paso a paso la redacción del documento, cuyas firmas aparecen por debajo de la mesa a manera de alfombra.
En aras de restablecer el orden constitucional, Venustiano Carranza y decenas de hombres firmaron el Plan de Guadalupe el 26 de marzo de 1913, en la hacienda Coahuilense del mismo nombre.
“En el norte se levantan en armas para desconocer a Victoriano Huerta y pudimos traer la mesa donde originalmente se firmó el Plan de Guadalupe, pero si presta cierta atención, te das cuenta de que Venustiano Carranza lo lanza, pero no lo firma.
“Él lo redacta, le pone los artículos, pero entonces se los da a sus seguidores para que lo firmen y parece que ellos son los que lo ungen como el primer jefe”, argumentó.
La muestra “Entre Ideas y Metralla. México 1913-1914”, permanecerá hasta el 29 de junio en el Museo de Historia Mexicana.
“A mí me da mucho gusto que se haya traído aquí a Monterrey, porque en la ciudad de México tuvimos el problema de que por el asunto de los maestros (bloqueos) la exposición casi siempre estuvo cerrada.
“La gente de Monterrey tiene una gran oportunidad de ver lo que casi nadie vio en la ciudad de México”, concluyó el historiador Alejandro Rosas.