Inspirada por el caso de la artesana Eréndira Guerrero en Chihuahua, Ana Cueto tomó la iniciativa de arrancar el proyecto “Un pedacito de cielo”, que consiste en fabricar osos de tela hechos con la prenda de algún ser querido.
La diseñadora de modas señaló que su principal motivación fue su madre, quien falleció hace cuatro años y con el fin de “tenerla cerca”, decidió realizar el primer peluche en su honor.
“Apenas el domingo 17 de enero comencé a compartirlo y no pensé que tuviera tanta respuesta, prácticamente no he dejado de contestar mensajes. Básicamente voy empezando y tan solo en unos días ya cuento con bastantes pedidos, bendito Dios”, comentó.
Destacó que ante la crisis laboral que ella y su esposo pasaban debido a la pandemia del Coronavirus, se vieron obligados a reinventarse y afirmó que tomaron la oportunidad como una manera de salir adelante y darle a la gente “una alegría entre tanta incertidumbre”.
“Actualmente manejamos dos modelos: el pequeño de 30 centímetros que cuesta 250 pesos y el grande de 50 centímetros con un valor de 350 pesos. Los precios son accesibles, estamos muy conscientes de la difícil situación que viven miles de familias.
“Me llena de felicidad ver que las personas se animen a dejarme sus prendas, para que así tengan su osito y vuelvan a abrazar a ese ser que tanto extrañan”, expresó.
Cueto precisó que, en caso de estar interesados, los domicilios para entregar las prendas son los siguientes: en Guadalupe es en Lázaro Garza Ayala #203 en la colonia Jardines de Casablanca, mientras que para Santa Catarina es en Rincón del Poniente #237.
“Mi sobrina Leslie me ha ayudado bastante con todo esto, ella vive en Santa Catarina y es una de las personas que más me echa la mano. Le platiqué la idea y sin dudarlo aceptó en darle difusión a través de las redes sociales, podría decir que ella fue fundamental para que tuviese tanto alcance.
“Trabajo desde mi casa, acá tengo las maquinas, fabrico los ositos desde cero y tardo entre una o dos semanas. Si no pueden moverse también nos pueden hacer llegar la prenda de manera segura a través de Uber”, precisó.
Con miras hacia el futuro, la diseñadora mencionó que espera que su proyecto siga en ascenso, reiteró que jamás se cansará de realizar dicha labor y aclaró que también le sirve para “ayudarse a sí misma”.
“Estoy más que contenta de tener la oportunidad de entregarles un recuerdo de sus familiares. El 2020 estuvo lleno de tragedia y tristeza que lo menos que merecen todas estas familias es un pedacito de cielo”, añadió.
Al ser cuestionada si el Coronavirus ha afectado a algún ser cercano, reveló que el papá de su cuñado fue víctima de esta nueva enfermedad, quien presentó múltiples síntomas.
Sobre el apoyo recibido por su núcleo familiar y social, resaltó que ambos grupos contribuyeron a expandir la difusión del proyecto y detalló que “estaban vueltos locos y contentos” al enterarse de su iniciativa.
Para finalizar, Cueto envió un mensaje tanto para las personas interesadas en los ositos como aquellos que han sufrido ante el Coronavirus.
“La situación sigue difícil e incluso peor que en el 2020, por lo que nos corresponde no bajar la guardia y acatar las recomendaciones sanitarias. Debemos reforzar los cuidados para que dejen de faltar más seres queridos en nuestras mesas.
“Los ositos no son exclusivos para familiares de víctimas del Covid, sabemos que hay demasiada gente que ha sufrido ante esta enfermedad, pero va dedicado para todas las personas. Espero se animen a adquirir uno, es una experiencia sumamente grata abrazarlos”, concluyó.
LA INSPIRACIÓN DE ANA
Eréndira Guerrero es una costurera de 55 años que vive en Ciudad Juárez, Chihuahua, quien pasó de coser cubrebocas a confeccionar osos de peluche con prendas de quienes fallecieron por el Coronavirus con el fin de ayudar a los deudos a superar el duelo.
Ante la imposibilidad del contacto físico entre familiares y víctimas de esta nueva enfermedad y apoyada por su máquina de coser, la artesana se dio a la tarea de fabricar peluches con la ropa representativa de los difuntos.
“Cuando les entregas el osito terminado, las personas se emocionan mucho, la mayoría llora y lo abraza, pues la prenda de ropa se transforma en algo que llega al corazón y les permite tener un contacto diferente con las prendas de sus seres queridos”, declaró el 13 de enero, fecha en que se viralizó su historia.
Las familias contactan a la modista a través de la página de Facebook llamada “Muñecas Late-lita”, tienen un valor de 600 pesos y si desean que estos lleven la voz del familiar tiene un costo extra de 300 pesos, mientras que con una frase personalizada se agregan 100 pesos.
Asimismo, Guerrero no se adjudicó la idea de la creación de los ositos y admitió que se inspiró en los “memory bears” realizados en Estados Unidos, los cuales también cumplen el propósito de cerrar ciclos de pérdidas derivadas por el Coronavirus.