Inicialmente su empresa nació como una forma de obtener recursos para realizarse una operación que puede librarla de la muerte. La dedicación mostrada en este esfuerzo empresarial, la han colocado como una “nano influencer” con un gran futuro.
Aniie, mejor conocida como “Dulcesito”, es una joven emprendedora de 30 años de edad que desde pequeña sufre de Sinusitis Crónica, que es la inflamación del hueso maxilar que le impide poder respirar.
La necesidad de realizarse una operación para curar su mal, que de no ser atendido podría provocarle la muerte, llevó a esta joven a crear su empresa de venta de dulces, con la que espera conseguir el dinero para poder entrar al quirófano.
“El problema es que yo tengo unos huesitos maxilares cerrados, esos huesos deberían estar con una apertura para drenar y yo no la tengo, de pequeña produje calcio de más y el hueso se cerró por completo, así nací. Me han hecho dos operaciones en las que no he quedado bien y voy por una tercera”, explicó “Dulcesito”.
La joven recientemente contrajo matrimonio y espera poder embarazarse, sin embargo para ello necesita dejar el medicamento que utiliza a diario.
“Yo necesito unas gotas que me tengo que estar poniendo todos los días, porque a mí no me pasa ni un hilito de aire, entonces ese medicamento lo que hace es desinflamar para que pueda respirar. Yo puedo continuar así, el detalle es que si quiero embarazarme no puedo medicarme, entonces la idea de la operación es ya dejar el medicamento”, señaló.
La primera operación a la que sometió fue cuando le diagnosticaron un problema del tabique nasal, la segunda fue por problemas en los cornetes nasales lo que provocó que empeorará su situación y requiriera del medicamento.
“Dulcesito” señala negligencia por parte del médico, quien le realizó la segunda cirugía.
“Considero que lo que paso fue negligencia, pero el doctor desapareció así que ya no tuve cómo reclamar, después de la operación tuve que empezar a medicarme, nunca lo busqué para realizar una demanda pero sí para que me diera una explicación” señaló.
El tercer médico fue quien le dio un diagnóstico más certero y por el que tendrá que someterse a una operación de más de 40 mil pesos.
‘COMPLEJO DE VENTAS’
Desde muy pequeña “Dulcesito” tenía el “complejo de venta”, así lo llama. Recuerda que cuando iba a la primaria aprovechaba para ir a la papelería comprar planillas de calcomanías y las vendía desde 20 centavos hasta dos pesos a sus compañeros de la escuela.
“Recuerdo perfecto que cuando estaba en la primaria mi mamá me encontró una bolsita, eran 100 pesos de puras moneditas y me preguntó que a quien se lo había quitado, yo le decía que era mío y fue a la escuela a decirle a la maestra que yo traía una bolsa de dinero, la maestra le confirmó que era mío”, recordó.
Posteriormente en la preparatoria vendió “chucherías” y en la universidad tomo un curso de maquillaje y comenzó a maquillar.
Hasta hace poco vendía leggins, chaquetas y bolsas, pero tuvo que dejar de hacerlo para dedicarse a su empresa.
Sin embargo el 13 de septiembre del 2018, inició con la venta de gomitas variadas bañadas en pulpa/chamoy casero, con lo que arrancó formalmente las operaciones de su empresa.
“Yo siempre hice mi receta de pulpa/chamoy y me gustaba como sabían con las gomitas, era gusto propio y después dije ‘por qué no venderlo’, sabía que si me gustaba a mi le iba a gustar a más gente y era algo diferente, actualmente muchas marcas manejan chamoy comercial y en mi caso yo preparo la pulpa del tamarindo natural y era como yo enchilaba mis botanas y de ahí salió Dulcesito”, explicó.
Describe que la venta inició con sus compañeros de la compañía donde trabaja en el área de Recursos Humanos, pero su primer pedido grande fue en un evento de una chica que la contrato para la fiesta de su abuela.
Ella considera que su producto se haya posicionado rápido por el esfuerzo, la dedicación y el tiempo que ha invertido.
“No creo que sea suerte, es como decir que mi producto no es bueno pero tengo suerte que se venda, creo que es más las ganas y el esfuerzo de ir mejorando la receta para ser del gusto de las personas”, afirmó.
Reconoció que aunque fue emprendedora desde muy joven, antes lo hacía por tener solo dinero y ahora es para recaudar fondos para su operación.
La gente cercana es quien le ha dado más apoyo; sus padres Reynol y Heydee, su hermana Heydee, su esposo Ricardo, suegros y sus mejores amigos. Ellos la ayudan y aunque no tiene un local establecido para la venta, acuden en los bazares que se ponen en diferentes puntos de la ciudad y en fines de semana.
“Creo que todavía me falta, pero lo que inicio para recaudar un fondo ya se posicionó como negocio, entonces la idea es seguirle, no es como ya junte dinero y ya me retiro, la idea es hacerlo crecer. Me he dedicado a vender muchas cosas, pero ahorita Dulcesito es a lo que le tome más cariño”, afirmó.
DE PSICOLOGA A INFLUENCER
La página de Instagram ‘dulcesitomty’ actualmente cuenta con 11 mil 956 seguidores por lo que ya es considerada como una cuenta “nano influencer” además que ya puede ser parte de las estrategias de marketing de diferentes marcas, según especialistas en redes sociales.
“El negocio ha crecido mucho por las redes sociales, creo que eso me ayudo dar a conocer Dulcesito, pero también hay marcas que me contactan me mandan sus productos y los pruebo, si me funcionan los recomiendo en mis redes, sin costo”, dijo.
Pese a que ya es conocida en la calle como Dulcesito, describe que se siente rara e inclusive le da vergüenza cuando alguien le pide una foto.
“No me considero influencer, no soy del medio artístico, pero la gente si me ve en la calle me piden fotos o me hacen llegar sus productos para probarlos y mencionarlos en la página, también me han invitado a inauguraciones de negocios; pero me siento rara y me da vergüenza; la gente ya no me reconocen como Aniie, ahora me dicen Dulcesito”, comentó.
Sin embargo, para ella el objetivo sigue siendo el mismo recaudar el dinero completo para la operación y poder ser mamá, y recomienda a todas las mujeres emprendedoras que están en una situación parecida a la de ella que no se desesperen.
“Les aconsejo que no se desesperen, al principio como todo negocio es invertir tiempo y dinero, es cansado y desesperante, pero todo esfuerzo tiene su recompensa y cuando menos lo imaginan todo cambia”, concluyó.