Detrás de un gran horno hay una gran aventura. Uno de los principales atractivos del Museo de Acero en el Horno 3 en el Parque Fundidora, no consiste únicamente en exposiciones ni en conocer la historia que alberga por haber sido generador de empleo y productor de acero.
A través del Canopy H3, conocerás los rincones y espacios restringidos de la majestuosa estructura de acero por la que seguramente has transitado más de una vez durante la visita al parque recreativo.
La actividad de aventura y considerada de alto riesgo te permitirá experimentar un sinfín de emociones al poner a prueba tu resistencia, condición física pero sobre todo vencer el miedo a la altura.
Si eres de los que les gustan las emociones fuertes o ya tienes experiencia en el rapel y tirolesa, disfrutarás la adrenalina que invade tu cuerpo desde que inicia el recorrido.
Antes de comenzar, expresó Ilia Garza, guía del Canopy Horno 3- atracción que oferta Ibó Centro de Aventuras-, “les hacemos firmar un convenio de liberación de responsabilidad y que tienes conocimiento que es una actividad de alto riesgo”.
Ascender hasta la cima del Horno 3 a 70 metros de altura y descender no es cualquier cosa. Por fortuna, se cuenta con el equipo humano y técnico para realizar el recorrido.
“Si te arrepientes de hacerlo, no hay reembolso”, recalcó Garza. En este divertido paseo se sube en un elevador de carga y posteriormente por las escaleras hasta llegar a la cúspide.
La adrenalina se intensifica tras cada paso que das y al voltear a tu alrededor, te percatas de la altura a la que vas. Mientras Herald Klein, guía de rapel y tirolesa, da las indicaciones y seguramente te pedirá admires la vista panorámica de la ciudad.
Y una vez que te observe relajado, pedirá que realices el primer descenso a rapel, de 3 para seguir con la primera tirolesa de 6. Desde luego, irás bien equipado con arnés especial, polea, casco de seguridad y guantes para deslizarte sobre el cable de acero de un extremo a otro.
El viento podrá soplar fuerte o lento, pero será uno de los factores principales, además de la altura para determinar el nivel de intensidad durante el trayecto. Sin embargo, los guías aseguran que no dejarás de disfrutar la experiencia.
Entre las tirolesas y rapel, cruzar un puente colgante de acero, podría ser un reto a cumplir. Y lo harás… a tu tiempo, si tienes miedo, o rápido si logras vencerlo en el menor tiempo posible.
Luego del puente, seguirá el último rapel con el que se concluirá el recorrido de casi una hora. Los descensos de 70 metros de alto a 20, te permitirán tener otra expectativa de la enorme estructura de acero que ves a tu llegada a Fundidora.
“Es una aventura que puedes vivir sin ir a una serranía en Santiago u otro sitio. El lugar se ha acondicionado, en medida de lo permitido para esta actividad extrema y se cuenta con personal altamente capacitado; es diversión y entretenimiento sin salir de la ciudad”, dijo Garza.
NO CUALQUIERA PUEDE VOLAR
Aunque en la empresa no recae la responsabilidad total en caso de algún accidente, sí toma precauciones. Existe una serie de restricciones que contribuyen a evitar situaciones complejas en los aventureros.
“No pueden volar mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas, o que tengan operaciones o fracturas recientes, así como que ingieran medicamentos que afecten su participación en la actividad. Además, no se permite acceso a personas con peso mayor a 115 kilos”, explicó Garza.
Sin embargo, agregó que el Canopy H3 no tiene límite de edad pero sí de estatura, los niños de 10 años deben medir 1.50 y deberán ir acompañados por su padre o tutor.
Entre la lista de recomendaciones se destaca la vestimenta adecuada para realizar el canopy sin problema.
“Es necesario portar ropa cómoda, usar zapatos de cintas, no llevar carteras, anillos, llaves o cualquier accesorios que se pueda caer desde lo alto”, señaló principalmente la guía.
La vestidura será fundamental para poder gozar al máximo la experiencia en los dos recorridos que se ofertan; el corto y el largo.
“El recorrido largo consiste en seis tirolesas, tres rapeles y un puente colgante con una duración aproximada de 1 a 2 horas”, detalló. El costo, añadió, es de 390 pesos por persona.
Agregó que el trayecto corto incluye dos tirolesas, dos rapeles y la entrada al Museo de Acero por tan sólo 190 pesos por persona.
Si el aventurero desea conservar el recuerdo de esa vivencia en el aire, podrá adquirir la secuencia fotográfica por un costo extra de 100 pesos. Por cuestiones de seguridad, no se permite llevar objetos que puedan caer desde lo alto, entre esos, cámaras o celulares, recalcó.
ESPERAN MÁS AVENTUREROS
EN VACACIONES
La afluencia de amantes a lo extremo del Canopy H3 ha resultado positiva, expresó Garza, ya que desde hace un año que inició esta aventura, entre 10 y 15 personas por día realizan el recorrido. Sin embargo, en la temporada vacacional que se avecina esperan más aventureros.
“Estamos listos para tener más visitantes que se atrevan a salir de la rutina sin ir a otros lugares fuera de Monterrey para experimentar actividades como ésta: garantizamos diversión extrema”, comentó la experta.
Detalló que generalmente entre viernes, sábado y domingo, alrededor de 40 personas son las que deciden hacer el canopy y señaló que ha sido gradual el incremento de aventureros que acuden cada fin de semana.
“Vamos cada vez mejor y aunque hay diversidad de atractivos en el Parque Fundidora, no dejamos de ser una opción viable para chicos y grandes que gustan de actividades de alto riesgo”, reiteró.
Si decides caminar en la pista de Fundidora y pasas por el Horno, no dudes en ampliar el programa de actividades a realizar y anímate a volar en el aire entre la estructura de acero.
En taquilla, la encargada de ventas estará a la espera de tu llegada para que adquieras el pase a esta gran aventura. “Atrévete a vencer tu miedo a la altura o a hacer algo diferente”, dijo Garza.
Si no irás a una playa paradisíaca u otro tipo de viajes, Canopy H3 es una opción que no debes dejar pasar para disfrutar en familia o con amigos.